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sábado, 16 de noviembre de 2013

Madre de Dios, sí; madre de Dios Trino, no.


Con este breve artículo aclaratorio, recordamos a nuestros lectores, que en honor a la verdad, hubo cierto error vertido en los panfletos que repartían aquellos que se manifestaron en repudio de la celebración litúrgica de la “Kristallnacht” dentro de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.


MARÍA SANTÍSIMA ¡¿MADRE DE DIOS TRINO?!

Por: Roberto López-Geissmann H.

Sobre el caso de la irrupción de un grupo de jóvenes tradi a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires en pleno acto ecúmenico, mucho se ha dicho y escrito en estos días. Opiniones encontradas en cuanto a la valoración de tal iniciativa. Pero, en esta ocasión, quiero que nos centremos en un detalle no sin importancia: en un panfleto antiecuménico que los muchachos repartieron, al final, se dice que María es la Madre de Dios único y Trino.
Dicho de otra forma: MARÍA MADRE DE LA TRINIDAD. ¿Es eso correcto? ¿Pasable aun de forma apresurada, acomodaticia? Ya otras personas más versadas han dicho lo más atinado y citado a Santo Tomás y otras fuentes autorizadas. Invito a que se consulten tales citas pertinentes. Anticipo la conclusión: MARÍA NO ES MADRE DE LA TRINIDAD, SINO DE JESÚS, QUE ES DIOS. Madre de Dios en cuanto Jesús el Hijo de Dios es Dios, más no Madre de Dios en cuanto a las Tres personas. En los siguientes mensajes desarrollaremos el problema.
Antes de entrar en materia, no puedo de dejar de hacer una observación: este erroraso es muestra del grado de ignorancia que hay sobre nuestra fe AÚN EN LAS FILAS TRADI. Y créanme que lo digo no solo pensando en ese grupo de chicos, lo digo por algunos que conozco de cerca y también por varios contactos en la red. La existencia de grupos tradi no es garantía lamentablemente ni de ortodoxia, ni tampoco hay siempre pastores capacitados o con voluntad de apostolar mejor, o fieles deseos de profundizar su fe.
Esperamos que en el caso del grupo que irrumpió en la Catedral, se deba a un apresuramiento y a que no fue supervisado el panfleto por algún cura. Porque si no fue así… ¡Ni hablar! Que esto nos tenga vigilantes con nuestras amistades y colaboradores si estamos en algún grupo.
Entremos en el tema. Frente a la herejía de Nestorio, Patriarca de Constantinopla, que enseñaba que en Cristo hay dos personas y que María era Madre de la persona humana, pero no de la divina, y por tanto, María sería Madre de Jesús hombre, y no de Jesús Dios, la Iglesia en el Concilio Ecuménico de Éfeso (431) condenó esa doctrina y proclamó que  MARÍA ES MADRE DE DIOS, PORQUE EN JESÚS HAY UNA SOLA PERSONA, NO DOS, AUNQUE CON DOS NATURALEZAS, DIVINA Y HUMANA, Y MARÍA ES MADRE DE CRISTO, LA SEGUNDA PERSONA DE LA TRINIDAD SANTÍSIMA, y al ser Cristo Dios verdadero, al igual que el Padre y el Espíritu Santo,María es POR ESA RAZÓN, MADRE DE DIOS.
De María, el Hijo de Dios recibió solo la naturaleza humana, pero no por ello su maternidad es imperfecta. Todo padre o madre lo es de alguien, que es una persona, con un centro intelectual, volitivo, psicológico, entitativo individual único. “La persona, según la definición clásica del pensador romano Boecio, es «la substancia individual de naturaleza racional» (Liber de persona et duabus naturis, ML, LXIV, 1343). El Aquinate asumió esta definición, precisando y profundizando su sentido (STh I, q. 29, a. 1-3). También definió la persona con estos términos parecidos, más precisos: «Persona es el subsistente distinto en naturaleza racional» (De Potentia, q. 9, a. 4, in c.)”(Cf. http://www.gratisdate.org/nuevas/stotomas/ch24.htm)
 De allí que María es Madre propia y enteramente de la única persona que hay en Jesús: el Hijo de Dios. No porque no le haya dado la divinidad significa que sea menos madre, así como tampoco porque el Padre no le haya dado la humanidad de forma inmediata ex Deo ad intra Trinitatis, no implica que sea menos entera y realmente Jesús Hijo Suyo.
