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martes, 1 de octubre de 2013

Sigue el Combate por Cristo Rey.

Como estaba anunciado en algunas redes sociales, se llevó a cabo la defensa de la catedral Metropolitana de Buenos Aires y la Catedral de La Plata. Aquí una reseña de lo ocurrido.

De nuevo estamos, Jesús mío, en esto

[Página Católica – 30-09-2013]

Defensa de las Catedrales de Bs. As. y La Plata

La persecución de la tiranía mundialista contra el Cristianismo arrecia; mientras en Francia se han detenido a católicos por el solo “delito” de vestir ropas adornadas con símbolos antiabortistas, nos cuentan que en España se pide a los conductores que quiten sus Rosarios y otros símbolos católicos de sus vehículos, para poder transitar.

Mucho dinero se vierte en campañas internacionales a favor del aborto y la promoción del “estilo gay freenly”, y la Argentina, aunque es un país del fin del mundo, no está exenta.

Gracias a Dios, y por lo que se ve, las huestes diabólicas ven su número mermado, sobre todo porque en nuestro país, la crisis económica en ciernes no permite distraer dinero del erario público en esos menesteres (que esas son las bondades de tener problemas).

Lo cual no les ha impedido intentar, la semana pasada, dos ataques uno sobre la Catedral Primada de la Santísima Trinidad, y otro contra la Catedral de la Inmaculada Concepción, esa hermosísima construcción neogótica que es la más alta del mundo construida en ladrillos, orgullo de los vecinos de La Plata.

Pero allí estaban los soldados de Cristo Rey para presentarles batalla. Dejemos que uno de ellos nos lo cuente, solicitándo antes, que en otro caso similar, tengan a bien dirigirse a nuestra redacción para dar a conocer la inminencia de un ataque como los que acaban de pasar, pues una gran cantidad de católicos no estaban al tanto.


Defensa de las Catedrales bonaerenses 2013

(Primada de Bs. As. y La Plata).

27 y 28 de septiembre de 2013

“De nuevo estamos, Patria mía, en esto.
Tú, separada, sola, suplantada.
Yo, como siempre, tuyo y en mi puesto.”

Jorge Vocos Lescano

Los días viernes 27 y sábado 28 de septiembre de este Año del Señor, un pequeño grupo de católicos hicieron posible una DOBLE VICTORIA al defender con éxito las dos principales catedrales de Buenos Aires: la Catedral Primada y la Catedral de La Plata, contra el intento claro de profanación de los tenebrosos grupos sindicales, abortistas, universitarios y políticos varios que, con la excusa de conmemorar un nuevo aniversario del perturbador y criminal “Día por la Despenalización y Legalización del Aborto”(28 de septiembre), programaron de forma explícita y pública el brutal asalto a los dos templos.

Conocimiento que, digamos de paso, hace más culpables a los que omitieron asistir en la defensa de los templos mencionados: el que avisa no traiciona, dice el dicho, y en esta ocasión, puestos en sobre aviso (nobleza obliga reconocer en este caso la honestidad de la izquierda que hace pública su información), los católicos prefirieron pasar un fin de semana sin sobresaltos.

Como la amargura por la deserción de los buenos, que al parecer se olvidaron de los episodios de Posadas y la Catedral Primada el año pasado, y no lograron realizar un proceso cognitivo sencillo que los llevara a relacionar la acción criminal de los alumnos del colegio Nacional de Buenos Aires esta semana en la Iglesia de San Ignacio de calle Bolívar con otro posible asalto del mismo tenor dos días después; decimos, para no quedarnos en esas consideraciones, simplemente pasamos a resumir una sencilla estadística de los sucedido estos dos días, y que el que quiera leer, que se quede.


El pequeño grupo de católicos (pusillus grex).

En las escalinatas de la Catedral de La Plata

Eran de La Plata, xxxxx, algunos de la misma Capital Federal, quienes desafiando el frío y la lluvia, sin más armas que el Santo Rosario, las banderas argentinas y algún que otro cartel que defendía al Niño por Nacer, a la Santa Iglesia o a la Patria.

También tenían los puños para repeler alguna insolencia pretendida o realizada contra alguna de las chicas presentes en el lugar, lo mismo que para los pocos zurdos audaces que amagaron con entrar a pintar. No mucho más. “¡Y los Ángeles Custodios!”, como le gritó uno de los valientes muchachos en Capital Federal a un flaco marxistoide barato que se le burlaba con el pretexto de que eran pocos católicos. Un poco más numerosos en La Plata que en Capital Federal. Curas no hubo. Seminaristas tampoco.


El Arzobispo Primado y el Arzobispo de La Plata.

Se limitaron a solicitar el operativo policial por vía telefónica. Bravos operadores del numeral y el asterisco. ¿Quedarán en la historia por el uso varonil del aparato de comunicaciones?
Fuera de lo cual, no creemos tanto en la influencia de los prelados como en la necesidad de Macri o Scioli de no quedar escrachados con la profanación de otro templo, luego del chiste de los muchachos del colegio Nacional esta semana. No sea cosa de enemistarse con el Papa para no bajar la “imagen positiva" en la "intención de voto”.


