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lunes, 7 de marzo de 2011

La “ideología” anticristiana del surrealismo.



Para comprender la “ideología”, el “que hay detrás” del movimiento “artístico” llamado “surrealismo”, basta leer la doctrina de sus principales promotores. El hombre sin Dios, el hombre que ha renegado de lo sobrenatural, cae, indefectiblemente en lo contranatural.
El filósofo del arte Hans Sedlmayr, en su obra “La muerte de la luz”, hace una interesante compilación de citas de los principales manifiestos y autores del surrealismo. Colección que nos muestra el espíritu anticristiano que guiaba este movimiento.
Veamos qué dice el autor:

El Surrealismo es mucho más que una simple secta artística que se puede, según el propio punto de vista, definir como “interesante” o “disparatada”. Es tal vez la representación más consecuente de la manera como “piensa”, “actúa”, “produce”, el hombre que ha renegado totalmente de Dios; totalmente, sin re­tener la “dignidad del hombre” o la “dignidad del trabajo”. Y esto nos concierne a todos. Frente al surrealismo es necesario to­mar posición. No puede uno ahorrarse esa toma de posición como aquel sector de la élite de la “inteligencia” europea, que escuchó las siguientes blasfemias sin protesta apreciable:

Tabla de valores surrealista I: Contra.

“No hay Dios, ni Biblia ni Evangelio, no hay palabra que de­tenga al espíritu” (La révolution surréaliste, Nº 3, 1925) [1].
“Hay que acabar con la explotación del hombre por medio del recurso absurdo e insultante a un pretendido Dios”. (André Breton, Prolegoménes à un troisiéme manifeste du surréalisme ou non, 1944).
“Catolicismo, clasicismo greco-romano - os cedemos vuestra infame hipocresía” (Lettre ouverte a M. Paul Claudel, 1925).
“... la gran claridad materialista de las iglesias incendia­das... el infinito gusanerío del cristianismo debe ser aniquilado... barrer a Dios de la faz de la tierra" (Manífest “Au feu”, 1931).
“...a la lucha contra ti, Papa, perro...” (del mismo lugar).
“...propietarios de burdeles de oración...” (Aragón dixit).
“...al diablo con la lógica...” (Tomado de Nadeau).
“La belleza, el valiente arte — última consecuencia de la ló­gica, es necesario destruirlos...”  (Tomado de Nadeau).
“El arte es una estupidez” (Jacques Vaché dixit).
“...las buenas madres, las buenas hermanas, las buenas se­ñoras, esta peste, estos parásitos de todo sentimiento y de todo amor” (La révolution surréaliste, Nº 9-10, 1927).
“...es necesario emplear todos los medios para acabar con la idea de familia, patria, religión”  (Tomado de Nadeau).
“Nunca trabajaré, mis manos están limpias” (Aragón).
Para los miembros del grupo, prohibición de trabajar” (To­mado de Nadeau).
“Y para empezar destruiremos la civilización que tanto apre­ciáis”. “Somos los derrotistas de Europa” (Aragón, La révolution surréaliste, Nº 4, 1926).
“Nombres de payasos que me gustan... Goethe...” (Ara­gón, 1928).
“¿Ha abofeteado usted ya a un muerto?”  (Aragón).
La esperanza es una falsa actitud del espíritu” (Tomado de Nadeau). "No hay salvación alguna".

Tabla de valores surrealista II: Pro.

El surrealismo proclama la omnipotencia de los apetitos” (Tomado de Nadeau).
“Sólo la tentación es divina” (A. Breton, L'amour fou, 1937).
“La insurrección absoluta, la total negación de la sumisión, el sabotaje como norma” (André Breton).
“No existe ningún orden revolucionario, sólo existen el desor­den y la locura” (Eluard, La révolution surréaliste, Nº 4, 1926).
“Repetimos que nosotros creemos en el poder absoluto de la protesta” (A. Artaud).
Ellos [los surrealistas, nota del autor] han reconocido la des­moralización como valor eminente, lo han procurado y cultivado sistemáticamente por sí mismo” (Tomado de Nadeau).
“No he buscado nunca otra cosa que el escándalo y lo he bus­cado como valor en sí” (Aragón, Le libertinage, 1924).
“El exhibicionismo es una de las acciones más puras, más des­interesadas que se puedan realizar” (Salvador Dalí).
“El Marqués de Sade es la principal figura de su [de los su­rrealistas, nota del autor] panteón” (Tomado de Nadeau).
Nuestros héroes son Violette Nozière, los parricidas, el de­lincuente anónimo contra el derecho constituido, el criminal cons­ciente y refinado” (Aragón, Les aventures de Telemaque).
“Abrid las cárceles...” (La révolution surréaliste, Nº 2, 1925).
El acto surrealista más simple consiste en ir por la calle con un revólver en la mano y disparar a ciegas sobre la multitud” (André Breton, Second manifeste du Surréalisme, 1929).
No existe frontera alguna entre el hombre normal y el anor­mal” (Tomado de Nadeau).
El suicidio es un instrumento de selección”  (Crevel). "Hay que organizar el pesimismo”  (Naville, 1927).
Una cierta desesperación es la suerte de los espíritus serios” (André Breton). "Los surrealistas están saturados de una pro­funda desesperación” (Tomado de Nadeau).


Hans Sedlmayr, “La muerte de la luz. Perspectivas generales sobre el arte moderno”, Monte Ávila Editores C.A., 1969. Págs., 43-45.


[1] Todas las citas están tomadas de M. Nadeau, Histoire du Surréa­lisme (París, 1948).