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martes, 6 de agosto de 2013

El coste ecuménico del carnaval.


Los llamados “ortodoxos” orientales, tras ver el desastroso “carnaval” litúrgico oficial, oficiado en las JMJ de Río de Janeiro, comentan su parecer al respecto de esta irreverencia indecorosa y abusiva llevada a cabo por obispos y por el mismo “obispo de Roma”. El Blog InfoCaótica, 05-08-2013, hace una interesante publicación al respecto.

El autor de la entrada que traducimos es el sacerdote ortodoxo Stephen Damick. Si el ecumenismo realmente se ordena a la reunión de todos los cristianos en la única Iglesia, habrá de tener en cuenta la visión de los acatólicos sobre lo que dificulta su regreso. 
Se dice que la reforma litúrgica de Pablo VI tendió un puente hacia los luteranos. Pero lo cierto es que su aplicación dinamitó otros puentes que nos vinculaban con los ortodoxos. Y a la vez reforzó sus prejuicios anti-romanos. 
El testimonio de Whiteford es una muestra del “coste ecuménico” que implica el carnaval litúrgico unido a la estupidez pastoral. ¿Servirá como llamado de atención para los corifeos del optimismo compulsivo?

Obispos danzantes... Por el P. Andrew Stephen Damick, para Orthodoxy & Heterodoxy: Doctrine matters. Traducción exclusiva para Info-Caótica. [Sobre los obispos danzantes, hay otra entrada relacionada aquí.]



Incluso si, de alguna manera, pudiese convencerme de los dogmas exclusivos de Roma, cosas como la de arriba son la razón por la que nunca podría convertirme en católico romano. Me han dicho los defensores de Roma que cosas como éstas son en realidad “abusos” y que la “verdadera” cultura y culto romano no deberían ser así. Pero si un evento católico, global y de primer orden, como la Jornada Mundial de la Juventud (este video es de la JMJ 2013), tiene como protagonistas a los mismos sucesores de los apóstoles danzando así frente al mismísimo Papa, ¿dónde está exactamente la cosa oficial y verdadera? Esto que se ve me parece lo suficientemente oficial.
He conocido a más de una persona que se convirtió al catolicismo romano por lo que había leído y que, entonces, cuando vio este tipo de cosas (o, incluso, la insulsa liturgia cuasi-luterana que constituye la mayor parte del culto de los católicos actuales), terminó yéndose. Puedo entender a alguien que deja la religión después de experimentar el abuso (aunque preferiría verlo pasarse a alguna forma de religión no abusada), pero es difícil argumentar que la liturgia de Roma que uno ve en casi todos lados sea un abuso, particularmente cuando se muestra mundialmente con el visto bueno y oficial del Vaticano. La eclesiología romana, con su énfasis en el Papado, hace aún más difícil que el argumento contrario suene convincente. Si el Papa mismo lo consiente, es muy difícil argumentar que lo que se ve en este video es un abuso.
Y también encuentro difícil preguntarse cómo podría Roma regresar a su antiquísima tradición litúrgica, la que San Juan de Shanghai y San Francisco, entre otros, dijeron “es mucho más antigua que cualquiera de las herejías”.

Se puede leer más sobre este tema en Orthodoxy and Heterodoxy, la contribución del P. John Whiteford  con el título Unfortunate Trends in the Roman Catholic Church (Desafortunadas tendencias en la Iglesia Católica Romana).

Actualización: Aquí una crítica similar desde una perspectiva luterana.