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viernes, 22 de enero de 2016

Andrea Tornielli: “Para un setor, el Papa no hace nada bien”.


Imagen tomada de Secretum Meum Mihi, 18-Ene-2016.

En una publicación anterior, 20-Ene-2016, hemos hablado de que ya no se puede ocultar la resistencia a las novedades que vienen de la mano de Francisco. También notamos que los defensores del Papa Francisco, tienen temor a este sector resistente. En el presente reportaje realizado por Elisabetta Piqué, el vaticanista Andrea Tornielli elude responder a las críticas, solamente defendiendo las maniobras del Papa. Entre algunas de las contradicciones en que incurre el Sr. Tornielli, un blog hace notar que no es claro al hablar de la organización de los que resisten a Francisco, preguntando: ¿al fin qué, es un “sector organizado” o son simple blogs?

Intercalamos algunos comentarios al artículo aparecido en La Nación, 17-Ene-2016.

Andrea Tornielli: "Para un sector organizado, el Papa no hace nada bien"

El prestigioso vaticanista italiano, autor de un libro-entrevista con Francisco, se mostró sorprendido por el ataque sistemático de un grupo conservador al pontífice argentino.

El diario La Nación no resistió la tentación y lo dijo: grupo conservador. Sabe que sus lectores están adiestrados para rechazar, sin tomarse la molestia de pensar, cualquier idea asociada a esa palabra.

ROMA.-No es cosa de todos los días escribir un libro-entrevista a un papa. Y ahora a Andrea Tornielli, prestigioso vaticanista italiano de 51 años y padre de tres hijos, no para de sonarle el teléfono: medios de todo el mundo quieren saber cómo fue eso.
El nombre de Dios es misericordia, su libro-entrevista con Francisco sobre un tema central de su pontificado, la misericordia, salió a la venta esta semana luego de ser presentado en Roma con la atípica presencia de Roberto Benigni, el director, actor y cómico italiano que saltó a la fama con La vida es bella.

El nombre de Dios es Amor y Verdad. La Escritura lo dice: “Dios es Amor” (I Carta de San Juan 4, 16). Pero el Amor de Dios es infinitamente más profundo que el amor humano, es amor de Caridad, Deus Caritas est traduce la Vulgata. Y “Yo soy… la Verdad” (Juan 14: 6). Ni el mismo diario puede evitar decir que la presencia de Benigni es “atípica”, en efecto, la farándula papal es algo novedoso.

En un lanzamiento mundial, el libro fue editado en 86 países. Director de Vatican Insider, sitio de información especializada de La Stampa y autor de unos 60 libros, en una entrevista con LA NACION Tornielli contó cómo se gestó lo que seguramente será un best seller mundial. Al ser consultado sobre las evidentes resistencias al pontificado reformista de Francisco, por otra parte, destacó la existencia de un movimiento organizado que lo ataca sistemáticamente. "Lo que a mí me sorprende es que todos los días encuentran algo para poder criticar. Para este movimiento el Papa no hace nada bien, cualquier cosa que diga o que haga", afirmó.

Lo que vemos en el comentario de Tornielli acerca de la resistencia al Papa es el principio polemista de que la mejor defensa es un buen ataque. ¿Acaso no sería para criticar que un católico dijese que la Santísima Virgen María quizás se sintió abandonada por Dios? ¡Lo dijo el Papa!

-¿Cómo nació la idea del libro?

-Cuando el Papa anunció que convocaba un Jubileo Extraordinario de la Misericordia pensé que sería bueno poder tener una conversación con él sólo acerca de este tema, haciéndolo hablar sobre su experiencia de misericordia, el porqué de la importancia de la misericordia en su vida y el rol que había tenido en su sacerdocio y episcopado. Entonces le escribí, le propuse un diálogo acerca de esto. Al principio no me dijo ni que sí ni que no, quería entender de qué se trataba y ver el resultado. Finalmente lo hicimos y debo decir que le gustó.

Al fin habla del libro. Parecía que el libro era sólo una excusa para defender al Papa.

-¿Cuánto duró la entrevista?

-No mucho, sólo una tarde, dos o tres horas. Fue en Santa Marta, al regresar del viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, en julio pasado. Aunque después hubo mucho trabajo de intercambio de textos a través del correo electrónico y de algún llamado telefónico para ajustes y algunas correcciones.

-¿Qué es lo que más lo impactó de ese encuentro?

-Dos cosas. La primera es la delicadeza, la ternura, con la que el Papa habla de las personas, de las situaciones. Por ejemplo, cuando cuenta de la madre de familia que se prostituía, que una vez le dijo "gracias" porque siempre la había llamado "señora". La segunda es que de sus respuestas emerge el rostro de un Dios que hace de todo para salir al encuentro; un mensaje muy lindo, vibrante, positivo.

