“La gran miseria del orden social
está en que no es profundamente cristiano ni realmente humano, sino únicamente
técnico y económico, y que no descansa precisamente sobre lo que debiera ser su
base y el fundamento sólido de su unidad, es decir el carácter común de hombres
por la naturaleza y de hijos de Dios por la gracia de la divina adopción.”
Pío XII, alocución a la Unión Cristiana de Dirigentes
de Empresa, de Italia, 31 de enero de 1952.