martes, 28 de julio de 2015

Juan Manuel De Prada: Pedir perdón.


Un artículo del periodista y escritor Juan Manuel De Prada relativo al pedido de perdón realizado por Francisco con relación a la conquista de América.

[Visto en XL Semanal, 28-Jul-2015]

PEDIR PERDÓN

Hace unas semanas, escuchábamos al Papa (en sintonía con sus predecesores) pedir perdón «por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América». No entraremos aquí a señalar, por archisabidos, los peligros de enjuiciar acontecimientos pretéritos con mentalidad presente. Señalaremos, en cambio, que como cabeza de la Iglesia el Papa sólo puede pedir perdón por los crímenes que haya podido perpetrar o amparar la institución que representa; pues hacerlo por los crímenes que pudiera perpetrar o amparar la Corona de Castilla (luego Corona española) es tan incongruente como si mañana pidiese perdón a los sioux por los crímenes perpetrados por Búfalo Bill. Además, el Papa sólo puede pedir perdón por crímenes que la Iglesia haya podido cometer institucionalmente, con el amparo de leyes eclesiásticas, no por crímenes que hayan podido perpetrar por su cuenta clérigos más o menos brutos, salaces o avariciosos; pues pedir perdón por acciones particulares realizadas en infracción de las leyes emanadas de la instancia suprema es un cuento de nunca acabar que no sirve para sanar heridas, sino tan sólo para excitar el victimismo de los bellacos.
Yo vería muy justo y adecuado que la reina de Inglaterra o el rey de Holanda pidieran perdón por los crímenes institucionalizados que se realizaron en las colonias sojuzgadas por sus antepasados, donde los nativos por ejemplo tenían vedado el acceso a la enseñanza (en las Españas de Ultramar, por el contrario, se fundaron cientos de colegios y universidades), o donde no estaban permitidos los matrimonios mixtos (que en las Españas de Ultramar eran asiduos, como prueba la bellísima raza mestiza extendida por la América española), porque sus leyes criminales así lo establecían. Pero me resulta estrafalario que el Papa pida perdón por crímenes cometidos por españoles a título particular, y en infracción de las leyes promulgadas por nuestros reyes. Porque lo cierto es que los crímenes que se pudieran cometer en América fueron triste consecuencia de la débil naturaleza caída del hombre; pero no hubo crímenes institucionalizados, como en cambio los hubo en Estados Unidos o en las colonias inglesas u holandesas, pues las leyes dictadas por nuestros reyes no sólo no los amparaban, sino que por el contrario procuraban perseguirlos. 
Colón había pensado implantar en las Indias el mismo sistema que los portugueses estaban empleando en África, basado en la colonización en régimen asalariado y en la esclavización de la población nativa. Pero la reina Isabel impuso la tradición repobladora propia de la Reconquista, pues sabía que los españoles, para implicarse en una empresa, necesitaban implicarse vitalmente en ella; y en cuanto supo que Colón había iniciado un tímido comercio de esclavos lo prohibió de inmediato. En su testamento, Isabel dejó ordenado a su esposo y a sus sucesores que «pongan mucha diligencia, y que no consientan ni den lugar a que los indios reciban agravio alguno ni en su persona ni en sus bienes». Este reconocimiento de la dignidad de los indígenas es un rasgo exclusivo de la conquista española; no lo encontramos en ninguna otra potencia de la época, ni tampoco en épocas posteriores. Los indios fueron, desde un primer momento, súbditos de la Corona, como pudiera serlo un hidalgo de Zamora; y los territorios conquistados nunca fueron colonias, sino «provincias de ultramar», con el mismo rango que cualquier otra provincia española.
Algunos años más tarde, conmovido por las denuncias de abusos de Bartolomé de las Casas,Carlos I ordenó detener las conquistas en el Nuevo Mundo y convocó en Valladolid una junta de sabios que estableciese el modo más justo de llevarlas a cabo. A esta Controversia de Valladolid acudieron los más grandes teólogos y jurisconsultos de la época: Domingo de Soto, Melchor Cano y, muy especialmente, Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda; y allí fue legalmente reconocida la dignidad de los indios, que inspiraría las Leyes de Indias, algo impensable en cualquier otro proceso colonizador de la época. Por supuesto que durante la conquista de América afloraron muchas conductas reprobables y criminales, dictadas casi siempre por la avaricia, pero nunca fueron conductas institucionalizadas; y la Iglesia, por cierto, se encargó de corregir muchos de estos abusos, denunciándolos ante el poder civil.
Antes de pedir perdón por crímenes del pasado, conviene distinguir netamente entre personas e instituciones; de lo contrario, uno acaba haciendo brindis al sol. Tal vez procuren muchos aplausos, pero son aplausos de bellacos.

www.juanmanueldeprada.com

Evolucionismo para no evolucionados. P. Dr. Carlos Baliña.

Presentamos aquí un texto muy sencillo que el P. Dr. Carlos Baliña nos envió con el objeto de hacer entendible la teoría evolucionista para todos los neófitos. También, del mismo autor, tenemos una conferencia en mp3 para los que puedan escucharla. Se puede descargar de aquí. Tomado de nuestra sección sobre evolución y evolucionismo.





EL EVOLUCIONISMO

P. Dr. Carlos Baliña
Licenciado en Física (Univ. de Bs.As.); Dr. en filosofía (Univ de Barcelona)

El propósito del presente trabajo es realizar un examen crítico de la teoría de la evolución desde las ciencias particulares y la filosofía. Como veremos el juicio va a ser negativo con respecto al evolucionismo tal cual nos lo presentan los medios masivos de comunicación e inclusive la comunidad científica internacional. Comenzaremos por exponer en forma breve la doctrina evolucionista.
Sabemos que el origen esta teoría se remonta al siglo XIX cuando en el año 1859 un naturalista inglés, Charles Darwin, luego de un viaje alrededor del mundo en la corbeta Beagle escribió un libro que causó realmente una conmoción extraordinaria en el campo de las ideas: E1 origen de las especies. Darwin pretendía en ese libro dar una explicación racional y natural al origen de todos los seres vivientes sobre la faz de la tierra, tanto los vegetales como los animales. Darwin postulaba un mecanismo por el cual habrían aparecido todas las especies vivientes: lo llamó selección natural. Él llegó a esta idea de selección natural partiendo de la observación del modo en que procedían los criadores de ganado en su Inglaterra natal. Observó como los criadores de ganado bovino, equino, etc., por medio de cruzas convenientemente elegidas habían logrado una gran variabilidad dentro de las especies. Si uno piensa por ejemplo en los perros, por medio de cruzas convenientemente elegidas uno puede obtener desde un chihuahua hasta un gran danés, y toda la variedad de razas distintas que conocemos. En consecuencia Darwin postuló que la naturaleza obra como un gran “criador”, no “creador”: a la manera de los “gentlemen farmers” ingleses, la naturaleza también había perfeccionado características de los individuos hasta lograr la diversidad de especies diferentes que conocemos actualmente.
En consecuencia Darwin ideó un concepto nuevo, que trajo muchísima cola desde todo punto de vista: el de supervivencia del más apto. La naturaleza favorecería el desarrollo de los caracteres propios de los individuos más aptos. Todos tenemos alguna idea de este concepto pues ha sido divulgada de todas las formas posibles por los medios de comunicación. En la lucha por la supervivencia, por ejemplo, la gacela más rápida va a sobrevivir frente al acecho del león; a su vez, esa gacela más rápida transmitiría su rapidez a sus descendientes. Y lo mismo con cualquier tipo de ser vivo: el más apto en la lucha por la supervivencia transmitiría esa aptitud (fitness) a su descendencia. Con el correr de millones y millones de años, o sea un tiempo suficientemente prolongado, pequeñas divergencias irían amplificándose hasta producir todos los seres vivos que conocemos en la actualidad. La selección natural sería entonces el mecanismo por medio del cual aparecerían los seres vivos.
Pero Darwin no tenía suficiente base biológica para hacer estas afirmaciones. Sin embargo, paralelamente a sus investigaciones tiene lugar un descubrimiento revolucionario: el de las leyes de la herencia, realizado por un monje agustino checo, el Padre Gregorio Mendel, quien entre 1856 y 1864 descubre las leyes de la herencia, o sea la forma en que se transmiten los caracteres específicos de los progenitores a su descendencia. Sabemos que el descubrimiento del Padre Mendel cayó en el olvido durante décadas, pero fue redescubierto y afortunadamente se le dio, mucho tiempo después, el crédito por el mismo. Él realizó sus investigaciones cruzando guisantes, o sea porotos.
Por fin, ya en pleno siglo XX, entre 1930 y 1940 surge la teoría definitiva de la evolución, llamada neodarwinista o sintética. Neodarwinista pues es un perfeccionamiento de la teoría original de Darwin, adjuntándole los descubrimientos de la genética moderna. Sintética por tratarse del resultado de la síntesis de dos ideas fundamentales: la selección natural y la genética moderna.
¿Cuáles son los dos pilares básicos de esta teoría neodarwinista o sintética de la evolución? Uno, la selección natural, que le debe a Darwin, y el otro es, diríamos, el motor de la evolución, lo que da su razón de ser a todo el proceso: las llamadas mutaciones aleatorias. Se descubrió, a raíz de las investigaciones de la genética que dentro del ser vivo, en lo más íntimo de él, se producen pequeños cambios o mutaciones; mutar es cambiar. Y esos cambios son aleatorios, o sea al azar. Cambios al azar que se van dando dentro del ser vivo, y que la selección natural, a modo de criba, iría filtrando, seleccionando.
No estaría de más hacer un pequeño dibujo para dar una idea más acabada acerca del modo en que se transmite la información genética. Los seres vivos están compuestos por células; éstas a su vez tienen una membrana, un citoplasma y un núcleo. Dentro del núcleo hay unos corpúsculos llamados cromosomas. Estos cromosomas están formados por una substancia llamada ácido desoxirribonucleico, o ADN. Este ADN es una gigantesca macromolécula gigantesca (en términos moleculares) de varios millones de peso atómico, de forma espiralada; una doble hélice, cuyos tramos se denominan genes. Estos genes contendrían toda la información necesaria para, a partir de una única célula original o huevo, generar al individuo completo.

