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jueves, 8 de agosto de 2013

¿El Papa sugiere evitar el apostolado?


Leemos este artículo del blog Página Católica, 08-08-2013, que nos resulta interesante y se condice con lo que venimos denunciando en nuestro Blog.
Recordamos las felicitaciones que Francisco ha recibido de parte de algunos entes relacionados o que son, directamente y explícitamente, reconocidos como parte de la masonería. Ver aquíaquí y aquí.


¿El Papa sugiere evitar el apostolado?

Impensable es imaginar que un Papa pudiera pedir que renunciemos al apostolado. Pero, lamentablemente, no logramos interpretar de otra manera las palabras que Francisco acaba de pronunciar en el video de abajo.

El siete de Agosto se celebra la Fiesta de San Cayetano. En Buenos Aires, el Santuario que se ha erigido al Santo en el barrio de Liniers recibe ese día una enorme cantidad de gente que, para rogar por pan y trabajo, espera desde la noche anterior.

El cardenal Bergoglio usaba peregrinar hasta allí en ese día y, como un fiel más, hacía la larga cola para llegar ante la imagen del Santo.

Por eso, al inicio del video que envió como saludo y breve homilía con motivo de esta fiesta, dice: 

“Después de recorrer la cola, hablo con Uds. Esta vez la cola la recorrí con el corazón porque estoy un poquito lejos y no puedo compartir con Uds. este momento tan lindo. Momento en el que están caminando hacia la imagen de San Cayetano”.
  
El Papa explica que este año el lema de la peregrinación es “Con Jesús y San Cayetano, vayamos al encuentro de los más necesitados”.

Francisco dice que Jesús nos enseña a encontrarnos con el hermano para ayudarlo. “Necesitamos, dice, edificar, crear, construir, una cultura del encuentro”.

¿Pero qué clase de encuentro es el que el Papa desea? Porque hay entidades como el Rotary Club que, al mismo tiempo que están constituidas sobre el más radical de los laicismos, pretender hacer obras benéficas. Es decir, practican la filantropía pero no la Caridad.

Desde el principio de su pontificado, Francisco ha ido dando muestras del encuentro que pretende.
En una homilía en santa Marta (22/05/2013) dijo al respecto de los ateos y de los que piensan diferente:

“Todos tenemos el deber de hacer el bien, y creo que este mandamiento de hacer el bien a todos sería un bello camino hacia la paz. Si nosotros, cada uno por su parte hacemos el bien a los demás, nos encontramos allá. Haciendo el bien, hacemos poco a poco la cultura del encuentro. Aún los ateos y los que no piensan como nosotros, haciendo el bien nos encuentran allá”.

 Hace poco, en el famoso reportaje concedido en Río expresó:

“Si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que ponernos de acuerdo”.

¿Con quién tiene que ponerse de acuerdo en esta defección a la recta doctrina? Porque si la educación de un chico se la dan los protestantes, el chico será protestante, y si son los judíos será judío.
Y puesto que al Papa le debe interesar ante todo la salvación del alma de ese chico, veamos lo que enseña el Magisterio de la Iglesia, por ejemplo, en Mirari vos (Gregorio XVI) (*):

“Otra causa que ha producido muchos de los males que afligen a la iglesia es el indiferentismo, o sea, aquella perversa teoría extendida por doquier, merced a los engaños de los impíos, y que enseña que puede conseguirse la vida eterna en cualquier religión, con tal que haya rectitud y honradez en las costumbres”.

O lo que dice Pío XI en Divini illus magistri:

“Es, por tanto, de la mayor importancia no errar en materia de educación, de la misma manera que es de la mayor trascendencia no errar en la dirección personal hacia el fin último, con el cual está íntima y necesariamente ligada toda la obra de la educación. Porque, como la educación consiste esencialmente en la formación del hombre tal cual debe ser y debe portarse en esta vida terrena para conseguir el fin sublime para el cual ha sido creado, es evidente que así como no puede existir educación verdadera que no esté totalmente ordenada hacia este fin último, así también en el orden presente de la Providencia, es decir, después que Dios se nos ha revelado en su unigénito Hijo, único que es camino, verdad y vida (Jn 14, 6), no puede existir otra completa y perfecta educación que la educación cristiana.
Lo cual demuestra la importancia suprema de la educación cristiana, no solamente para los individuos, sino también para las familias y para toda la sociedad humana ya que la perfección de esta sociedad es resultado necesario de la perfección de los miembros que la componen”. (Pío XI, “Divini illus magistri”, n°5)

¿No contradicen sus palabras esta doctrina?  ¡Cuánto daño hacen oírlas en su boca!
Para Francisco, entonces, “la cultura del encuentro” significaría: Un lugar en el que tratemos de satisfacer las necesidades del prójimo, evitando la manifestación de nuestra fe si esta pudiera obstaculizar “el encuentro”.