-¿Cree que el Papa logrará transmitir su mensaje de misericordia y su visión de Iglesia que no está para condenar, sino para curar heridas? Porque, más allá de su popularidad, enfrenta una fuerte resistencia interna...

La pregunta transpira malicia. Se está diciendo que “los que quieren una Iglesia que condene” son “los que no quieren una Iglesia capaz de curar heridas”. Son malos: esos son los críticos de Francisco. ¿Alguien se puede tragar esta caricaturización? Además, a veces, una curación, requiere extirpar y condenar aquellas partes que envenenan a las demás. 

-Creo que es muy necesario este mensaje de misericordia, que hace falta una Iglesia que sea próxima, que sepa abrazar. El Papa logrará transmitir su mensaje de misericordia si sacerdotes y obispos y los propios cristianos empiezan a tomar en serio sus palabras y a ponerlas en práctica. Porque las resistencias, en la curia y en la Iglesia, las tuvieron todos los papas de los últimos 70 años, por lo que no son una novedad.

-Pero en los últimos meses sucedieron cosas que nunca antes se habían visto, como la carta que durante el sínodo pasado le escribieron 13 cardenales al Papa, desafiando su autoridad y casi acusándolo de manipulación.

-Cuando Pablo VI publicó la encíclica Humanae Vitae también hubo cartas con críticas fuertísimas. Pero, es verdad, en el sínodo hubo un momento de tensión. Y me parece que también existe un movimiento organizado que usa todos los medios, incluso Internet, para divulgar disenso y críticas al Papa. Lo que a mí me sorprende es que todos los días encuentran algo para poder criticar. Para este movimiento el Papa no hace nada bien, cualquier cosa que diga o que haga. Me sorprende mucho y esta insistencia habla a las claras de un prejuicio, porque después no tiene en cuenta lo que realmente dice y hace, sino que lo cierra en un cliché.

Tornelli está nervioso y pretende contar la historia que le conviene creer: se trata de personas “prejuiciosas”, que “todo” lo ven mal, que cuestionan “cualquier cosa” que el Papa diga, etc. Evidentemente, es más fácil creer eso que admitir las novedades del Espíritu Santo, según la cual Cristo “se hace como Serpiente”. El Papa Francisco dice este tipo de cosas, alguien reacciona y el buenito de Tornielli dice “son prejuiciosos”. ¿Por quién nos toma el “prestigioso” vaticanista?
            Pero además, la comparación que Tornielli hace es, a todas luces, engañosa. Compara la resistencia actual a las maniobras del Papa Francisco con la resistencia dirigida a la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI. La semejanza es frágil e insostenible. Veamos: la resistencia a la doctrina de la Humanae Vitae provenía del sector progresista y era también apoyada por los medios de comunicación. Era el Mundo, en el sentido evangélico, el que daba alaridos contra la recta doctrina sobre la sexualidad y los hijos. Ahora es completamente distinto: los medios de comunicación y el progresismo eclesial son el principal apoyo a las novedades mundanas del Papa Francisco. Los que resisten las audacias del Papa son, precisamente, aquellos fieles católicos ortodoxos, con sentido común, comúnmente denominados “conservadores”.

-Estas críticas diarias a Francisco, sobre todo en blogs que lo acusan de ser populista, ambiguo en cuanto a la doctrina y de estar desacralizando el papado, ¿pueden llegar a dañarlo?

-Cuando las críticas no son sinceras, sino hechas sobre la base de prejuicios, cuando se convierten en sistemáticas, incluso ridículas, por su insistencia y por su inconsistencia, al final se vuelven en contra de quienes las hacen.

Parece que la sangre está llegando al río. ¿Cómo sabe Tornielli que las críticas no son sinceras? ¿Tiene el sincerómetro? Curioso: hemos escuchado cientos de veces, como defensa de los clérigos progresistas, que tienen “buena intención”. Sostenían cualquier cosa “pero con buena intención”. La misma buena intención que se les niega a los críticos del Papa Francisco, entre los que se cuenta, por ejemplo, el Prof. Roberto de Mattei, el cual ha llegado a  decir que “los dos motu propio del papa Francisco, Mitis iudex Domins Iesus para la Iglesia latina y Mitis et misericors Jesu para las iglesias orientales, publicados el 8 de septiembre de 2015, infligen una grave herida al matrimonio cristiano”. O en otro lugar: En vísperas del Sínodo sobre la familia del próximo octubre, esta reforma del papa Francisco no apaga ninguna incendio. Al contrario, lo propaga y allana el camino para introducir innovaciones desastrosas. Ya no es posible callar.

            Con los ojos y los oídos bien abiertos, prosigamos en este combate. Hasta que la verdad triunfe sobre todas las maniobras de quienes  no deberían ser los verdugos de la recta doctrina sino los testigos incansables de Cristo.