 

Pues bien, en la división celular, este ADN se autoduplica: la doble cadena se separa y cada mitad produce una réplica exacta de sí misma. Luego se produce la división del núcleo y por fin de la célula. Ahora bien, al producirse dicha autorreplicación del ADN pueden producirse errores de copia, por diversas causas: substancias químicas, radiaciones, e inclusive el azar mismo. Ese error de copia, obviamente pasa a la nueva célula, que a su vez se dividirá y transmitirá dicho error, y así sucesivamente. Si dicho error de copia afecta a una célula germinal, la variación se transmitirá a la descendencia. En consecuencia, este mecanismo podría ir produciendo la variación de las especies a lo largo del tiempo, y la selección natural obraría a la manera de filtro o criba de todo el proceso, haciendo que aquellas mutaciones que no sirven para nada desaparezcan: por ejemplo, una mutación que hiciese al animal más lento, provocaría la desaparición de dicha estirpe. A su vez, una mutación que permitiese al animal desarrollar una habilidad que lo hiciese más apto en 1a lucha por la supervivencia, atravesaría la criba de la selección natural y se perpetuaría en su descendencia que estaría más capacitada para sobrevivir.
Esta es, palabras más, palabras menos, la teoría de la evolución tal cual se la enuncia comúnmente en los ámbitos científicos y educacionales. La teoría no es más que lo que hemos explicado. Veamos ahora dos implicancias directas de la teoría.
En primer lugar, implica la idea de cambios lentos y graduales, regidos sólo por el azar, o sea la casualidad. Darwin hace así suya la antigua frase “natura non facit saltus“, o sea, la naturaleza no da saltos. Y aquí queremos realizar una precisión terminológica muy importante para que se entienda bien de qué estamos hablando, pues en este tema de la evolución hay una tremenda confusión semántica, un malentendido de base que complica todas las cosas. Cuando decimos que vamos a criticar la teoría de la evolución, es muy posible que en la mente del lector surja la siguiente cuestión: ¿cómo se va a criticar la evolución si ésta es un hecho? ¿Acaso no se comprueba empíricamente que los seres vivos han ido apareciendo en grados de complejidad creciente con el correr del tiempo? ¿Cómo vamos a negar esto? Pues bien, eso no es la evolución. Si vamos al caso, en la Sagrada Escritura, en el libro del Génesis, se nos habla acerca del modo en que Dios va creando todos los seres vivientes en grados de complejidad creciente con el correr del tiempo; y si uno interpreta la palabra hebrea yom que aparece en el relato bíblico, no como día sino como período indeterminado de tiempo, o si interpreta con San Agustín que los días son días de ángeles. Desde ese punto de vista, el Génesis sería evolucionista.
Pero no estamos hablando de eso. Cuando se habla de evolución, en realidad se está hablando de una interpretación causal de los hechos. No se está hablando de los hechos, o sea que los seres vivos han aparecido en forma crecientemente compleja con el correr del tiempo; algo por otra parte perfectamente lógico, pues antes de que haya plantas debe haber minerales, y antes de que aparezcan los animales debe haber plantas que les sirvan de alimento: la naturaleza va como apoyándose en los reinos inferiores antes de que aparezcan los superiores, se “apoya” en una base firme para ir construyendo la escala natural, los seres superiores “piden” la existencia de los seres inferiores. Pero eso no es el “hecho” de la evolución sino que ésta consiste en una interpretación causal de dichos hechos, o sea la pretensión de explicar cómo se produjeron. Y lo que el evolucionismo pretende en realidad es lo siguiente: explicar la aparición de todos los seres vivos en grados de complejidad creciente con el correr del tiempo por la sola acción de las fuerzas físico-químicas, puramente materiales, “guiadas” por el azar. O sea, el materialismo más puro y más crudo que se pueda pensar. Y esto es precisamente lo que vamos a tratar de impugnar, mostrando que es algo absolutamente falso.
Repitiendo lo dicho, el hecho de la aparición sucesiva de todos los seres en grados de complejidad creciente no es el “hecho” de la evolución, sino que ésta consiste en una interpretación causal de dichos hechos. Y cuál es la causa de la aparición de todos los seres vivos: la sola acción aleatoria de las fuerzas materiales.
Otra aclaración que debemos hacer. En general se presenta el evolucionismo diciendo que el hombre desciende del mono. Vamos a hablar muy al pasar del tema del hombre por una razón muy simple: la crítica que voy a realizar se referirá al evolucionismo en bloque. Si demuestro que el evolucionismo tal cual se nos lo presenta es falso, o sea que no es posible explicar la aparición de ningún ser vivo por la sola acción de las fuerzas físico-químicas al azar, el caso del hombre es simplemente un caso particular ya refutado, con el agravante de que en su caso estaría implicado algo de otro orden, como la aparición de la espiritualidad.
Y aún debemos hacer otra salvedad. El evolucionismo es una teoría científica única, en el siguiente sentido. Supuestamente, el paradigma científico, a partir de Galileo, se basa en la constatación de hechos, en su repetición en condiciones de observabilidad óptimas, en la medición de propiedades de los mismos de tal modo de poder expresar leyes referidas al comportamiento de lo que se está estudiando. Pero es básico en el paradigma científico moderno, el hecho de poder repetir en el laboratorio aquel suceso que se está estudiando. Pues bien, en la teoría evolucionista esto es imposible, pues se trata de que estudiar un fenómeno que ya ha ocurrido. Nunca nadie vio evolucionar una especie. El fenómeno, si ocurrió, fue hace millones de años; no se lo puede constatar, medir aquí y ahora. O sea que, esto establece una enorme diferencia con respecto a cualquier otra teoría científica. Por ejemplo, podemos constatar la teoría de la gravitación arrojando objetos y midiendo el tiempo que tardan en caer, por ejemplo. Es esencial a la ciencia moderna la así llamada repetitividad. En la teoría de la evolución esto es imposible; lo más que se puede hacer es, a posteriori, analizar los rastros que los seres vivos dejaron en las capas geológicas, realizar estudios genéticos con las especies actuales, pero no constatar el hecho mismo del surgimiento de las especies. El modo en que se produjo la aparición gradual de los seres vivos, no lo tenemos delante de los ojos. Es decir que la teoría de la evolución darwiniana consiste básicamente en inferencias totalmente indirectas, sobre hechos imposibles de constatar directamente.
Alguien podría objetar que algo similar ocurre con el modelo del Big Bang. Sí y no. Es cierto que este modelo se asemeja a la teoría de la evolución en que también versa sobre un origen, en este caso el del universo mismo. Y por consiguiente reposa en una cantidad de pruebas indirectas dado que ningún ser humano estuvo presente en el momento inicial. Y en consecuencia es altamente especulativo, sin que puedan aseverarse a ciencia cierta más que ciertas pautas muy generales, aunque fundamentales. Pero una diferencia importante es que varios de los procesos físicos fundamentales del modelo del big Bang pueden verificarse aquí y ahora, tanto a nivel de la mecánica cuántica como a nivel de la astronomía extragaláctica a gran escala, dado el efecto tipo “túnel del tiempo” que la velocidad finita de la luz opera en las observaciones a grandes distancias. Y sobre todo, que conciernen a la materia inanimada, lo que marca una diferencia, esta sí esencial, con una teoría que versa nada menos que con el origen de la vida y las especies de seres vivientes.
Alguien podría todavía objetar que las mutaciones las podemos experimentar en los laboratorios. Sí, pero resta demostrar que las mutaciones producen los cambios evolutivos… y eso es lo que hay que demostrar, no postular, bajo pena de caer en una falacia de “petitio principii”. Más abajo estudiaremos en detalle esta supuesta relación entre las mutaciones y los cambios específicos. De todos modos debe concederse que ambos modelos son altamente especulativos, mucho más de lo que se comunica al gran público.
Vamos a proceder a realizar una crítica multidisciplinaria de la teoría de la evolución, tal como la hemos expuesto.

Paleontología:

En primer lugar, analizaremos la teoría desde el punto de vista de la paleontología, es decir la ciencia que estudia los fósiles, o sea los restos que los seres vivos han dejado en las diferentes capas geológicas de la superficie de la tierra para luego datarlos, es decir ubicarlos cronológicamente. Es evidente, que la paleontología tiene mucho que decir y aportar a la teoría de la evolución, puesto que se trataría de algo así como la radiografía del proceso de la evolución. Darwin mismo, en su época, reconocía que la ciencia paleontológica no apoyaba su teoría. Pero él esperaba un apoyo futuro: como esta ciencia estaba en sus orígenes, con el tiempo debía progresar y aportar las pruebas definitivas a la teoría darwiniana. En consecuencia, Darwin ideó un concepto que luego se hizo famoso, el de eslabón perdido.
Vamos a apoyar la exposición con un dibujo. En una de las páginas de su obra La evolución de las especies, Darwin presenta un dibujo muy parecido a éste.