Los operativos policiales.

En la Catedral Primada, la Policía Federal se comportó de forma intachable. Fue conmovedor ver como muchos efectivos rezaban el Rosario junto a los defensores. Luego, el Jefe del Operativo dispuso custodia para un grupo de estos chicos mientras iban a buscar el vehículo que los trasladaba, cosa de no caer en alguna emboscada del malevaje marxista. Alto valor de los policías, y evidentemente, mucho más arriesgados en esto que la clerecía cobarde, que permaneció oculta.

Catedral de la Santísima Trinidad 

El rosario, arma infalible

En la Ciudad de La Plata la historia fue otra. Iniciados los preparativos para la defensa, se presenta como Jefe del Operativo un matón encamperado con las insignias de la Policía Bonaerense, que a los gritos pedía que se desalojara el atrio de la Catedral, donde “no quería a nadie”, y mucho menos “esas banderas”, refiriéndose a las banderas argentinas, dicho lo cuál comienza a patear con las botas una bandera argentina de ceremonias, arrojándola con el impulso por los escalones de la Catedral.

Envalentonado el palurdo, no esperaba la reacción valiente de dos o tres muchachos que le pidieron explicaciones del accionar por el cual se prohibía en Territorio Nacional el uso de insignias patrias, cuando a metros de allí se alza sobre la calle una gigantesca bandera argentina, al tiempo que los grupos abortistas marchan exhibiendo siniestras figuras de los terroristas marxistas más conocidos y trapos con oscuras inscripciones.

Un poco a los gritos, un poco guapeando sin saber cual iba a ser la reacción de la bestia uniformada, se le avisó de forma enérgica que nadie se movía de la Catedral, que era de los católicos, dicho lo cual, se nos permitió quedarnos, pero con una curiosa adición: La custodia policial, vista nuestra cadena humana, y pidiendo permiso, se dirigió raudamente a posicionarse ¡detrás de nosotros!

 La policía bonaerense atrás de los católicos

Así quedamos, expuestos a la buena de Dios por el gesto gentil del Jefe del Operativo, “custodiando” a la bizarra Policía Bonaerense, para que nada les sucediese. Podrán ver las fotos para mayor deleite.

Podemos agregar más, pero no hay que gastar pólvora en chimangos. Se le requirió el nombre al bravo comandante del operativo, pero lo mantendremos en silencio para alguna otra ocasión.

Como apostilla, la horda burgués-comunista le robó, por medio de un arrebato, una cadena muy valiosa a uno de los varones que custodiaban la Catedral, pero tampoco en eso la policía quiso intervenir, quizá por el fastidio que suponía comenzar a trabajar cuando estaban tan cerca de concluir la jornada: ¡El adicional ya estaba cumplido! ¡Clink caja!


Los abortistas.

Muchos menos que el año pasado. Era un poco gracioso, pues ellos nos gritaban: ¡cada vez son menos! Siendo que ellos también lo eran. Evidentemente este año les cortaron la financiación y se fracturaron organizativamente por las elecciones de Octubre.

¿Violencia? Como siempre, muy agresivos, tensando al limite la posibilidad de disturbios y violencia. De hecho, ¿qué se puede esperar del marxismo, si no es caos y destrucción?

No dejaron barbaridad por proferir, atropello por cometer, robo de rosarios, manotazos, escupidas (con la lamentable experiencia de tener que ver a las mujerucas que los acompañan escupir… y escupir mal, para peor).

Pero el atropello que querían cometer no lo pudieron hacer, y eso les pesa. Por eso, antes de irse vociferaron: “Si el aborto no nos dan / que quilombo que se va armar; les cortamos las rutas / y les quemamos la catedral”.
Con la bencina que les quedó guardada, porque esta vez no pudieron. Pero, ¿a Usted le queda alguna duda de que lo van a intentar nuevamente?


El resultado.

Un éxito. Para mayor gloria de Dios. ¡No pasaron! Finalizada la acción de La Plata, última de este binomio combativo, se rezaron las oraciones para ganar las indulgencias del Santo Rosario: Paternoster, Ave María, Gloria Patri, Credo, y se cantó la Salve Regina y el Cristo Jesús, en Ti la Patria espera.
Luego ¡Viva Cristo Rey! y una visita al Santísimo Sacramento en reparación por los ultrajes cometidos contra Nuestro Señor y Nuestra Señora. 


¿Y ahora?

Y ahora se viene San Juan, en Noviembre: ¿Será otra deserción de los católicos fieles? ¿Hasta cuándo el tradicionalismo se va a seguir dividiendo entre la falsa tranquilidad burguesa, el cristianismo amariconado y el arte de esquivarle al combate?

Milicia es la vida del hombre sobre la tierra, dice Job, y sin embargo... muchos hacen oídos sordos y ojos ciegos a esta realidad sobrenatural… 
Mientras tanto, nosotros, pedimos a Dios fuerzas para conservarnos en nuestro puesto sin desfallecer: 

¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Patria! ¡Viva la Santa Iglesia Católica!