El Padre Malachi Martin trabajó con los más
altos dignatarios de la Iglesia Católica, tuvo 3 doctorados y acceso
directo al Papa. Eminente teólogo, experto en la Iglesia
Católica, ex-Jesuita y profesor en el Instituto Bíblico Obispal del
Vaticano; es el autor de libros exitosos, Vaticano, El Último Cónclave,
El Rehén del Diablo, Los Jesuitas y The Windswept House (El Último Papa),
entre otros.
Él estaba especializado en teología en Lovaina.
Allí recibió doctorados en Idiomas Semíticos, Arqueología e Historia
Oriental. También exorcista por más de 20 años del Vaticano.
Como consecuencia estudió en Oxford y en la
Universidad hebrea de Jerusalén. De 1958 a 1964 sirvió en Roma dónde era
un allegado al renombrado Cardenal Jesuita Agustín Bea y al Papa Juan
XXIII. Martin falleció a finales de 1999. Él fue uno de los que leyó el famoso
Tercer Secreto de Fátima.
El controvertido sacerdote Católico Malachi
Martin no vive en una rectoría, seminario, o cualquier otro lugar para
clérigos. En los años 60, después de dejar su trabajo en el
Vaticano, obtuvo dispensa de sus votos como miembro de los Jesuitas y
comenzó a vivir como un seglar con aprobación canónica. El padre Martin
oficiaba la santa misa en privado, pero estaba muy preocupado con la total
alteración de “prácticamente todo lo Católico” en las últimas tres décadas
(de 1960 a 1990).
Su libro más reciente, una novela titulada
Windswept House (publicada por Doubleday en 1996), describe las intrigas
políticas y religiosas de un pequeño grupo de miembros del Vaticano que
ocupan altos cargos y trabajan para que la Iglesia Católica acepte el
Nuevo Orden Mundial. La novela describe los esfuerzos de cardenales
desleales que trabajan febrilmente para subvertir al Papa y la Iglesia, y
no dudan en asesinar, chantajear, y practicar el satanismo.
El padre Martin fue entrevistado en su
residencia de Nueva York por John F. McManus, editor del The New American.
El Último Papa inicialmente se
localizaba en 20 dólares y ahora no se consigue en menos de 100 dólares por que
“está fuera de catálogo”.
P. Usted dice que su libro no es ni ficción
ni realidad, sino un trabajo de “hechos”. ¿Qué quiere decir con eso?
R. Windswept House es una novela. Pero en un
85% se basa en hechos reales, y muchos de los personajes que aparecen en
ella son reales aunque les haya dado nombres de ficción. Hay también
algunas personas vivas que menciono, como Mikhail Gorbachev, que es el mismo
de la realidad. Y unos pocos personajes clave que son realmente una
composición de varias personas reales.
P. Usted abandonó los Jesuitas y la vida
sacerdotal ordinaria hace más de 30 años. En aquel tiempo usted estaba
destinado en el Vaticano como persona de confianza del Papa Juan XXIII y
del Cardenal Agustín Bea. ¿Qué causó que usted se fuera?
R. Cada vez me era más difícil ver a Cristo en
alguno de mis superiores inmediatos. No había causa liberal que el
Cardenal Bea no persiguiera. Incluso entonces percibía al jefe de
los Jesuitas de esa época, el padre Jean Baptiste Janssens, como enemigo
de la fe. Mis colegas creían que el juramento formal contra el modernismo,
requerido entonces de cada sacerdote pero posteriormente descartado, era
una broma. Ese juramento nos obligaba a oponernos a la “renovación” del
dogma. En esencia, el modernismo sostiene que los dogmas cambian —
un absurdo total. No podía seguir prestándome a esa subversión.
P. Entonces usted abandonó los Jesuitas.
Pero eso no le liberó a usted de sus obligaciones como sacerdote. ¿Cuál es
su estatus actual?
R. A petición mía, el Papa Pablo VI me
concedió un estatus universal por el cual no estaría bajo la supervisión
de ningún obispo. No me visto como un sacerdote y no ocupo ningún puesto
sacerdotal. Pero aún soy un sacerdote.
P. Cuando usted quiso marcharse ¿hubo algún
intento de retenerlo?
R. Sí, me dijeron que podía llegar a cardenal,
que tenía conocimientos bíblicos, facilidad con los idiomas, juventud,
buena salud, buena memoria, y todo ello me situaba como candidato para ser
promocionado. Pero no quise quedarme porque veía que la fe estaba
siendo comprometida por muchos.
P. Su libro empieza con una vívida
descripción de una “Misa Negra” sacrílega celebrada en 1963 en Charleston,
Carolina del Sur. ¿Ocurrió eso realmente?
R. Sí, sucedió. Y también es un hecho que
participaron altos cargos eclesiásticos del Vaticano por teléfono. La
mujer joven forzada en el ritual satánico aún vive, y felizmente ha sido
capaz de casarse y de llevar una vida normal. Ella dio los detalles del
suceso.