 

Esto sería algo así como el árbol genealógico de todos los seres vivientes; en el eje vertical tenemos la flecha del tiempo, creciente hacia abajo. El gráfico representa entonces cómo a partir de un antecesor común habrían ido apareciendo, en forma ramificada, las diversas especies por selección natural, hasta dar lugar a todos los seres vivos. Darwin pretendía que la paleontología apoyase esta plasmación por medios gráficos de su teoría.
Nos preguntamos ahora qué es lo que encuentra la paleontología aquí y ahora, teniendo en cuenta su notable avance desde el tiempo de Darwin hasta nuestros días. El gráfico que resulta es el siguiente:


En vez de un árbol, ramas independientes unas de otras. La línea punteada indica un hecho de la mayor importancia sucedido hace quinientos treinta millones de años, al comienzo de la llamada era cámbrica. De quinientos treinta millones de años para atrás en el tiempo sólo se encuentra en los registros paleontológicos seres unicelulares, algas, esponjas, o sea seres muy primitivos; mientras que del cámbrico para acá aparecen de repente todos los grandes tipos o phyla de seres vivientes: artrópodos, celenterados, espóngidos, cordados, etc. O sea que, en una exigua ventana de cinco millones de años de diferencia para atrás o para adelante en el tiempo[1], aparecen todos los tipos de seres vivientes que conocemos en la actualidad, diferenciados y desarrolladossin conexiones de unos con otros por medio de supuestos eslabones perdidos. Y lo mismo ocurre en la era secundaria, en la era terciaria, o sea apariciones explosivas de los seres vivos. No aparecen los así llamados anillos de conjunción o eslabones perdidos entre especie y especie. El gradualismo que la teoría de la evolución pide no se encuentra en los registros fósiles.
Esto es tan así que un biólogo, Stephen Gould, salió por así decir, al rescate de la teoría, postulando el llamado “equilibrio puntuado”. Él dice que hay momentos de detención o de desaceleración de la evolución y momentos de gran impulso o de gran aceleración en los cuales de repente aparece la gran diversidad. Obviamente que esto es un intento de explicar el segundo gráfico, o sea lo que se encuentra en la realidad. Ahora bien, si acabamos de decir que por su misma naturaleza la evolución es lenta, gradual y por acumulación de pequeños cambios a lo largo de eras y eras, ¿cómo se condice esto con el equilibrio puntuado? La respuesta es obvia: no hay compatibilización posible. Inclusive, algunos han hablado de evolución en explosión, lo que es una contradicción en los términos: sería algo así como hablar de un círculo cuadrado, o un móvil inmóvil, pues la evolución, repetimos, implica de por sí cambios lentos y graduales. El fuerte de la teoría, aquello que sobre todo cautiva la inteligencia, es la confianza en que la acumulación a lo largo de inmensos períodos de tiempo de pequeños cambios producirá finalmente las grandes diferencias que notamos entre las especies de seres vivientes. Pues bien, en la realidad se observa el fenómeno opuesto: la carencia universal de transiciones graduales entre los fósiles.
Pongamos un ejemplo concreto; es un lugar común en los libros de biología el presentar la transición gradual de los ancestros del caballo: eohippusmesohippusarchaeohippus hipparion, etc., hasta llegar alequus, o sea el caballo actual. En realidad, éste es un árbol genealógico que se hizo a fines del siglo XIX, armado por así decir para confirmar la hipótesis evolucionista; las versiones modernas de dicho árbol no tienen nada que ver con esa continuidad lógica de dicho árbol: en vez de poder ubicar los fósiles a la manera de un árbol, lo que se encuentra es algo así, es decir la expresión de la imposibilidad de conectar unas especies con otras.

 

Hay otra objeción más sutil. Si la hipótesis darwiniana fuese verdadera, el orden secuencial de aparición de los seres vivos sería el siguiente: primero los individuos, luego las especies, los géneros, los órdenes, las clases, y por fin los tipos, o sea la clasificación en orden ascendente. A partir de un individuo y sus variaciones sucesivas, al final del proceso aparecerían los phyla, los grandes troncos, las grandes diferencias organizativas. Nuevamente, lo que se encuentra es exactamente lo contrario: los phylaaparecen desde el comienzo y las especies al final; hay variaciones bruscas, explosivas de seres completamente distintos, imposible de conectar causalmente. Inclusive, no aparecen nuevos tipos después de la era cámbrica. Este hecho que recibe el nombre técnico de sucesión de los taxa en sentido involutivo, es una objeción realmente fuerte y contundente.

Genética:

Echemos un vistazo a la genética. Supuestamente esta disciplina sería la rama de la biología que permitiría comprobar in situ esta cuestión de las mutaciones aleatorias. De inmediato se presentan fuertes objeciones. Por ejemplo: ¿cuál es el animal más utilizado por los genetistas en sus experimentos? La mosca drosophyla o mosca de la fruta, verdadero caballito de batalla de la genética contemporánea, por su facilidad para mutar y el tiempo relativamente breve de sus generaciones- unos 15 días. Así se han logrado mutantes de todo tipo de esta especie: moscas con alas, sin alas, sin patas, con ojos, sin ojos, etc. Pues bien, resulta que se conservan en bloques de ámbar moscas de la fruta de hace decenas de millones de años, con la particularidad de ser idénticas a las moscas que conocemos hoy en día. La pregunta que surge inmediatamente es: ¿cómo puede ser que un animal que muta con tanta facilidad pueda permanecer idéntico a sí mismo durante millones de años? Esto es lo que se conoce como pancronismo, o fósiles vivientes. Es famoso el caso del celacanto. Éste era un pez primitivo del cual se conservaban sólo restos fósiles de hace unos ciento cincuenta millones de años. Cuál habrá sido la sorpresa de los naturalistas cuando en 1938 se pescó un celacanto vivo frente a las costas de Madagascar, idéntico a los restos fósiles que se conservaban. ¿Cómo puede ser esto posible si las mutaciones aleatorias se acumulan en forma necesaria a lo largo del tiempo? No hay explicación desde la teoría evolucionista, porque debemos remarcar que las mutaciones se producen necesariamente, son como un dato esencial de la realidad de los seres vivientes.
Veamos ahora otra objeción. Es necesario señalar el siguiente sugestivo hecho: nunca nadie vio mutar una especie. Por ejemplo, la mosca de la fruta ha sido alterada de todas las maneras posibles y sin embargo nunca dejó de ser una mosca de la fruta, nunca cambió la especie. Por supuesto que hay variabilidad dentro de las especies, las cuales no deben ser concebidas como una línea a la manera de los gráficos que hemos hecho, sino más bien como una banda: así, la especie perro incluye variaciones individuales que van desde un chihuahua hasta un gran danés. Existe lo que podríamos llamar microevolución, o sea el despliegue a lo largo del tiempo de la riqueza contenida potencialmente en la especie. Pero las especies entre sí no se mezclan ni se dan saltos de una a otra. Existen los híbridos, o sea la cruza de individuos de especies morfológicamente cercanas. Si se cruza un caballo con un burro se obtiene la mula; mas ¿cuál es la cría de la mula? La mula no tiene cría pues es sabido desde la antigüedad que los híbridos son estériles. Inclusive al cruzar individuos dentro de la misma especie, llega un momento en que se tocan los límites de la variabilidad: si cruzo perros, podré obtener uno tan pequeño como un chihuahua, pero no más allá; no puedo obtener un perro del tamaño de una ardilla, así como no puedo obtenerlo del tamaño de un elefante. Rápidamente luego de un cierto número de cruzas se llega a los límites específicos, infranqueables.
Además, desde hace unos quince años a esta parte, ha ido ganando posiciones en la genética la así llamada teoría neutralista, que afirma que las mutaciones no son selectivas, o sea que no producen cambios apreciables en las especies, sino que son o neutras o directamente perjudiciales y letales para el individuo y la especie.
Pasemos ahora a analizar una cuestión que mencionamos anteriormente, al exponer los fundamentos de la teoría evolucionista, y de la cual depende toda la doctrina. Dijimos que los genes contendrían toda la información necesaria para, a partir de una única célula embrionaria original o huevo, generar al individuo completo; pues bien, eso no es verdad. Lo que se sabe positivamente es que a cada gen le corresponde una proteína: cada gen contiene la información necesaria para que la maquinaria celular sintetice las proteínas constitutivas de las células a partir de moléculas orgánicas más simples. Y nada más. Dónde se encuentra el plan, la información para que las proteínas constituyan células, las células formen tejidos, los tejidos formen órganos, los órganos formen aparatos y sistemas, todo interconectado tanto desde el punto de vista estático como dinámico, todo esto remarcamos, es un misterio, y la biología actual carece de respuesta. Lo que sí se sabe es que dicha información no se encuentra en las pocas decenas de miles de genes que constituyen el ADN de los seres vivos. Para que se tenga una idea, en el año 2001 se logró descifrar el genoma humano completo y se comprobó que el hombre tiene en su ADN 30.000 genes. ¿Cuántos genes de diferencia tiente el hombre con el ratón? Sólo 300, o sea el 1% del total. Es decir que a escala genética, el hombre sólo se diferencia en un 1% del ratón. Esto quiere decir que lo significativo en un ser vivo no se encuentra formalmente en el aspecto genético. En una comparación simplificada, el ADN sólo me da la información para producir los ladrillos del edificio; otra cosa muy diferente es saber dónde se encuentran los planos de la construcción.
Y la cuestión es todavía más compleja: se sabe actualmente que lo fundamental para que las proteínas cumplan su función específica no es tanto su composición química cuanto su forma tridimensional, y esta forma no viene dada por la información a nivel del ADN, la cual sólo codifica la secuencia de aminoácidos de la que se compone la proteína, sino que se debe a la torsión que sobre ella ejerce la misma maquinaria celular: o sea que es la célula misma la que conforma a la proteína. Y esta información no está en el ADN.
Además, un tema fundamental de estudio en estos momentos en biología molecular es el de la expresión de los genes, o sea el modo en que se van activando los mismos para producir proteínas. Como es de suponer, según la lógica de lo que vamos diciendo, es la misma célula la que va realizando esto, por mecanismos muy poco conocidos en la actualidad. De más está decir –o no–que la regla es no comunicar al gran público el desconocimiento imperante en todas estas cuestiones fundamentales: como dice el premio Nobel de física Richard Loughlin, las investigaciones en genética están más enderezadas a obtener resultados técnicos y aplicaciones comerciales que a conocer el profundidad la naturaleza de la vida.

Objeciones de índole filosófica.

