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lunes, 3 de enero de 2011

Pensar lo impensable.

Gerald Celente.

Es difícil no acertar que el 2011 será un año de capital importancia. El mundo yace en la oscuridad de la mente y la corrupción de la voluntad. La Iglesia que debería ser la “luz del mundo” para la mente y “la sal de la tierra” en contra de la corrupción de la voluntad, está eclipsada. Todavía subsiste, pero su luz y su calor, por culpa de los hombres, apenas los alcanza.
Siendo este el caso, los problemas que el mundo sufre y que ocasiona deberán venir sobre nosotros. Habrá, en este año o muy pronto, un inimaginable trastorno en los asuntos humanos. Las leyes inexorables de la realidad están a punto de voltear la economía mundial de cabeza, sin embargo la mayoría de los “economistas”, tontos profesionales, continúan vendiendo un mundo de ensueño. Para ayudar particularmente a los padres de las familias a pensar un futuro impensable, permítanme citar un consejo de un escritor y orador en asuntos prácticos que no ha perdido la cabeza. Gerald Celente de l’area de Nueva York (trendsresearch.com):
 
“Continuamente se nos solicita proporcionar guía específica enfocada en las tendencias actuales acerca de qué hacer para evadir las tormentas financieras... No existen soluciones sencillas ni uniformes para todos. Cada situación individual es diferente. Si Ud. está desempleado en un área rural, tendrá una gama de posibilidades diferentes y un conjunto de problemas diferentes que la gente que vive en las ciudades o barrios.
El elemento clave es darse cuenta de que hay un largo trecho que recorrer hasta que se resuelva esta crisis. Este es un periodo de contracción y un momento para la conservación y la preservación. En general, habrá menos ingreso disponible y menos dólares para gastar en cosas superfluas. Lo que antes se consideraba “esencial” cuando el dinero fluía, se convierte en “frívolo” cuando éste se agota.
“Cuando busque trabajo, si según su juicio maduro el trabajo que tenía no es más una opción (agente inmobiliario, corredor hipotecario, publicidad, construcción, ventas al menudeo, trabajador de la industria automotriz, ¿qué se yo?), ahora puede ser el momento propicio, si es que es práctico, vivir su sueño. ¿Qué es lo que siempre ha deseado hacer? ¿Ha descubierto algunos talentos particulares y habilidades que lo distinguen de los demás? Observe sistemáticamente aquello en lo que encontraría más gozo en hacer y cuáles son las posibilidades de ganarse la vida a través de esto. Ese es un punto de inicio. Si el único trabajo que puede encontrar es de baja categoría, sea Ud. el mejor al desempeñarlo. Hágalo con creatividad y sin resentimiento y mejores oportunidades se presentarán en algún momento. Si Ud. hace lo que ama, jamás tendrá que “trabajar”. Una definición de felicidad podría ser: “Cuando te despiertas por las mañanas y lo que tienes que hacer es lo que escogerías hacer”.
“Evalúe su situación personal. Busque a personas que piensen como usted, en situaciones similares con habilidades complementarias. Hay una fuerza en la multitud. Un grupo con un objetivo puede iniciar un programa que podría ser impensable e inviable para un individuo”.

Lo que se muestra subrayado en la cita anterior es de mi cosecha. Estaré encantado si resulta que mi pensar está equivocado, sin embargo estoy pensando ahora que la prioridad en nuestro actuar va a ser la supervivencia. Gerald Celente nos proporciona algunas líneas de pensamiento. Por supuesto recen, eso es esencial, pero según el viejo proverbio, sigan también remando hacia la orilla.

A todos los lectores les envío mis bendiciones para el Año Nuevo.               

Kyrie eleison.

Mons. Richard Williamson, “Comentarios Eleison”, Nº 181, 1 de Enero de 2011.