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jueves, 14 de noviembre de 2013

Doctrinas fuertes y contundentes.


“Hoy más que nunca (...) la sociedad necesita doctrinas fuertes y consecuentes consigo mismas. En medio de la disolución general de las ideas, solamente el aserto, un aserto firme, denso, sin mezcla, podrá hacerse aceptar. Las transacciones se vuelven cada vez más estériles y cada una de ellas se lleva un jirón de la verdad (...) Mostraos pues (...) tal como sois en el fondo: católicos convencidos (...)Hay una gracia unida a la confesión plena y entera de la fe: Esta confesión, nos dice el Apóstol, es la salvación de quienes la hacen y la experiencia demuestra que es también la salvación de los que la escuchan.”

Dom Guéranger, El Sentido Cristiano de la Historia, A.P.C., Guadalajara, s. f., págs. 44-45.