El encuadre adecuado a todas estas cuestiones e interrogantes se encuentra planteando la cuestión desde el punto de vista filosófico: no es la causa material la que dará cuenta esencialmente del fenómeno vital sino la causa formal, el principio vivificante del ser vivo, o sea, el alma, la así llamada forma substancial. El todo es más que la mera suma de las partes: un ser viviente en toda su complejidad no admite ser explicado en forma puramente analítica a partir de componentes microscópicos a escala molecular, que no pueden dar cuenta del todo y de la complejísima interacción entre las numerosísimas partes del viviente. Y aquí podemos hacer una crítica a la biología moderna que se ha ocupado demasiado del aspecto puramente microscópico y analítico de los seres vivientes, perdiendo de vista el conjunto, la totalidad, cayendo en un peligroso reduccionismo materialista. La vida es más una cuestión de forma, de conjunto, de completitud, que de pequeñas partes, que en definitiva tienen razón de ser y cooperan con un designio superior a todas ellas.
Si todo esto es así mal se podrá cambiar las especies por medio de cambios genéticos: si la genética del desarrollo de un ser vivo, con el cual es posible experimentar aquí y ahora es desconocida, cómo se va a conocer el mecanismo de la aparición de las especies, fenómeno que como dijimos ocurrió en el pasado, y con el cual no se puede experimentar.
Pasamos ahora a otras objeciones de índole filosófica, que podríamos llamar objeciones de sentido común, asequibles a cualquier persona.
Lo primero que debemos advertir es que en el razonamiento original de Darwin hay un paralogismo que casi nunca es percibido: el naturalista inglés dice que así como proceden los criadores al seleccionar individuos para producir y mejorar las diversas razas de animales domésticos, del mismo modo procede la naturaleza. En buena lógica deberíamos concluir entonces que así como la selección producida por el hombre es racional, o sea se produce de acuerdo con un designio y diseño previo del criador, del mismo modo, racional, debe proceder la naturaleza. O sea que no puedo fundar en esta comparación una aparición aleatoria de los seres vivientes.
Pasemos a otra objeción: nos preguntamos ¿qué es un ala cuando todavía no es un ala? O en otros términos: según la teoría evolucionista las aves habrían aparecido por modificación de los reptiles, que a lo largo de grandes períodos de tiempo habrían sufrido cambios graduales en su conformación, transformándose sus miembros anteriores o patas en alas. Ahora bien, ¿para qué le sirven los miembros anteriores a dichos eslabones hipotéticos cuando ya no son patas que les permitan correr, y todavía no son alas que les permitirían volar? Y pensemos que estos eslabones intermedios serían los más numerosos de la cadena. ¿Cómo sobrevivirían? ¿Para que sirve un órgano o miembro cuando está en plena transformación y todavía no cumple acabadamente su función propia? Evidentemente esos seres intermedios no tendrían todavía ventajas competitivas en la lucha por la supervivencia y perecerían sin poder transmitir a la descendencia su supuesta ventaja evolutiva. Las transiciones hipotéticas no son viables, sólo lo son los órganos y sistemas concluidos y perfectos en su función propia.
Miremos más de cerca el ejemplo que hemos puesto. Dijimos que las aves habrían aparecido por transformación gradual de los reptiles. Esto dicho así parece muy simple pero no lo es en absoluto. Y si no pensemos en la cantidad de cambios coordinados que se deben realizar para transformar un reptil en un ave. Hay que ahuecar los huesos para que el cuerpo sea más liviano, hay que fortalecer el esternón donde se insertarán los poderosos músculos pectorales que posibilitarán el vuelo, hay que cambiar el aparato circulatorio del animal para elevar su temperatura por el despliegue de energía que requiere el vuelo, hay que hacer surgir plumas a partir de escamas. Y todos estos cambios coordinados en un mismo sentido, en el lapso de pocos millones de años y, remarcamos, siguiendo una finalidad oculta que es la posibilidad de que dicho animal vuele. En otras palabras, el evolucionismo pide la aceptación ciega de una acumulación de milagros, en número casi indefinido. Y aquí podríamos empezar a acumular ejemplo tras ejemplo de órganos y comportamientos de los animales que son absolutamente inexplicables en términos de acumulación de pequeños cambios al azar.
Veamos, por ejemplo, el caso del escarabajo bombardero. Este pequeño escarabajo, verdadero pionero de la utilización de armamento químico, tiene un modo muy particular de defenderse de sus depredadores. Cuando uno de estos se acerca, el bombardero se defiende rociándole en forma explosiva un chorro de líquido a más de 100°. Veamos en detalle el mecanismo del “lanzallamas” del escarabajo bombardero. En 1961, el químico alemán Schildknecht encontró que el escarabajo bombardero tiene dos glándulas que producen una mezcla liquida, dos cámaras de almacenamiento conectadas, dos cámaras de combustión y dos tubos externos que pueden ser dirigidos como armas flexibles en la cola del insecto. Al analizar el líquido almacenado se encontró que contenía diez por ciento de hidroquinona y veintitrés por ciento de peróxido de hidrógeno, o sea agua oxigenada. Ahora bien, ésta es una mezcla reactiva explosiva: estas dos substancias al mezclarse producen una inflamación explosiva. Pero el escarabajo bombardero agrega un inhibidor que impide la explosión. Y entonces, cuando se le aproxima un enemigo, inyecta esta solución en los tubos gemelos de combustión y le agrega ‑sólo en el momento preciso‑ un antiinhibidor, lo que produce la explosión en la cara de su enemigo. Pensemos ahora cómo se pudo haber construido este complejo sistema. Tiene que aparecer por mutaciones aleatorias una glándula que produzca agua oxigenada, otro que produzca la hidroquinona, otra que produzca el inhibidor, y otra que produzca el antiinhibidor. ¿Alcanza esto? No, también debe formarse la cámara de combustión, para que la mezcla se produzca. Y todo esto debe producirse en forma simultánea pues si por ejemplo, produjese el peróxido de hidrógeno y la hidroquinona y los mezclase en la cámara sin el inhibidor, el escarabajo reventaría. Y si tuviese el inhibidor pero no apareciese el antiinhibidor, no habría explosión posible. O sea que el mecanismo tiene sentido como un todo, sin que pueda faltar ninguna parte, y todas deben estar presentes desde el comienzo. Pues bien, el evolucionismo nos dice que todo este complejísimo mecanismo se produjo por puro azar.
Pongamos otro ejemplo. ¿Cómo produce la luciérnaga la luz fría con que engalana nuestros jardines en las noches de verano? Posee en su abdomen una glándula que produce una sustancia llamada luciferina y otra que produce una sustancia llamada luciferasa. Cuando estas dos sustancias se mezclan producen luz fría. Pero esto no basta pues hace falta concentrar y enfocar la luz producida. Entonces la luciérnaga posee miles de células espejadas en su abdomen que forman un espejo cóncavo como los de los faros de los autos. Imaginemos cómo se pudo haber producido esto por mutaciones aleatorias: una serie de mutaciones para producir la luciferina, otras para producir la luciferasa, otros miles para producir el abdomen espejado.
Podríamos poner miles y miles de ejemplos, tomados de los reinos animal y vegetal, de órganos y sistemas de extrema complejidad, en los cuales aparece claramente una finalidad y un designiopreestablecido. Pero para finalizar con algo realmente inexplicable, echemos un vistazo a la danza de las abejas. Se trata de un fenómeno conocido desde la antigüedad desde Aristóteles, pero develado recientemente por el etólogo Karl von Frisch, quien recibió por sus investigaciones el premio Nobel. Veamos en qué consiste. Cuando la abeja obrera vuelve al panal luego de haber ido a buscar alimento realiza delante del resto de las abejas de la colmena una extraña danza: con las evoluciones de su cuerpo representa una especie de ocho aplanado. Lo que von Frisch descubrió es que con dichos movimientos la obrera indica al resto del panal la distancia a la que están las flores, el ángulo que forman el sol, la colmena y las flores, y por el polen que transporta, el tipo de flores que encontró, nada más y nada menos. Desafiamos a cualquiera a intentar explicar por acumulación de pequeños cambios al azar semejante comportamiento. No debemos olvidar que este lenguaje, porque de eso se trata, es totalmente innato: viene con la abeja al nacer, no es resultado de una transmisión de conocimientos. Si una primera abeja adquirió por azar semejante habilidad, ¿cómo la entendieron las demás?: no perdamos de vista que se trata de un comportamiento colectivo, social. Y otra pregunta más: ¿qué relación tiene lo material, genético con algo tan inmaterial como un comportamiento? Todas preguntas sin respuesta para la visión evolucionista.
Sin pretender multiplicar al infinito los ejemplos, la pregunta fundamental que nos hacemos es la siguiente: ¿es posible que la extraordinaria complejidad de los seres vivos, sus mecanismo vitales, órganos de extrema precisión y comportamientos sea sólo atribuible al azar? En definitiva, la teoría evolucionista nos pide aceptar una acumulación extraordinaria de milagros, pues el azar es, en definitiva, su único intento de explicación: el orden a partir del caos, o sea algo metafísicamente absurdo y contradictorio.