P. Usted se refiere a uno de sus
principales personajes como el “Papa Eslavo” y otro como el “Cardenal de
la Ciudad Secular.” ¿Se refiere usted al Papa Juan Pablo II y al difunto
Cardenal Joseph Bernardin de Chicago?
R. No puedo confirmar esas especulaciones. He
escrito un libro “factual.” No es un documental. Hay por ahí un glosario
que supuestamente da los nombres reales de docenas de mis personajes.
P. Además del “Cardenal de la Ciudad
Secular,” usted describe negativamente a muchos otros cardenales y
obispos. ¿Están estas caracterizaciones basadas en hechos reales?
R. Sí, entre los cardenales y la jerarquía hay
satanistas, homosexuales, anti-papistas, y cooperadores para conseguir un
gobierno mundial.
P. ¿Hay tanta intriga y deslealtad en el
Vaticano como su libro parece indicar?
R. Hay más de la que he suministrado en el
libro. El Papa está rodeado de hombres con atuendo clerical que no tienen
la fe Católica; trabajan con fundaciones, organizaciones,
grupos internacionales, instituciones financieras, gobiernos,
universidades, y otras agencias para traer un nuevo orden mundial.
P. En su libro usted dice que influencias
subversivas en las posiciones clericales más elevadas de la Iglesia están
trabajando para traer un nuevo orden mundial. ¿Qué quiere usted decir
con “nuevo orden mundial?”.
R. En su forma completamente planeada, habrá
una globalización monetaria, y el flujo de capital y mercancías será
gestionado por una entidad central única, como el Banco de Compensaciones
Internacionales de Suiza. Cualquier nación que no se someta al
sistema globalizado perecerá. Adicionalmente, habrá unas Naciones
Unidas expandidas que extenderá su nueva estructura ética… Esto
reemplazará a los Diez Mandamientos y será la base de una nueva religión
universal sin Dios. Todos los Cristianos, sobre todo los Católicos, serán
forzados a soportar un martirio en el que se les requerirá abandonar todo
lo que crean, serán presionados a que acepten la nueva forma del estado
con su nueva religión. Este nuevo orden mundial no estará centrado en un
grupo de edificios desde los que los emisarios saldrán a dar órdenes al
mundo. Habrá legislaciones nacionales, pero los gobiernos del mundo
estarán dirigidos por quienes estén en la cima.
P. ¿Qué quiere decir con la “cima”?.
R. La fuerza que subyace y de la que he
escrito en Windswept House (El Último Papa) se estructura como en una
pirámide. Es ancha en la base, donde muchos individuos persiguen sus intereses
y esperan ser elevados a posiciones superiores. Hay cada vez menos habitantes
a medida que se asciende en la estructura. Solo unos pocos llegan al último
nivel de mando, la cima de la pirámide. Estos individuos no tienen ninguna
lealtad a las naciones de las que proceden; son un nuevo tipo de ser
humano, internacionalistas que buscan controlar a la humanidad. No tienen
un Dios, pero colectivamente, pretenden usar la religión, los gobiernos, y
cualquier cosa que encuentran útil para imponer su voluntad. Por ejemplo,
opino, que la URSS no se desintegró de forma natural, sino que colapsó por
una orden premeditada. Esas órdenes vinieron de la cima.
P. ¿Prevé usted represión física en este
nuevo orden mundial?
R. Sí, aunque de un nuevo tipo. Las fuerzas
determinadas a conseguir el poder total ciertamente crearán campos de
detención, pero los individuos enviados a ellos serán siempre víctimas de
procedimientos completamente legales; serán declarados culpables de romper
la ley.
P. ¿Es la Iglesia Católica un mayor
objetivo que otras iglesias?
R. Sí, porque es una organización internacional
independiente a la que no se le puede permitir que exista como competidor.
La Iglesia Católica tiene su propio cuerpo diplomático de embajadores
destinados en las naciones industrializadas del mundo. Hay 180 naciones
que han enviado embajadores al Vaticano. Ninguna otra iglesia atrae tanta
atención. Los que trabajan para el nuevo orden mundial deben controlar
esta organización única. El proceso que utilizan para conseguir esto se
describe en Windswept House. En el libro escribo, “la Iglesia
es el sine qua non para la llegada del nuevo orden
mundial.”
P. ¿Usted ha descrito lo que sería
prácticamente una total desintegración de la Iglesia Católica que incluye
una negativa por parte de los líderes de la Iglesia para expulsar a los herejes
y teólogos apóstatas, detener la falsa anulación de matrimonio, expulsar a
los homosexuales, forzar a los obispos a que se adhieran a las leyes y
dogmas de la iglesia, etc. En un libro anterior, usted excusa al Papa
por no tomar medidas para poner fin a estos abusos, aludiendo a que había
buenas razones para su sorprendente tolerancia. Ahora, sin embargo, ha
adoptado una actitud mucho más dura que ya no ofrece excusas por su
inacción. ¿Por qué la nueva actitud?
