Los
Infocatólicos irabureanos continúan con su ataque a lo que ellos llaman “lefebvrianos”.
A continuación publicamos un artículo aparecido en el Blog Página
Católica, 29-06-2013, en respuesta a algunos de los sofismas en los que
incurre el bloguero Luis
Fernando Pérez Bustamante.
El macaneo de
Infocatólica
¿Lo hacen sin
querer queriendo?
Siempre nos ha causado
cierta sorpresa el modo en que Infocatólica informa las noticias que se
refieren a la Fraternidad San Pío X.
Probablemente se trate del
espíritu español, que ha dado sobradas muestras de ser, por un lado, más
papista que el Papa, y por el otro un tanto extremado y ardiente.
El padre Leonardo Castellani cuenta en su libro el Evangelio de Jesucristo, la siguiente anécdota que puede apoyar lo que acabamos de decir sobre los españoles y el Papado:
El general Yagüe fue recibido en
audiencia por el Papa Pío XII, el cual comenzó a decirle: “Sí, a
propósito de la república española, mi antecesor que quizá al principio no vio
claro...”, a lo que el militar español cortó diciendo: “¡Basta! ¡El Papa es
infalible! ¡No permito a Su Santidad que piense que su antecesor se ha
equivocado!”.
Lo cierto es que, después del último comunicado de la Fraternidad, Infocatólica ha publicado un par de notas de las cuales vamos a referirnos a la suscripta por su director Luis Fernando Pérez Bustamante, quien ha titulado “Los obispos lefebrianos se mantienen en su espíritu cismático”.
Dice allí Luis Fernando:
Es curioso que quienes apelan a la
Tradición se permitan el lujo de caer bajo el delito que fue castigado con la
excomunión por el concilio de Trento: “si alguno dijere que el Canon de
la Misa contiene errores y que por esta causa se debe abrogar, sea anatema” (1562,
Dz 1756, canon 6). Sin embargo, esos obispos afirman que “la nueva
misa, promulgada en 1969, debilita la afirmación del reino de Cristo por la
Cruz (“regnavit a ligno Deus”)... Juzguen ustedes mismos si se les aplica o
no el anatema tridentino.
El encono suele oscurecer la inteligencia, y este podría ser el caso, veamos:
Al ataque feroz lanzado por Lutero sobre la Misa, el Concilio de Trento respondió con varias condenas.
Una de ellas es la que
defendía el Canon de la Misa cuestionado por el heresiarca sajón. Pero ¿a qué
canon se refiere el Concilio Tridentino? Al Canon Romano, el único que tuvo la
Iglesia Romana desde los Apóstoles hasta 1969; y que ahora, a pesar de haber
pasado con varias modificaciones al Novus Ordo como Plegaria Eucarística I,
yace, en la práctica, olvidado casi por completo.
Nuestro colega Luis
Fernando debería saber que el derecho penal exige la interpretación restrictiva
de las normas, pues la pena que sufre el reo es la privación de un bien.
Por eso sólo se condena
cuando el delito se encuentra exactamente tipificado, y no se pueden aplicar un
tipo penal análogamente.
Mal se puede aplicar,
entonces, esta condena al juicio que se pudiera efectuar sobre una Misa a la
que no pudo referirse el Concilio Tridentino en el canon mentado, pues todavía
no existían ni el Nuevo Modo ni las plegarias que hoy utilizamos.
Pero además, la
Fraternidad no ha dicho nada sobre las Plegarias de la Misa Nueva en forma
específica; sino que el nuevo rito oscurece la naturaleza sacrificial y
propiciatoria del Sacrificio Eucarístico.
Aquí le llamamos macanear
a este modo de discurrir utilizado en Infocatólica.
Por otro lado y ya que
hablamos de Trento, sería bueno que Luis Fernando recordara el siguiente canon
que está en la misma Sesión, mismo capítulo por él mencionado:
“Si alguno dijere que el rito de la
Iglesia Romana por el que parte del canon y las palabras de la consagración se
pronuncian en voz baja, debe ser condenado; o que sólo debe celebrarse la Misa
en lengua vulgar,... sea anatema” (Sesión XXII, Cap IX, Can IX)
Hoy que el rito de la Iglesia Romana por el que parte del Canon y las palabras de la consagración se pronunciaban en voz baja, ha sido condenado (es decir, eliminado por completo).
Hoy que la Misa se celebra
exclusivamente en lengua vulgar, hasta el Papa la celebra a diario en Italiano
en Santa Marta.
¿Podemos decir que todos
los sacerdotes del mundo, incluido el Papa están excomulgados en virtud de este
canon tridentino?
Al final de su comentario
Luis Fernando fustiga a los “lefebvrianos” enrostrándoles estas palabras de San
Pío X:
“No permitáis que vosotros mismos seáis
engañados por las taimadas declaraciones de aquellos que persistentemente
claman que desean estar con la Iglesia, amar a la Iglesia, luchar para que la
gente no salga de ella… sino juzgarlo por sus obras. Si ellos desprecian a los
pastores de la Iglesia e incluso el Papa, si intentan por todos los medios
evadir su autoridad para eludir sus directivas y juicios… entonces, ¿de qué
Iglesia hablan esos hombres? Ciertamente no de la establecida sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas, con Jesucristo mismo como la piedra
angular” (Ef 2,20)
Pero otra vez se usan documentos en forma sesgada. San Pío X dirigió estas palabras a los Modernistas a quienes había condenado en su encíclica Pascendi Dominicis gregis dos años antes. Y hoy pueden ser aplicadas a sus hijos, los neomodernistas o progresistas que pululan por los dicasterios romanos y por las universidades católicas más famosas.
¿O qué creen nuestros
lectores que diría San Pío X, si se enterara de que Roma acaba de firmar una
declaración conjunta con los herejes protestantes para festejar en conjunto los
500 años del alzamiento de Lutero?
Finalmente, estimado Luis
Fernando, dejaremos abiertos los comentarios para lo que gustes aclarar. A
pesar de la política del medio que diriges que sólo da curso a opiniones
coincidentes con las vuestras, y silencian sistemáticamente cualquier disenso
sin importarles lo fundamentados que sean. ¿Tienen miedo a debatir los cultores
del diálogo?