Las naturalezas de los seres condicionan las posibilidades de su reproducción o generación. María al ser enteramente humana, no puede sino concebir a un ser humano. Dios al ser totalmente divino, no puede sino engendrar a una ser divino. Dios Padre y María Santísima pueden decir con total propiedad de Jesús. “Tú eres mi Unigénito”, en virtud del especial carácter teándrico de Jesucristo, es decir su constitución humano-divina, bajo la única persona del Hijo de Dios. María es Madre de Dios, entonces, no porque le haya dado la vida a Dios en cuanto tal, sino porque concibió al Hijo de Dios en cuanto a su naturaleza humana, unida indisolublemente a la divina, en la unión hipostática, es decir, desde el momento de la Encarnación, la Segunda Persona de la Trinidad quedaría para siempre perfecto hombre y perfecto Dios, sin que nunca jamás estas realidades se confundan ni se disuelvan.
Pero la extensión de la divina maternidad de María se limita A LA PERSONA DEL HIJO DE DIOS. Veamos las consecuencias de concebir a María como Madre de Dios en cuanto a su Trinidad. 1. Sería ubicarla en un plano ontológico divino, pues lo que diferencia a las Tres Divinas personas entre sí, no es su común esencia, sino sus RELACIONES DE OPOSICIÓN CIFRADAS EN ORIGEN DISTINTO DENTRO DE LA DIVINIDAD. Si María fuese Madre de la Trinidad…¡LA CONVERTIMOS EN UNA NUEVA PERSONA DIVINA, UNA CUATERNIDAD! Y puesto que el Padre es la Primera Persona, por ser principio sin principio en la Trinidad, si decimos que María es Madre de Dios Trino, necesariamente la hacemos, ni más ni menos, que Madre de… ¡Dios Padre! , poniéndole entonces su origen en Ella. Lo que sería una contradicción colosal, de una Persona no principiada, siendo originada en María, como el “principio del principio sin principio”…Luego, yendo más lejos con este desarrollo argumental, el Padre, “Hijo de María”, engendraría con Ella al Hijo de Dios, convirtiéndola no solo en principio primerísimo de la divinidad, sino también, en causa no solo instrumental, sino directa, del Hijo de Dios. Finalmente, junto con el Padre y el Hijo, sería “co-espiradora” del Espíritu Santo. Y lo más insólito no se ha señalado: si es Madre de Dios Trino… ¿habría necesidad de un “Padre” de Dios Padre?
Lo planteado no lo pongo como mera imaginación, sino como una posibilidad hipotética lógica que creo que se apega a las nociones teológicas de Dios Uno y Trino, si siguiéramos coherentemente las consecuencias de una maternidad de María extensible a las demás Personas Divinas, aparte de la del Hijo de Dios.
La otra posibilidad. Para que María fuera “Madre de Dios Trino”, esta vez, reconociendo que Ella es entera y solamente HUMANA, se precisaría entonces que no solo el Hijo de Dios, sino las otras dos Divinas Personas SE HUBIERAN ENCARNADO. Porque María le hizo partícipe de su humana naturaleza a Dios Hijo, por lo cual le puede reconocer por Madre, si Ella lo fuera de la Trinidad entera, el Padre y el Espíritu Santo deberían haber también participado de la carne de María, cual sucedió con el Hijo. Consecuencias: la TOTAL SUJECIÓN DE DIOS A LO NATURAL, UNA DEGRADACIÓN DE LA ESENCIA DIVINA, pues pondría al Padre, principio inmanifestado por esencia y sin principio, ajeno a lo condicionado, en el plano existencial de lo mutable.
Si Dios permanece en un nivel supraesencial, más allá de lo cognoscible, de lo manifestable, de lo contenible, infinito, es porque solo una Persona Divina se encarnó, permaneciendo las demás ajenas a la mudanza, hecho que no le resta nada a la divinidad perfecta de Jesús. Pero si Dios Trino fuera “Hijo” de María, y siendo ella solo y toda humana, la herencia que podría brindarle es conferirle su naturaleza humana y con ello, quedaría destruida justamente, la esencia misma de Dios, ya no solo MANIFESTADO EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO, sino ¡TOTALMENTE CIRCUNSCRITO A ELLO!

En conclusión: la proposición aquí revisada es un error colosal. Diviniza a María, al colmo de tácitamente plantear una “cuaternidad” en Dios, u hominiza, naturaliza tanto a la divinidad que la termina destruyendo. En uno u otro caso, las consecuencias lógicas de afirmar la maternidad de María respecto a Dios Trino son tales, que si fuera sostenida esta proposición con pertinacia, y enfrentándose con insolencia al dato revelado y al Magisterio de la Iglesia, ¡me atrevo a decir que sería una de las herejías más monstruosas y blasfemas que haya conocido el mundo en toda la historia! Espero que estas reflexiones hayan sido útiles para quienes las hayan leído, para gloria de Dios, honra de Su Madre, Hija y Esposa, María Inmaculada, e indulgencia para este pecador. Si alguna cosa hubiere dicho contraria a la ortodoxia, sépame Dios perdonar, y pediría entonces la debida fraterna corrección.