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sábado, 23 de febrero de 2013

El presidente de la Academia Pro Vita defiende a los Obispos alemanes.

Realmente, la defección de muchos de los miembros de la jerarquía eclesiástica (y la debilidad para defender las verdades de los otros) permite que estas cosas graves se afirmen desde puestos eclesiásticos muy importantes. El poder que ejerce la masonería infiltrada dentro de la jerarquía eclesiástica hace notar sus frutos y triunfos con estas lamentables declaraciones.
Una vez más preguntamos ¿quiénes son los que están verdaderamente en comunión con la Iglesia católica apostólica romana? ¿Estos Sres. Obispos que niegan las verdades más básicas y fundamentales, o los católicos tradicionalistas que son castigados por “desobedecer” a una jerarquía que indefectiblemente está guiando las cosas hacia una apostasía?

(Secretum Mehum Mihi) 23-02-2013:

Presidente de la Academia Pro Vita ‘intachable’ el acto por el cual los obispos alemanes han aprobado la ‘píldora del día después’ en casos de violación

Mons. Ignacio Carrasco de Paula,
presidente de la Pontificia Academia para la Vida.


Seguimos preguntando: ¿Quiénes son los que no están en comunión con la Iglesia?

En un primer, primerísimo instante, y con ocasión de una declaración del Arzobispo de Colonia, Alemania, hemos transcrito la posición de la Iglesia sobre la llamada ‘píldora del día después’, la cual data de Oct-31-2000, y es un documento de la Pontificia Academia Para la Vida (ver aquí). En dicha declaración, y sobre la moralidad de la misma se lee:

Por lo tanto, desde un punto de vista ético, la misma ilicitud absoluta de proceder a prácticas abortivas subsiste también para la difusión, la prescripción y la toma de la «píldora del día siguiente». Son también moralmente responsables todos aquellos que, compartiendo la intención o no, cooperan directamente con tal procedimiento.

Es decir, esa Academia ha definido como inmoral el uso de dicho fármaco.

Trece años después, es decir, hoy, el actual presidente de esa misma Academia, Mons. Ignacio Carrasco de Paula (imágen), al dejarse entrevistar por Vatican Insider, Feb-22-2013, va en contravía de lo que acabamos de anotar.

El criterio por el cual la Iglesia no acepta el uso de los anticonceptivos se pueden encontrar en la Humanae Vitae, e incluso antes de eso, en Casti Connubii. Se refiere a la relación conyugal relación la cual tiene un aspecto unitivo, tiene un aspecto procreativo y así sucesivamente. Un acto de violencia, por otro lado, es un acto sexual cuya naturaleza ha sido destruida por la violencia, por lo tanto, el anticonceptivo ya no tiene un sentido moral de anticoncepción. Un acto impuesto con violencia no puede ser considerado abierto a la vida.

[...]

La Iglesia forma la conciencia. En este caso enseña: en caso de violación se puede hacer lo necesario para evitar un embarazo, pero no se puede interrumpirlo. Si un fármaco está clasificado como un medicamento anticonceptivo o abortivo, esto deben decirlo los médicos y científicos, no es competencia de la Iglesia.

¿O sea que la Iglesia se entrometió en un asunto que no era de su competencia hace trece años cuando definió claramente y sin atenuantes, como inmoral el uso de la tal ‘píldora del día después’? ¿Mons. Carrasco...?

En otro aparte Mons. Carrasco considera que este acto, el de los sres obispos alemanes aprobando la ‘píldora del día después’ en casos de violación, es un acto ‘intachable’.