Problemas epistemológicos

Añadamos algo de suma importancia desde el punto de vista epistemológico: es bastante notable que a más de ciento cincuenta años de haber sido enunciada, la teoría evolucionista, a pesar de las apariencias, no ha obtenido aceptación universal, como por ejemplo la mecánica newtoniana, o la teoría electromagnética de Maxwell, o la mecánica cuántica o la teoría de la relatividad. Y esto, a pesar de la enorme presión de la comunidad científica por imponerla a toda costa, presión que lleva a ejercer una verdadera censura sobre toda crítica o propuesta de un paradigma alternativo, como está ocurriendo en estos momentos con la teoría del Diseño Inteligente, brutalmente censurado por publicaciones e instituciones científicas. Lo cual confirma una vez más la aseveración del famoso epistemólogo Thomas Kuhn acerca de la enorme reticencia de los detentadores de un paradigma científico a aceptar críticas al mismo y mucho menos a tolerar la aparición de un nuevo paradigma.
Añadamos como nota de color mas no por ello menos significativa, la noticia aparecida en el diario ABC de Madrid el 23 de junio de 2006. Allí se consigna que “más de 60 Academias de Ciencias se unen para defender la teoría de la evolución”, denunciando que se “encubren” las evidencias sobre el origen de la vida. Sin entrar en el enorme tema de la absoluta ignorancia por parte de la ciencia en su estado actual acerca de la cuestión del origen primigenio de la vida, lo cual ameritaría un trabajo de similar extensión a éste o mayor, inclusive, simplemente hacemos notar que este petitorio es una confesión de la debilidad de las supuestas evidencias de la teoría evolucionista: un petitorio es un acto político, no científico. ¿Desde cuándo las teorías se confirman por mayoría de firmas? Si los científicos evolucionistas afirman la veracidad de su teoría, que lo prueben científicamente en el laboratorio o en la naturaleza, no pidiendo firmas…

P. Dr. Carlos Baliña


[1] Para tener una idea de lo exiguo de esta ventana, tengamos en cuenta que comparado con los tres mil millones de años de la historia de la vida en la tierra, el período de la explosión representa lo que un minuto en las 24 horas de un día.

jueves, 23 de julio de 2015

El último libro de Juan Manuel de Prada.



El último libro de Juan Manuel de Prada

La lectura de Dinero, demogresca y otros podemonios resulta especialmente inquietante y desasosegadora para quienes vivimos en la España actual. Su autor, Juan Manuel de Prada, se ha convertido en tábano insidioso que desearíamos ver aplastado para sestear de nuevo. La tabanización es una metamorfosis voluntaria que acaece en contadas ocasiones a los más sabios, cuando en la ciudad se junta el conformismo idiota con el gobierno de los hipócritas. Todos sabemos que interrumpir la siesta es acto extremadamente arriesgado y que la vida del que lo hace corre serio peligro. Los atenienses decidieron curar con cicuta la manía socrática de despertarles. Hoy se recurre a medios menos directos, como el ninguneo, que acaba por matar de inanición al molesto autor tabanizado. Menos directo, pero igualmente eficaz.
Los Padres de la Iglesia, viendo las prendas con que Dios adornó al hombre, viendo su racionalidad, su libertad y su señorío sobre la tierra, le rendían culto agradecido y cantaban sus alabanzas. Los renacentistas, viendo esas mismas prendas, se asombraron de su propia capacidad de crearse a sí mismos y decidieron hacerlo, dando vacaciones al Creador. Los modernos, organizados y reconstruidos, no ya a imagen de Dios, sino del hombre, cuando llegan a descubrir su propia condición, sólo pueden maldecir y denostar a los causantes de ella.
Prada ofrece un panorama desolador del hombre español, que en nada se diferencia ya del ciudadano occidental ¿Qué queda de aquella racionalidad de que el hombre se envanecía? Sólo la aptitud para pulsar botones y enterarse de lo que las redes y otros medios defecan en su mente ¿Qué del libre albedrío? Dar un voto a ciegas cada cuatro años y desfogarse a través de internet, tomando parte en la lucha de todos contra todos que orquestan esos medios, dominados desde las alturas del poder (la demogresca); y luego disfrutar del sexo sin consecuencias, que sirve para relajarse tras la inútil y contienda internáutica (derechos de bragueta, como dice Prada) ¿Qué queda de su dominio sobre la tierra? Contratos basura, paro, pensiones miserables, impuestos expropiatorios, para beneficio de las grandes finanzas y de sus lacayos los políticos.
Este hombre actual, interiormente deslavazado y exteriormente desarraigado, ajeno a cualquier obligación moral, al amor, a la amistad y al compromiso, es la obra maestra de tres clases de agentes que operan a muy diferentes niveles. Los políticos, que logran prebendas millonarias y un poder enorme, a una con banqueros y grandes empresas, aparecen como culpables en primera instancia. Pero esos políticos con nombre y apellido, por alto que hayan llegado, no son sino testaferros de un poder sin sujeto responsable al que se pueda insultar: la plutocracia, o poder del dinero, que dispone a su antojo de personas y países, pero que es poder de no se sabe quién sobre algo que no es nada en sí mismo. Y, detrás de todo ello, en el libro aún se avizora otro señor más poderoso que don dinero, al que se somete el poder personal de políticos y banqueros, el organizador de toda esta farsa destructiva, que no se conforma con nuestra decadencia moral y material, sino que persigue una venganza que no alcanzará, ni aun devastando toda la tierra.
Prada presenta todo esto, y otras muchas cosas, con tan aceradas, acertadas y contundente razones, que no podemos sino abrir los ojos a la cruda realidad de nuestra triste condición. No podemos perdonárselo; la cicuta y la inanición son poco para él. Más aún si a primera vista se nos antojaba que no hay salida para la situación del hombre actual (cosa que, desde luego, no dice Prada).
¡Ah! Pero ahí están Pablo Iglesias y Podemos, un atisbo de esperanza. No porque sus propuestas de solución -el comunismo- tengan viso alguno de acierto, sino porque el desparpajo y la inteligencia de Iglesias, muy superior al de los actuales políticos de partido, han logrado probar que el gigantesco sistema que nos oprime tiene pies de barro o, por lo menos, grietas importantes. Prada, es verdad, parece creer que cuanto pueda destruir el comunismo ya lo ha hecho el capitalismo. El comunismo, sí, lo trae el capitalismo, pero no constituye sólo un paso más en la misma dirección. Es esencialmente otra cosa, y mucho peor. Hemos perdido de vista qué supone el comunismo. Pero eso es harina de otro costal.

Podrá usted mirar para otro lado y esperar, como tanto español irresponsable, que las cosas se arreglen por sí mismas. También puede leer este libro, que le dolerá como picadura de tábano, pero le sacará del sueño vicioso para traerle a la realidad. Es lo que yo le recomiendo.

Juan Manuel De Prada: El fracaso de los pro vida.


SE consumó la reformita favorecedora del aborto que impedirá abortar a las menores de edad sin el consentimiento de sus papaítos. Y digo que esta reformita de apariencia restrictiva favorece paradójicamente el aborto por la muy sencilla razón de que refuerza su consideración como acto de mera disposición de la voluntad. Cuando a una menor se le exige el consentimiento de sus papaítos para abortar se está afirmando que, para abortar, basta con tener capacidad legal, como para contraer cualquier obligación o ejercer cualquier derecho de naturaleza civil; y que, alcanzado ese requisito de la edad (o subsanado por el consentimiento paterno), abortar se constituye en un puro acto de la voluntad, como suscribir una póliza o comprarse un automóvil. Que una menor pueda o no abortar con el consentimiento de sus papaítos es un hecho irrelevante que sólo sirve (a modo de macguffin) para distraer la atención de los tontos útiles del hecho sustancial, que es la eliminación de una vida gestante. En realidad, esta reformita es una argucia para contribuir al eclipse de nuestro juicio ético, que es el fundamento sobre el que el Nuevo Orden Mundial sustenta todo su proceso de ingeniería social.
Pero los peperos no hacen sino cumplir con su cometido de obedientes lacayos, según el reparto de funciones que les asigna el Nuevo Orden Mundial. Más interesante es constatar el fracaso incuestionable del movimiento pro vida, que durante décadas ha pretendido que el aborto no es una cuestión política, esgrimiendo argumentos sentimentaloides y vacuas apelaciones al derecho natural que ya nadie entiende, precisamente porque el orden político vigente se sustenta sobre la abolición del Derecho Natural. Para combatir los presupuestos doctrinales sobre los que se sustenta el aborto hay que propugnar un orden político nuevo, que es lo que el movimiento pro vida no ha sabido hacer, pretendiendo mantenerse en un absurdo (por inexistente) ámbito de «apoliticismo», que a la postre se ha convertido en arrabal de friquismo; pues la dura realidad es que, hoy por hoy, quienes defendemos la vida gestante somos percibidos por el clima de nuestra época como friquis apestosos, amén de inhumanos.
Y es que la defensa de la vida gestante sin la postulación de un orden político que la acoja hospitalariamente resulta ininteligible. Para revolverse contra el aborto hace falta, primeramente, revolverse contra un orden económico que se funda sobre la convicción de que el mejor modo de contar con masas cretinizadas e incapaces de luchar contra unas condiciones laborales oprobiosas es conseguir que esas masas tengan pocos hijos; porque quien no tiene hijos por los que luchar acaba renunciando a la lucha. Para revolverse contra el aborto hay que explicar antes a la gente que el aborto, como todos los derechos de bragueta, son argucias del sistema para conseguir que las injusticias sociales resulten menos oprobiosas. Y que todo el sostén ideológico sobre el que el aborto se sostiene es, en última instancia, consecuencia del concepto liberal de libertad, que exhorta al hombre a deshacerse de todos los impedimentos que dificultan o limitan el proceso de fortalecimiento de su individualidad soberana. A esta idea nuclear se le incorporarían luego aderezos y perifollos como la ideología de género; pero combatir los perifollos sin atacar el núcleo es como arar en el mar.
El combate contra el aborto sólo puede ser eficaz si se inserta en un combate de naturaleza política. Todo lo demás es buscar grotescamente la «añadidura», soslayando la búsqueda primordial del «reino y su justicia». Pero a quien no busca primero el reino y su justicia la añadidura también le será negada.

Juan Manuel De Prada, ABC, 18-Jul-2015.

jueves, 16 de julio de 2015

El Escapulario, símbolo de las virtudes cristianas.


Nadie ignora, ciertamente, de cuánta eficacia sea para avivar la fe católica y reformar las costumbres, el amor a la Santísima Virgen, Madre de Dios, ejercitado principalmente mediante aquellas manifestaciones de devoción, que contribuyen en modo particular a iluminar las mentes con celestial doctrina y a excitar las voluntades a la práctica de la vida cristiana. Entre éstas debe colocarse, ante todo, la devoción del Escapulario de los carmelitas, que, por su misma sencillez al alcance de todos y por los abundantes frutos de santificación que aporta, se halla extensamente divulgada entre los fieles cristianos.

