El
modernismo es la peor herejía que ha existido en al historia de la Iglesia, es
la “suma de todas las herejías” como la llamaría el santo Papa Pío X, y hoy, en
un mundo totalmene globalizado por las nuevas idelogías, el modernismo ha
enbelezado a los hombres de Iglesia, los ha seducido con su acomodo al espíritu
del mundo. Lejos de haber sido vencido, el modernismo hoy -podríamos decir- ha
triunfado y es teología de todos los días en las testas más importates de la
jerarquía eclesiástica.
A
continuación publicamos la confrencia de el P. Alfredo Sáenz sobre uno de los
primeros Papas que ha tenido que enfrentar este funesto error. Agradecemos el
material al Blog “Página Católica”.
(archivo en mp3)
Iniciando
el curso anual sobre el Modernismo -último tramo del largo y fecundo ciclo
sobre “La Nave de Pedro y las Tempestades de la Historia”- el Padre Alfredo Sáenz expone, en
primer lugar, los antecedentes de esta funestísima herejía.
Funestísima,
decimos, porque a diferencia de las restantes que atacaron desde el exterior a
la Barca, ésta se ha constituido en una agresión interna, solapada, reptante. O
con palabras de San Pío X, en una peste que corroe las venas mismas de la
Iglesia. Se trata, pues, de una tempestad interior antes que exterior, y por
eso mismo más dolorosa y amenazante.
La
conferencia está dividida en dos partes.
En la
primera, el tema central es la notable figura del Beato Pio IX. Su sorprendente
y providencial tránsito de una concepción liberal, pro-masónica y
filo-revolucionaria, a una toma de posición lúcida y viril contra aquellos
errores que, con debilidad, había abrazado y apoyado al comienzo.
El odio
de los enemigos de la Cristiandad contra este Papa, al que juzgaron un traidor
a su causa, no se limitó sólo al ámbito ideológico. Fue además una persecución
abierta, que abarcó desde la propaganda política hasta la expulsión física de
Roma y la captura ruin de los bienes legítimos de la Iglesia.
Todo un
proceso habitualmente desconocido por los católicos, tanto el del itinerario
doctrinal del Pontífice como el de la conducta hostil de sus adversarios.
Proceso doloroso, por un lado, pero glorioso por otro, pues a la par que
retrata las iniciales confusiones de un Pastor de la Iglesia, describe después
su combate extraordinario en defensa de la Verdad y de la Tradición.
En la
segunda parte de su disertación, el Padre Alfredo Sáenz analiza los principales
documentos del gran Beato. En especial laQuanta Cura y el Syllabus.
Ambos de sorprendente actualidad y vigencia; y ambos, claro, silenciados u
omitidos no principalmente por los enemigos de la Iglesia, sino por los
católicos liberales y progresistas.
Párrafo
aparte merecen dos momentos de esta conferencia. El primero es aquel en el que
se cuenta la actuación del Beato Pio IX en nuestra historia patria, cuando
-entonces como Monseñor Mastai-Ferreti- le tocó acudir, junto con el Cardenal
Muzzi, para condenar las reformas heréticas de Rivadavia. Y el segundo, cuando
se mencionan las consecuencias sociales del Dogma de la Inmaculada Concepción.
Algo
particularmente significativo para nosotros, inmersos como estamos en la
corrupción política, y deseosos de hacer algo por la regeneración de nuestro
sufrido cuerpo social. Así como no faltaron los teólogos que señalaron la
relación entre el culto al Sagrado Corazón de Jesús y la restauración de la
vida político-social de una nación, lo mismo ha de decirse respecto del culto a
la Inmaculada.
Dios
permita que el Beato Pio Nono pueda alcanzar prontamente la canonización.
Recemos para que así sea.
Agradecemos el material a Página Católica.