R. Es demasiado tarde para tratar de
encontrar excusas. El Papa debe utilizar su autoridad para salvar a la
Iglesia de sus enemigos internos. El problema dentro de la Iglesia de hoy es
la apostasía, el haberse apartado de los dogmas fundamentales,
especialmente por aquellos que ocupan altos puestos. Esto no es lo mismo
que la herejía y el cisma. Los apóstatas deberían ser expulsados. Cuando
se les permite seguir dentro, el pueblo poco a poco cae en la
misma apostasía.
P. ¿No cree que algunos católicos se
molestarán con usted debido a su crítica al Papa y su condena
a los más altos funcionarios de la Iglesia?
R. Algunos ya lo están. Sin embargo, los Papas
son hombres ordinarios que son elevados a un nivel extraordinario y se les
da poderes extraordinarios. En general, pero una cuestión muy concreta,
son falibles como lo fueron Pedro y Judas. En cuanto a los cardenales y
obispos, hay muchos grandes santos, pero la iglesia ha sido dañada durante
mucho tiempo por la intriga y deslealtad de algunos de ellos.
P. ¿Lo que usted describe tiene algo que
ver con los planes del Carbonari italiano del siglo 19?. ¿Ese grupo se
estableció para infiltrarse en la Iglesia de modo que el clero católico y la
gente siguiera sus instrucciones?
R. Precisamente! Sin embargo, la
Carbonari nunca fue una asociación fantasmagórica que funcionara en
secreto con capuchas y sombreros altos. Si usted entiende la táctica de
los Carbonari, usted sabe que sus dirigentes nunca intentaron destruir la
Iglesia, sino que su intención era utilizarla. Reconocieron la Iglesia
como una fuerza de estabilización social en el mundo y que querían su
control para sus propios fines. Su objetivo central era rodear al Papa
y al Vaticano y tener a la Iglesia siguiéndoles. Su plan siempre fue
coptar a la iglesia poniendo a su gente en los seminarios y
conventos, no destruirla.
P. ¿Ha habido algo parecido a lo que
describe en los 2000 años de la Iglesia Católica?
R. No, nada que se le parezca. Nunca ha
habido un momento en que prácticamente en todos los niveles de la Iglesia,
la apostasía es fomentada, protegida, permitida, y ni siquiera condenada.
Todo esto significa una cosa para mí: Esto no significa el final de la
Iglesia; significa el final de la estructura de la Iglesia tal como la
conocemos.
Y yo no espero que al final la Iglesia
Católica en América termine rompiendo con Roma y crear un cisma
formal. Cuando hay apostasía, el desconocimiento de los católicos los hace
seguir obedientes, si hay un cisma formal en lugar de la apostasía de los
prelados de América – y los prelados de cualquier nación anunciando una
ruptura formal – perderían la obediencia del pueblo.
P. Una de las varias personas que viven en
su libro cuyo nombre en realidad es Mikhail Gorbachev. ¿Es más o menos
peligroso para la humanidad ahora que ya no es el líder de la ex Unión
Soviética?
R. Él es mucho más peligroso. Está destinado a
grandes cosas en los planes de aquellos que están llevando a cabo “el
proceso” que lleva al nuevo orden mundial.
P. Su libro menciona “el ocaso de la OTAN”.
¿Quiere decir que la OTAN está a punto de desaparecer?
R. No, me refiero al ocaso de la OTAN, en
relación a para que fue concebida. Originalmente se formó como una alianza
militar para oponerse a cualquier posible avance soviético hacia el oeste.
No hay más Unión Soviética que era la gran amenaza militar para Occidente. La
OTAN debería haberse disuelto, pero su estructura es útil, por lo que se
está dando un nuevo papel político y económico.
P. Usted menciona el Consejo de Relaciones
Exteriores, (CFR) pero sólo brevemente. ¿Cuál es su actitud ante el CFR?
R. No es el cerebro detrás de todo
esto. Hay un nivel superior de autoridad y la planificación que se
basa en el CFR y otros grupos. Esta es la Cima que he mencionado anteriormente.
P. ¿Cómo han tratado los encuestados su
libro?
R. No ha habido malos comentarios. Sin
embargo, numerosos encuestados han hecho una revisión de mi libro y del
libro “Humo Blanco” de Andrew Greeley, que recomienda la elección de otro
Papa que enfrentaría los problemas que la Iglesia sufre hoy en día. Eso, por supuesto, no
es lo que se necesita, sin embargo, los encuestados se refieren a él como un
conservador y a mí como un radical. Es gracioso.
The New York Times no ha revisado mi
libro y yo no espero que los editores de su libro lo hagan. No hace mucho
tiempo, otro trabajo mío estuvo en la lista de best-sellers del Times, y
se referían a mí simplemente como “una buena lectura”.
P. ¿Qué es lo siguiente de Malaquías
Martin?
R. En el siglo XII, el erudito judío
Maimónides escribió para su pueblo una “Guía para los perplejos”. Espero
escribir un libro parecido para ayudar a los católicos durante este
período muy sorprendente en la historia.