No se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición por la Santísima Virgen; se trata, en otras palabras, del más importante entra todos los negocios y del modo de llevarlo a cabo con seguridad. Es, ciertamente, el santo Escapulario una como librea mariana, prenda y señal de protección de la Madre de Dios; más no piensen los que visten esta librea que podrán conseguir la salvación eterna abandonándose a la pereza y desidia espiritual, ya que el Apóstol nos advierte: Trabajad por vuestra salvación con respeto y sinceridad.

Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad; vean en la forma sencilla de su hechedura un compendio de modestia y candor; vean, sobre todo, en esta librea que visten día y noche, significada con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino; reconozcan, por fin, en ella su consagración al Corazón santísimo de la Virgen inmaculada.

De la carta de S.S. Pío XII, del 11 de febrero de 1950, con ocasión del centenario del Escapulario del Carmen. 

martes, 14 de julio de 2015

Koba Bermúdez, el temible. La risa y Aciprensa.

[Publicado en InfoCaótica, 14-Jul-2015.]



Koba Bermúdez, el temible. La risa y Aciprensa

Acabamos de comprobar que la agencia ACI ha editado el audio del punto de vista de su director suprimiéndole 12 segundos en los cuales Bermúdez afirma que el Papa dijo “esto no está bien”, “nunca un papa -que yo sepa- ha dicho esto de un regalo, salvo frente a Evo Morales”. Los segundos eliminados pueden escucharse aquí:


Cabe aclarar que tenemos a nuestra disposición copia del audio completo del original ahora adulterado por la agencia ACI.
La damnatio memoriae fue práctica común en la Unión Soviética. Por lo cual nos llama la atención que Alejandro Bermúdez, que siempre se ha mostrado tan combativo contra el marxismo y la teología de la liberación, recurra a prácticas propias del régimen de Stalin o consienta en ellas.

La mejor manera de tomarse a estos personajes públicos es con una dosis de humor. Por ello el título de nuestra entrada, que es paráfrasis de un libro sobre Stalin (Koba el temible), quien a veces se refería a sí mismo como Koba, nombre de un héroe popular de Georgia.

lunes, 13 de julio de 2015

El cardenal Bergoglio contradice al Papa Francisco.


Recordamos una vieja carta del Cardenal Bergoglio, con respecto a la muestra blasfema del entonces “artista” blasfemo León Ferrari, ahora devenido en “artista de protesta”.


A LOS SACERDOTES, CONSAGRADAS,
CONSAGRADOS Y FIELES DE LA ARQUIDIÓCESIS
Carta del cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires


Buenos Aires, 1º de diciembre de 2004

Queridos hijos y hermanos:

Desde hace algún tiempo se vienen dando en la Ciudad algunas expresiones públicas de burla y ofensas a las personas de nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen María; como asímismo diversas manifestaciones contra los valores religiosos y morales que profesamos. Hoy me dirijo a Ustedes muy dolido por la blasfemia que es perpetrada en el Centro Cultural Recoleta con motivo de una exposición plástica. También me apena que este evento sea realizado en un Centro Cultural que se sostiene con el dinero que el pueblo cristiano y personas de buena voluntad aportan con sus impuestos.

Jesús ya nos había advertido que sucederían estas cosas y, con mucha ternura, nos dijo que no tuviéramos miedo, que somos su pequeño rebaño, que perseveráramos en la lucha por la fe y en la caridad, esperando en El, orando con verdadera confianza de hijos al Padre que nos quiere.

Frente a esta blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad les pido que, todos unidos, hagamos un acto de reparación y petición de perdón. Por ello, el próximo 7 de diciembre, víspera de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, los invito a que sea un día de ayuno y oración, un día de penitencia en el que, como comunidad católica, pidamos al Señor perdone nuestros pecados y los de la ciudad. Que nuestra Madre de Luján nos acompañe con su cariño.

Card. Jorge Mario Bergoglio S.J, arzobispo de Buenos Aires.

Francisco sobre el regalo de Evo Morales: “Para mí no fue una ofensa”.


Foto: Reuters

Para que no nos culpen de descontextualizar las citas de Francisco, publicamos entera la conferencia de Prensa que brindó en su vuelo de retorno de América del Sur. Resaltamos el comentario elogioso que ha hecho sobre el artista blasfemo León Ferrari y su “arte” (justamente de quién hemos publicado una entrada anterior), y sobre lo que ha hecho con el objeto blasfemo (ahora tenido como pieza de “arte de protesta”) que le ha regalado el presidente Evo Morales.

[Información aparecida en La Nación, 13-Jul-2015]

La conferencia de prensa completa del papa Francisco a bordo del avión, tras su regreso de América del Sur

LA NACION participó en el vuelo de la rueda de prensa que el santo padre dio en su vuelta al Vaticano
Por Elisabetta Piqué  | LA NACION


A BORDO DEL VUELO PAPAL.- El papa Francisco dio hoy en conferencia de prensa en el avión que lo regresó a Italia los pormenores de su viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, habló sobre el sistema capitalista, admitió que tiene "alergia" a la economía y se permitió bromear sobre su estado de salud, ante la extenuante gira por América del Sur.

-Nosotros le agradecemos de que haya elevado el santuario de Caacupé como Basílica, pero en el Paraguay se pregunta la gente por qué Paraguay no tiene cardenal. ¿Cuál es el pecado de Paraguay para que no tenga cardenal, o en todo caso, está lejos todavía de que tenga un cardenal?

-Bueno, no tener cardenal no es un pecado. La mayoría de los países del mundo no tienen cardenales. Las nacionalidades, no recuerdo cuántas son, pero son minoría con respecto a todo el conjunto. Es verdad Paraguay no ha tenido cardenal hasta ahora. No sabría darle la razón. A veces para la elección de los cardenales se balancean, se estudian los legajos de cada uno, se ven las personas, sobre todo el carisma del cardenal, que debería aconsejar al Papa y asistir al Papa en el gobierno universal de la Iglesia. El cardenal, si bien pertenece a una Iglesia particular, es incardinado en la Iglesia de Roma. Y tiene que tener una visión universal. Esto no quiere decir que en Paraguay no hay obispos que no la tengan, la pueden tener. Pero como siempre hay que elegir hasta un número, uno no puede designar más de 120 cardenales electores, entonces, será por eso. Bolivia ha tenido dos, Uruguay ha tenido dos, y de otros países latinoamericanos, algunos países centroamericanos tampoco han tenido. Pero no es ningún pecado y todo depende de las circunstancias, la persona, el carisma, para incardinarse. Y no quiere decir eso un menosprecio o que no tenga valor. Hay obispos paraguayos geniales, me acuerdo que lo dos Bogarin hicieron historia en Paraguay, pero no fueron cardenales, no es un ascenso. Yo me hago otra pregunta: ¿merece Paraguay tener un cardenal si miramos la Iglesia de Paraguay? Yo diría que se merecería tener dos. Pero no tiene nada que ver con los méritos es una Iglesia viva, es una Iglesia alegre, una Iglesia luchadora y con una historia gloriosa.

-Su Santidad, por favor, a nosotros nos interesa saber su criterio sobre si considera justo el anhelo de los bolivianos por tener una salida soberana al mar, de volver a tener un salida soberana al Océano Pacífico. Y Santo Padre, en el caso en el que Chile y Bolivia le pidieran una mediación. ¿Usted aceptaría?.

- Contestando a la pregunta, lo de la mediación es una cosa muy delicada y sería como un último paso. Es decir, la Argentina vivió eso con Chile y fue realmente para evitar una guerra y una situación muy límite y muy bien llevada por aquellos a quienes la Santa Sede encargó. Detrás estaba siempre San Juan Pablo II interesándose. Y...con la buena voluntad de los dos países que dijeron: bueno, probemos esto si va. Es curioso. Hubo un grupo en Argentina, un grupo que nunca quiso esa mediación y cuando el presidente Alfonsín hizo el plebiscito sobre si se aceptaba la propuesta de mediación, obviamente que la mayoría del país dijo que sí, pero hubo grupo que se resistió. Siempre cuando se hace mediación, difícilmente todo el país estaría de acuerdo. Pero es la última instancia. Siempre hay otras figuras diplomáticos que ayudan, como es el caso de los facilitadores. En este momento tengo que ser muy respetuoso de esto, porque Bolivia hizo un recurso a un tribunal internacional. Entonces, si yo hago ahora un comentario, yo soy jefe de un Estado, podría ser interpretado como inmiscuirme o una presión o algo. Tengo que ser muy respetuoso de la decisión que tomó el pueblo boliviano que hizo ese recurso. También sé que hubo instancias anteriores de querer dialogar. No tengo muy claro. El que me dijo una vez una cosa por el estilo, que se estaba muy cerca de una solución fue en tiempos del presidente Lagos. El presidente chileno Lagos, pero lo digo sin tener datos exactos. Fue un comentario que me hizo el cardenal Errázuriz. No quisiera decir una macana en eso. Pero también hay una tercer cosa que quiero dejar clara. Yo en la catedral de Bolivia toqué ese tema de una manera muy delicada, teniendo en cuenta la situación de recurso al tribunal internacional. Y recuerdo el contexto: los hermanos tienen que dialogar, los pueblos latinoamericanos, dialogar para crear la Patria Grande. El diálogo es necesario. Ahí me detuve, hice un silencio y dije: pienso en el mar. Y continué: diálogo y diálogo. O sea, quede claro que mi intervención fue una intervención a este problema pero respetando la situación como está planteada ahora. Es cierto. Estando en un tribunal internacional no se puede hablar de mediación, de facilitación. Hay que esperar.

- ¿Y sobre el anhelo de los bolivianos?

- Siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales y sobre todo después de una guerra. Entonces hay una revisión continua, una revisión de eso. Yo diría que no es injusto plantearse una cosa de ese tipo, ese anhelo.
Yo recuerdo que en el año 61, estando en primer año de filosofía nos pasaron un documental sobre Bolivia. Un padre que había venido de Bolivia. Se llamaba creo que las 12 estrellas. ¿Cuántos departamentos tiene Bolivia? Diez departamentos, entonces se llamaba las diez estrellas y presentaba cada uno de los 9 departamentos y al final, el décimo departamento y se veía el mar sin ninguna palabra. Me quedó grabado. Eso era en el año 61, y entonces se ve que hay un anhelo. Después de una guerra de ese tipo surgen las pérdidas y creo que es importante primero el diálogo, la sana negociación y ahora en este momento el diálogo está detenido, obviamente, por este recurso a La Haya.

-El Ecuador estaba convulsionado antes de su visita. Después de que usted abandonó el país volvieron los opositores a salir a las calles. Parece ser que su presencia en El Ecuador se quiere utilizar políticamente. Sobre todo por la frase que usted utilizó de que el pueblo de Ecuador se ha puesto de pie con dignidad. Yo le pregunto: ¿A qué responde esa frase? ¿Simpatiza con el proyecto político del presidente Correa? ¿Usted cree que las recomendaciones generales que ha dado usted en la visita al Ecuador con miras a alcanzar el desarrollo, el diálogo, ya se practica en el Ecuador?

-Evidentemente, sé que había problemas políticos y huelgas. Eso lo sé. No conozco los intríngulis de la política de Ecuador. Sería necio de mi parte que diera una opinión. Después me dijeron que hubo un paréntesis durante mi visita que agradezco. Es un gesto de un pueblo en pie. Respetar la visita del Papa. Y lo agradezco y lo valoro. Ahora si vuelven las cosas evidentemente los problemas de las discusiones políticas siguen. Con respecto a la frase que usted dice, me refiero a la mayor conciencia que el pueblo ecuatoriano ha ido tomando. Hubo una guerra limítrofe con Perú no hace mucho. Después, la mayor conciencia a su valor. Hubo una guerra limítrofe con Perú no hace mucho, hay una mayor conciencia de la mayor riqueza étnica del Ecuador. Ecuador no es un país de descarte. Me refería a todo el pueblo y a toda la dignidad de ese pueblo que después de esa guerra limítrofe se ha puesto de pie, y ha tomado conciencia de su dignidad. No puede atribuirse a una situación política concreta de un signo o de otra. Esa frase fue instrumentalizada para explicar ambas situaciones: que el gobierno hizo que se pusieran de pie, o los otros. Le agradezco la pregunta, es una manera de ser cuidadoso. Si me permiten. Es muy importante en el trabajo de ustedes la hermenéutica de un texto. Un texto no se puede interpretar con una frase. La hermenéutica tiene que ser en todo el contexto. Hay frases que son la clave de la hermenéutica. Otras que son dichas de paso. Ver todo el contexto por la situación incluso ver la historia de ese momento. O si estamos hablando de un momento interpretar un hecho del pasado con la hermenéutica de ese tiempo. Por ejemplo, las cruzadas. Interpretémoslas con cómo se pensaba en ese tiempo. Es clave interpretar un discurso con una hermenéutica totalizante. No les juego como el maestro ciruela. Lo digo para ayudarles a ustedes.-

-Usted en el discurso que hizo en Bolivia a los movimientos populares habló del nuevo colonialismo, habló de la idolatría del dinero que somete la economía y de la imposición de medios de austeridad que siempre ajustan el cinturón de los pobres. En Europa tenemos el caso de Grecia y de la suerte de Grecia que corre el riesgo de salir de la moneda europea. ¿Qué piensa de esta situación en Grecia que tiene que ver con toda Europa y de lo que pasa en Europa?

-Antes de nada, por qué este discurso mío en el convenio de los movimientos populares. Es el segundo, el primero se hizo en el Vaticano, en el aula vieja del sínodo, había unas 120 personas. Es una cosa que organiza el Pontificio Consejo de Justicia y Paz, y yo soy muy cercano a esto porque es un fenómeno en todo el mundo. También en Oriente, en Filipinas, en India, en Thailandia. Son movimientos que se organizan entre ellos no sólo para hacer protesta, sino también para ir adelante y poder vivir. Son movimientos que tienen fuerza, son mucha gente y no se sienten representados por los sindicatos, porque dicen que ahora son una corporación, no luchan por el derecho de los más pobres. Estoy simplificando un poco. La Iglesia no puede ser indiferente. Tiene una doctrina social y dialoga con estos movimientos. Y dialoga bien. Han visto el entusiasmo de oírles decir que "la Iglesia no está lejos de nosotros, tiene una doctrina que nos ayuda a luchar. Es un diálogo, no es que la Iglesia hace una opción por el camino anárquico. No, no son anárquicos. Estos trabajan, intentan hacer muchos trabajos también reciclando los residuos, son trabajadores. Esto es lo primero.
Sobre Grecia y el sistema internacional. Yo le tengo una gran alergia a la economía porque papá era contador y cuando no terminaba el trabajo en la fábrica, se lo traía a casa y sábado y domingo estaba con esos libros, que en esos tiempos los títulos se hacían en gótico y yo veía a papá y me daba alergia. Yo no entiendo bien cómo es la cosa, pero ciertamente sería simple decir que la culpa es solo de esta parte. Los gobernantes griegos que han llevado adelante esta situación de deuda internacional también tienen una responsabilidad. Con el nuevo gobierno griego se ha entrado en una revisión un poco justa, no? Lo único que puedo decir es que espero que encuentren un camino para resolver el problema griego y también un camino de vigilancia para no volver a caer en otros países en el mismo problema. Y que esto nos ayude a salir adelante. Porque ese camino de los préstamos y la deuda al final no termina nunca. Me dijeron, hace un año, que había un proyecto en Naciones Unidas, por el que un país puede declararse en bancarrota, que no es lo mismo del default. No sé cómo ha ido, si era verdad o no. Si una empresa puede hacer una declaración de bancarrota, por qué un país no lo puede hacer? Y se le llega la ayuda de los demás?
Y después, las nuevas colonizaciones, evidentemente sobre son sobre los valores. La colonización del consumismo. El hábito del consumismo te lleva a una solución que no es la tuya, que también te desequilibra la economía interna, la justicia social y también la salud física y mental, para dar un ejemplo.

-Santidad, uno de los mensajes más fuertes de este viaje fue que el sistema económico global a menudo impone la mentalidad de la ganancia a toda costa, en detrimento de los pobres. Esto es percibido por los estadounidenses como una crítica de su sistema y modo de vivir. ¿Usted cómo responde a esta percepción y cuál es su valoración del impacto de los Estados Unidos en el mundo?

-Lo que he dicho, esa frase, no es nueva. Lo dije en la Evangelii Gaudium: esta economía mata. Hay un contexto. Lo dije en Laudato Si'. Esa crítica es una cosa no nueva, se sabe. Yo no puedo decir. He oído que algunas críticas se hicieron en los Estados Unidos pero no las escuché, no tuve el tiempo de estudiarlas. Cada crítica debe ser recibida, estudiada y después hacer el diálogo. Usted me preguntaba qué pienso. Si yo no dialogué con los que critican, no tengo el derecho de hacer un pensamiento así, aislado del diálogo. Esto me surge decir.

-Pero irá a los Estados Unidos.

-Si iré, claro, iré.

-¿Tiene una idea de cómo será en los Estados Unidos? ¿Algún pensamiento que pueda compartir?

-No, debo comenzar a estudiar ahora porque hasta ahora estudié estos tres países que visité, que son bellísimos, con una riqueza y una belleza. Ahora debo comenzar a estudiar a Cuba, donde estaré dos días y medio, y después los Estados Unidos. Las tres ciudades del este, al oeste no puedo ir. Washington, Nueva York y Filadelfia. Y debo comenzar a estudiar estas críticas y después estudiar un poco.

- ¿Santidad, qué sintió cuando vio esa hoz y el martillo con el Cristo encima que le ofreció el presidente Morales? ¿Dónde está ese objeto ahora?

-Es curioso, yo no conocía de esto y no sabía que el padre Espinal era escultor y poeta encima, lo supe en estos días. Cuando lo vi para mí fue una sorpresa. Segundo, se puede calificar como el género del arte de protesta. Por ejemplo, en Buenos Aires, hace algunos años atrás fue exhibida una muestra de un escultor bueno, creativo, argentino que ahora está muerto (León Ferrari). Era arte de protesta y yo recuerdo uno que era un Cristo Crucificado sobre un bombardero que iba bajando. Era una crítica del cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea. Entonces primero yo no sabía nada, segundo yo lo calificaré como arte de protesta que, en algunos casos, puede ser ofensivo.
Tercero: El padre Espinal fue asesinado en el año 80. Era un tiempo en el cual la teología de la liberación tenía muchas ramas. Una de esas ramas proponía el análisis marxista de la realidad. Padre Espinal pertenecía a esto, eso lo sabía porque en esos años yo era rector en la facultad de teología y se hablaba mucho de esto. Cuáles eran las diversas ramas y quienes. En el mismo año el general de la Compañía de Jesús mandó una carta a toda la compañía sobre el análisis marxista de la teología. Un poco frenando y diciendo: esto no va, son cosas diversas, no es justo, no van y cuatro años después, en el 84, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el primer documento pequeñito, una primer declaración sobre la Teología de la Liberación que crítica esto después vino el segundo que abrió las perspectivas más cristianas, estoy simplificando, ¿no? O sea, hagamos la hermenéutica en aquella época, aquí no.
Espinal era un entusiasta de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo. De esto vino esta obra que, también las poesías de Espinal eran de ese género, de protesta pero era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con tanta genialidad humana y que luchaba, él tenía buena fe. Haciendo una hermenéutica como esta lo comprendo. Para mí no fue una ofensa, pero tuve que hacer esta hermenéutica y lo digo a ustedes para que no existan interpretaciones.

-¿Dónde quedó la cruz?

