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miércoles, 2 de enero de 2013

¿Ecumenismo de santidad?



El Cardenal Ratzinger le da la comunión en la mano a Roger Schutz, 
quién no se ha convertido a la religión católica apostólica y Romana. 
Otro triste caso de falso ecumenismo.

Hablar con términos vagos o contradictorios como “sano laicismo” y, ahora, “ecumenismo de santidad”, nos recuerda la importancia del lenguaje y cómo este, siendo impreciso y ambiguo, puede conducir a errores y efectos incalculablemente desastrosos a las almas.
Como remedio para una restauración de la verdadera doctrina católica fundada sobre la Tradición apostólica, es conveniente huir de las palabras equívocas, de la terminología farragosa, evitar las expresiones seductoras y decir la verdad de cada cosa, tal cual es, sin ambigüedades, sin eufemismos para buscar la simpatía de los abiertos enemigos de la Verdad. Los comentarios al mensaje del Santo Padre, están realizados por la Publicación PCI. En este tema, hacemos nuestras la crítica de la publicación citada, a esta forma de encarar este ecumenismo que lleva como consecuencia al indiferentismo religioso.


Expresión del Santo Padre Benedicto que deja muchas dudas

“Testigo incansable del Evangelio de la paz y la reconciliación, ardientemente comprometido en un ecumenismo de la santidad, Frére Roger -ha subrayado el Santo Padre- impulsaba a todos los que pasaban por Taizé a ser buscadores de comunión. Tendríamos que inspirarnos en su ecumenismo vivido espiritualmente y dejarnos guiar por su testimonio hacia un ecumenismo realmente interiorizado y espiritualizado. Ojala que siguiendo su ejemplo, todos seáis portadores de este mensaje de unidad. Os aseguro el compromiso irrevocable de la Iglesia católica para seguir buscando los caminos de la reconciliación que llevan a la unidad visible de los cristianos. Y así, esta noche saludo con afecto especial aquellos de vosotros que son ortodoxos o protestantes”.

Del mensaje de Benedicto XVI a los jóvenes de Taizé reunidos en Roma. Vatican VIS, 2 de enero de 2013.

Nos preguntamos y le preguntamos a la Iglesia de siempre: 

¿Puede haber santidad sin Fe sobrenatural?

¿Puede haber Fe sobrenatural en una secta que desconoce a la Iglesia Católica como único camino de salvación, que niega muchos de los sacramentos, los dogmas marianos, la primacía pontificia, el valor del Magisterio, el sacerdocio, que desprecia la misa...?

¿Puede haber Fe sobrenatural entre quienes odian a la Iglesia Romana? En tal caso, ¿esa Fe, de existir, está alentada por la caridad? ¿No es el cisma, acaso, un pecado contra la caridad?

¿Puede haber santidad entre quienes no aceptan la doctrina revelada y definida por la Iglesia? 

La Iglesia de Siempre dice que NO. 

¿En virtud de qué cambio puede afirmar el Papa que en el grupo de Taizé, formado por protestantes, ortodoxos y “católicos” puede haber santidad o virtud sobrenatural y que eso pueda denominarse “santidad del ecumenismo”?  

La vaguedad de esta expresión, alarmante por cierto, ¿no esconde (o más bien muestra) una nueva doctrina, algo que entra bajo la advertencia y condena del Apóstol cuando dice “Pero si yo mismo o un ángel del cielo os predicara una doctrina distinta de la que yo os he predicado, sea anatema”?

Estas preguntas tienen respuestas bastante simples para quien las quiere buscar.


 El templo ultramoderno ecuménico de Taizé del cual fué superior Roger Schutz.