Alguien podría decir que esto es una exageración, que nunca el Papa ha dicho nada semejante. Pues, en ese caso, se equivocaría.

Al final del video que comentamos en esta nota (min: 3,48), luego de insistir con la cultura del encuentro, el Papa dice, en forma totalmente inesperada e impropia pues la gente que visita el santuario en general no va allí para convertir a nadie -se trata de católicos que visitan un santuario católico-, lo siguiente:

“Jesús sólamente les pide una cosa, que vayan, busquen yencuentren al que más necesita. ¿Sólos? No, con Jesús y con San Cayetano.
¿Voy a convencer a otro que se haga católico? No, no, no. Vas a encontrarlo, es tu hermano, eso basta.Y lo vas a ayudar. Lo demás lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo”.

Parece que el Papa nos llama a deponer el apostolado para hacer exitosa la cultura del encuentro... de todos y todas, no importa la fe.
Encontrar al hermano (lo será sólo si está bautizado) para ayudarlo materialmente, y en todo caso darle un buen consejo, contenerlo, como dicen ahora. Eso basta.
De su conversión al Catolicismo ya se encargarán Jesús y San Cayetano milagro mediante. Pues la Fe, dice el Apóstol, entra por el oído, y éste oye lo que los seres humanos hablan, es decir lo que predican los apóstoles de Jesucristo, nuestro Señor.

Si los lectores tuvieran una interpretación diferente de estas palabras, serán bienvenidas.

Para finalizar, dos cosas:

En primer lugar, cuando se escucha a Francisco hablar tanto de ayudar a los hermanos en sus necesidades en un mensaje dirigido a los fieles del Santuario de San Cayetano, nos ponemos a pensar si él sabrá las enormes necesidades que pasaron y tienen que pasar algunas monjas (hoy expulsadas) pertenecientes a la Congregación propietaria del Santuario.
Puesto que por su gestión, y luego de que las monjas se negaran a cederle la propiedad del mismo, fue instalado al frente de la Institución el Comisario Mons. Eduardo H. García, quien las puso de patitas en la calle con sólo lo puesto, como se ha testimoniado en este blog (ver Aquí).

García las trató tan “cristianamente”, con la mente siempre puesta en la cultura del encuentro, que fue mencionado en una denuncia penal por lesiones realizada por una monja.
Suponemos que no supo todo esto el Cardenal Bergoglio, pues de haberlo sabido el actual mensaje a los fieles de san Cayetano vendría a ser un monumento a la mentira y a la hipocresía.
Finalmente, como dicho al pasar y recordando que Benedicto no puede ya utilizar la blanca esclavina papal luego de su renuncia, véase que Francisco tampoco la viste; lleva sólo una simple sotana de párroco con faja.  ¿Habrá que convencerlo de que es Papa y que tiene que tener más cuidado cuando habla?
Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison.

Un simple cartel nos informa que la cuenta de Página Católica en Gloria TV ha sido eliminada. Esperemos que sea sólo un error. Mientras tanto vea abajo el video en You Tube.


(*): Cita tomada de Catapulta


Comentario Stat Veritas:

Lo que tanto asombra al editor de Página Católica no es otra cosa que el Humanismo integral, de Jacques Maritain, que tanto ha influido en el pensamiento de Pablo VI y que ahora anda dominando la mente de los católicos que desean no sonar chocantes al pensamiento único dominante del mundo moderno.

Y, cuando nos referimos al “pensamiento único” que domina el paradigma moderno, hablamos de aquel inspirado por la masonería de “libertad, igualdad y fraternidad”. Para el católico modernista la “libertad” es la libertad religiosa. La “igualdad”, es la colegialidad en el gobierno de la Iglesia, apartando todo tipo de posible resabio de monarquía (también, en cierto modo, el ecumenismo iría encerrado en el pensamiento de la “igualdad”). Y el concepto de “fraternidad” está perfectamente ligado al ecumenismo.
Todos estos conceptos liberales y modernos de los cuales se ha imbuído la jerarquí eclesiástica, no es más que obra de las imprecisiones, ambigüedades y contradicciones de los documentos conciliares.


En fin, la pérdida del espíritu verdaderamente misionero de los católicos y del proselitismo en favor de la verdadera Religión, ha ido desapareciendo y mutando por el espíritu moderno del Humanismo integral en sintonía con el ecumenismo políticamente correcto.