-La traigo conmigo. El presidente Morales quiso darme dos condecoraciones, la más importante de Bolivia y la otra es la Orden del padre Espinal, un nuevo orden. Si yo me los llevo: bueno, primero, jamás recibí una condecoración, no me viene. Él lo hizo con buena voluntad y con el gusto de darme un gusto y pensé que esto viene del pueblo de Bolivia y recé para saber qué hacer con esto. Si me lo llevo al Vaticano irán a parar al Museo, terminará ahí y ninguno jamás las verá entonces pensé en dejárselo a la Virgen de Copacabana, la madre de Bolivia, y las dos condecoraciones que he recibido irán al santuario de Copacabana. En cambio el Cristo lo traigo conmigo. Gracias.

-Durante la misa en Guayaquil usted dijo que el sínodo debía hacer madurar un verdadero discernimiento para encontrar soluciones concretas para las dificultades de las familias. Y después le pidió a la gente oraciones para lo que a nosotros nos parece impuro, nos escandaliza o nos espanta, que Dios lo pudiera transformar en milagro. Nos puede precisar a qué situaciones impuras o espantosas se refería? Gracias

-También aquí haré la hermenéutica del texto. Estaba hablando del milagro del buen vino y dije que las tinajas, eran las de agua, estaban llenas, pero eran para la purificación. Cada persona que entraba en esa fiesta hacía su purificación y dejaba sus suciedades espirituales. Es un rito de purificación antes de entrar en casa o en el templo. Nosotros ahora tenemos el agua bendita. Quedó eso del rito hebreo. Dije que justamente Jesús hace el mejor vino con el agua de la suciedad, de lo peor. En general, pensé hacer este comentario, pero la familia está en crisis, lo sabemos todos. Basta leer el Instrumentum Laboris que ustedes conocen bien porque ha sido presentado. Me refería en general a todo eso: que el Señor nos purifique de estas crisis de tantas cosas que están descritas en el Instrumentum Laboris. Fue en general, no pensé en ningún punto particular. Que nos haga familias más maduras, mejores. La familia está en crisis, que el Señor nos purifique y vamos adelante. Pero todas las particularidades de la crisis están en el Instrumentum Laboris que ustedes tienen.

-Santo Padre, muchas gracias por este diálogo, que nos ayuda también en nuestro trabajo. Hemos visto que ha ido muy bien la mediación entre Estados Unidos y Cuba. ¿Podría suceder algo similar en otras situaciones delicadas del continente latinoamericano, como Venezuela y Colombia? Además, tengo una curiosidad: mi padre tiene unos años menos que usted y la mitad de su energía. ¿Cuál es su secreto?

-¡Cuál es su droga quisiera preguntar él! Esa era la pregunta! (risas)

- Su secreto?

- ¿La droga? Bueno, el mate me ayuda. Pero no probé coca, eso está claro ¿no?

- Santo Padre, en este viaje hemos escuchado tantos mensajes fuertes para los pobres. También tantos mensajes fuertes, a veces severos para los ricos y poderosos. Pero algo que hemos escuchado poquísimo son los mensajes sobre la clase media: gente que trabaja y gente que paga impuestos. La gente normal. Mi pregunta es: ¿Por qué en el magisterio del Santo Padre existen tan pocos mensajes sobre la clase media?. Y si quisiera dar un mensaje ¿cuál sería?.

- Muchas gracias. Es una buena (bella) corrección, eh? Usted tiene razón. Es una equivocación por mi parte (no) pensar en esto. Haré algún comentario, pero no para justificarme. Pero usted tiene razón. Tengo que pensarlo. El mundo está polarizado. La clase media es más pequeña: la polarización entre ricos y pobres es grande, esto es verdad. Quizá esto me ha llevado a no darme cuenta de esto.
En el mundo algunos países no van muy bien, pero en general en el mundo la polarización se ve. El número de pobres es grande y después ¿por qué hablo de los pobres? Porque es el corazón del Evangelio. Siempre hablo del Evangelio, de la pobreza, no es que sea sociológica. Luego sobre las clases medias, hay algunas palabras que he dicho un poco en el pasado, pero la gente común, la gente sencilla, el obrero tiene un gran valor. Pero creo que usted me dice algo que debo hacer. Debo profundizar más en este magisterio. Se lo agradezco, le agradezco por la ayuda. Gracias.

-Usted, en estos días ha insistido en la necesidad de recorridos de integración, de inclusión social, contra la mentalidad del descarte, ha apoyado también proyectos que van en esta dirección del vivir bien. Aunque ya nos ha dicho que debe pensar específicamente al viaje de Estados Unidos. ¿Tocará, piensa, estos temas en la ONU en la Casa Blanca? ¿Pensaba también a ese viaje cuando ha hablado de estos problemas?

-No, no. Sólo pensaba en este viaje concreto. Y al mundo en general. Esto es verdad. ¿no?. La deuda de los países en el mundo es terrible. Todos los países tienen deudas. Hay uno o dos países que han comprado las deudas. Grandes países. Es un problema mundial, ¿no?. Pero no he pensado particularmente en el viaje de Estados Unidos.

-Hemos hablado un poco de Cuba. El trabajo que usted ha hecho para acercar a dos enemigos. ¿Qué papel internacional cree que debe tener Cuba? ¿Debe mejorar su respeto de los derechos humanos y del respeto a la libertad religiosa? ¿Usted cree que Cuba corre el riesgo de perder algo en su relación?

-Los derechos humanos son para todos. No se respetan los derechos humanos sólo en uno o dos países. Yo diré que en muchos países del mundo no se respetan los derechos humanos, en tantos países del mundo. ¿Qué pierde Cuba? ¿Qué pierde Estados Unidos? Los dos ganarán algo y perderán algo. En una negociación es así. Lo que ganarán seguro es la paz, el encuentro, la amistad y la colaboración. Lo que perderán, no soy capaz de pensar qué cosas concretas. Pero siempre en una negociación se gana y se pierde. Volviendo a los derechos humanos, hay que pensar que en el mundo hay países, incluso alguno europeo, que no te deja una señal religiosa por diversos motivos. En otros continentes lo mismo. La libertad religiosa no es una cosa en todo el mundo. Hay tantos países que no se da.

-Usted se pone como nuevo líder mundial de las políticas alternativas. ¿Por qué incide muchos sobre los movimientos populares y menos sobre el mundo de la empresa? ¿Piensa que la Iglesia lo seguirá en su mano tendida hacia los movimientos populares, que son muy laicos?

-El mundo de los movimientos populares es una realidad muy muy grande. Lo que yo he hecho es darles a ellos la doctrina social de la Iglesia, lo mismo que hago con el mundo de la empresa. Si lee lo que he dicho a los movimientos populares, un discurso bastante grande, es un resumen de la doctrina social de la Iglesia, pero aplicada a su situación. Todo lo que he dicho es doctrina social de la Iglesia. Cuando hablo al mundo de la empresa digo lo mismo. Por ejemplo, en [la encíclica) Laudato Si hay una parte sobre el bien común y la deuda social de la propiedad privada que va en ese sentido. Es aplicar la doctrina social de la Iglesia.

-Piensa que la Iglesia la seguirá en esa mano tendida?

-Soy yo el que sigo a la Iglesia. Yo simplemente predico la doctrina social de la Iglesia a este movimiento. No es un hecho político, es un hecho catequético. Quiero dejarlo claro esto.

-Santo Padre, los periodistas de idioma español le queríamos preguntar si no tiene un poco de miedo a que usted y sus discursos sean instrumentalizados por gobiernos, grupos de poder, por los movimientos...

-Un poco repito lo que he dicho al inicio. Cada palabra, cada frase de un discurso puede ser instrumentalizada. Lo que me preguntaba el periodista ecuatoriano. Esa frase: algunos decían que era pro-gobierno, otros contra gobierno. Por eso me he permitido de hablar de la hermenéutica total. Siempre son instrumentalizados. Algunas veces hay noticias de que toman una frase y después...fuera contexto. No tengo miedo. Simplemente digo miren el contexto y si me equivoco con un poco de vergüenza, pido perdón y voy adelante.

-¿Qué piensa de estas autofotos, selfies, que se hacen en medio a la misa, que se hacen los jóvenes y los niños con usted?

-Es otra cultura. Me siento bisabuelo. (ríe) Hoy al despedirme un policía grande me dijo que sí se hacía un selfie. Un hombre de unos 40 años. Le he dicho, pero mira ¿Qué eres una adolescente? Es otra cultura. Pero la respeto.

-En síntesis, ¿qué mensaje ha querido dar a la Iglesia latinoamericana en estos días y qué papel tiene la iglesia latinoamericana, también como señal al mundo?


-La Iglesia latinoamericana tiene una gran riqueza. Es una Iglesia joven, y esto es importante. Una Iglesia joven con cierta frescura. También con cierta informalidad, no tan formal. Y también tiene una teología rica de búsqueda. Yo he querido dar ánimo a esta Iglesia joven y creo que puede darnos mucho a nosotros. Digo algo que me ha impresionado mucho. En los tres países había por todas las calles grupos de padres, madres, con los niños. Nunca he visto tantos niños. Es una lección para nosotros, para Europa, donde la caída de los nacimientos asusta un poco. También las políticas para ayudar a las familias numerosas son pocas. Pienso en Francia que tiene una buena política para ayudar a las familias numerosas. Creo que más del 2% de nacimiento. Otros sobre el 0. No todos: Albania creo que el nivel de edad es 45%. Paraguay el 72-75% de la población tiene menos de 40 años. La riqueza de este pueblo y de esta iglesia viva. Es una iglesia de vida. Esto es importante. Creo que es algo que tenemos que aprender y corregir. Porque, por el contrario, si no vienen los hijos es algo que a mí me toca tanto del descarte. Se descartan los niños y los ancianos. Todos sabemos que los ancianos (son descartados). La falta de trabajo y se descartan los jóvenes. Estos pueblos nuevos con los jóvenes nos dan tanto. Es una Iglesia con tantos problemas, pero joven, puede ser también un poco indisciplinada, pero luego se disciplinará, pero nos da tanto de bueno.