Hoy, 11 de Noviembre del 2011 (11-11-11), se congregaron más o menos 4000 mil personas en el “Encuentro para la memoria cósmica”, realizado en el pueblo Encanto de Capilla del Monte, Córdoba. Los encargados de la organización convocaban diciendo: “Este es el día del Gran Portal, en el que Centrándonos desde el corazón recibiremos e irradiaremos las energías que emite la ciudad intraterrena de ERKS [“ERKS” significa: “Encuentro de Remanentes Cósmicos Siderales”] y toda la Galaxia desde y hacia la Tierra. Y el pueblo Encanto de Capilla del Monte se ha transformado en un lugar dónde dicen haber “una ciudad intraterrena construida en varias dimensiones desde hace miles y miles de años”.
“El hombre, cuando no creé en Dios, creé en cualquier cosa” decía Chesterton. Y este es un patente ejemplo, de aquel hombre alejado del verdadero Dios, de Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida. Y vendrá el tiempo en que los hombres ya “no soportarán más la sana doctrina, antes bien con prurito de oír se amontonarán maestros con arreglo a sus concupiscencias. Apartarán de la verdad el oído, pero se volverán a las fábulas”. (II Tito; IV, 3-4) Y terminarán creyendo en energías cósmicas impersonales, en “Niños Índigos”
Algunas preguntas acerca de la “Nueva Era”.
La era nueva, los engaños de siempre...
Una y otra vez a lo largo de la historia el hombre ha soñado con la llegada de una ‘edad de oro’ para la humanidad, de un mundo feliz y perfecto en el que no hubiera ni enfermedad, ni pobreza, ni guerra, ni hambre, ni limitaciones, ni divisiones.
Quisiera ver el universo entero transformarse delante de sus ojos mágicamente y convertirse en algo radicalmente nuevo. Quisiera librarse definitivamente de la problemática mundial de la que él mismo es la causa.
Este sueño sigue vivo y se deja sentir con más vigor que nunca en nuestro día al acercarse el fin del milenio. Nuestro mundo, técnicamente avanzado, pero espiritualmente hambriento, experimenta una profunda desilusión frente al bienestar que no borra su pobreza, a la libertad que no quita su esclavitud y a la ciencia que no despeja su honda incertidumbre.
De unos treinta años para acá se viene formando una ola cultural/filosófica/religiosa que pretende reaccionar contra el presente estado de la humanidad y empujar la humanidad hacia una nueva conciencia, hacia una nueva forma de ser espiritual. A esta ola le llamamos la Nueva Era (New Age) y, hoy por hoy, no hay ningún aspecto de nuestra vida que no haya sentido sus efectos de alguna forma.
Las ideas y los objetivos de la Nueva Era recogen elementos de las religiones orientales, el espiritismo, las terapias alternativas, la psicología transpersonal, la ecología profunda, la astrología, el gnosticismo y otras corrientes. Los mezcla y los comercializa de mil formas, proclamando el inicio de una nueva época para la humanidad.
Pero, en el fondo, no parece ser más que otro intento vano del hombre de salvarse a sí mismo haciendo promesas que no puede cumplir y atribuyéndose poderes que no posee. Y mientras la fantasía de la Nueva Era nunca será más que fantasía, ha logrado sembrar confusión en los corazones de muchos fieles.
En este breve escrito tratamos de responder a las preguntas más frecuentes sobre la Nueva Era. El tema es complejo y ha llenado las páginas de muchos libros. Aquí sólo esperamos aclarar las dudas iniciales que surgen en torno a la materia y extender una invitación a todos los fieles y sus pastores para profundizar en el fenómeno de la Nueva Era y comprender la amenaza que representa para la integridad de la fe.
1. ¿La Nueva Era es una secta religiosa?
No. La Nueva Era no es una secta, ni una iglesia, ni una religión. Es una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tienen en común. Pero no tiene jefe, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común.
2. ¿Por qué, entonces, se dice que es una ‘nueva religión’?
La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc... pero no es una religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y de la literatura y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más importantes de la vida humana. A veces inclusive usa un lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.
3. ¿Quiénes pertenecen a la Nueva Era?
Todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era. Sus líderes y pensadores suelen ser gente de la ‘revolución contracultural’ de los años 60 y 70 que rechazó los valores y los caminos religiosos tradicionales a favor del libertinaje, de la cultura de la droga, del amor libre y de los experimentos de las comunidades utópicas. Hoy sus ideas están tan difusas que gran número de personas las comparten sin un rechazo formal y evidente de su propia cultura o su estilo de vida.
4. ¿Qué cree la Nueva Era?
Lo típico de la Nueva Era es el espíritu de individualismo que permite a cada cual formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética.
Pero hay algunas creencias comunes que casi todos los participantes de la Nueva Era comparten:
a) El mundo está a punto de entrar en un periodo de paz y armonía mundial señalado por la astrología como ‘la era de acuario’.
b) La ‘era de acuario’ será fruto de una nueva conciencia en los hombres. Todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta conciencia y acelerar la venida de la era de acuario.
c) Por esta nueva conciencia el hombre se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de si mismo.
d) Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad.
e) El universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno conocimiento de sí y el hombre es la manifestación de su auto-conciencia.
f) La naturaleza también forma parte del único ser cósmico y, por tanto, también participa de su divinidad. Todo es ‘dios’ y ‘dios’ está en todo.
g) Todas las religiones son iguales y, en el fondo, dicen lo mismo.
h) Hay ‘maestros’ invisibles que se comunican con personas que ya han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos.
i) Todos los hombres viven muchas vidas, se van reencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del cosmos.
5. ¿Qué dicen los de la Nueva Era cuando uno les hace ver que estas creencias son pura fantasía?
Cuando alguien no acepta esta absurda visión de Dios, del hombre y del mundo la Nueva Era le dice que su conciencia todavía no está iluminada y que su comprensión está condicionada por esquemas culturales que serán superados en la Nueva Era.
6. Pero ¿cómo esperan comprobar unas creencias que no corresponden en nada a la realidad?
Normalmente echan mano de testimonios de experiencias subjetivas personales que son tan imposibles de verificar como lo son de desmentir. A veces se apoyan en mitos o en leyendas de las tradiciones de los antiguos pueblos. A veces toman datos de las ciencias y los aplican a la vida espiritual del hombre como si las mismas leyes rigiesen en ambos mundos.
7. Si las cosas están así, ¿qué lugar hay en la Nueva Era para el Dios que se nos reveló en Jesucristo?
Ninguno. El Dios de la fe católica es una persona, el ‘dios’ de la Nueva Era es una fuerza impersonal y anónima El Dios de la fe católica es Creador de todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El ‘dios’ de la Nueva Era es la creación que poco a poco se va dando cuenta de sí mismo. El Dios de la fe católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia él para entrar en amistad con él. El Dios de la fe católica juzgará a cada hombre según su respuesta a ese amor. El ‘dios’ de la Nueva Era es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. En la Nueva Era el amor más alto es el amor a sí mismo.
8. ¿La Nueva Era dice algo de Jesucristo?
La Nueva Era dice que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos. Dice que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que Él se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres todavía no la descubren. De esta forma la Nueva Era le quita a Jesucristo su carácter único e irrepetible de Hijo de Dios y ridiculizan el hecho de que Dios se hizo hombre para salvarnos del pecado.
9. ¿Un católico puede aceptar la creencia en la reencarnación?
En absoluto. La reencarnación es la creencia en una cadena de regresos a esta vida bajo diverso aspecto corporal. Si fuera cierta, mi libertad sería inútil y mis decisiones, luchas, esfuerzos, sacrificios y sufrimientos en la vida no tendrían ningún valor, pues al fin y al cabo tendría que hacerlo todo de nuevo una y otra vez. Si la reencarnación fuera cierta, la pasión y muerte de Cristo no tendrían sentido y su resurrección no nos aseguraría la redención. La resurrección es la transformación definitiva del ser humano y la entrada en la eternidad. Se muere una sola vez y a la muerte sigue la resurrección y el juicio. Como dice San Pablo: «Si nuestra esperanza en Cristo es únicamente para esta vida, ¡somos los más miserables de entre los hombres!» (I Cor. 15, 13).
10. ¿La Nueva Era se confunde con el ecologismo?
Uno de los “ganchos” de este movimiento es defender, conservar y respetar el ecosistema. Lo que pretenden es alcanzar la “familia planetaria”, como lo expresa el aforismo de la Nueva Era: «La familia entera es un país sin fronteras».
Hay una sacralización de la madre tierra, considerada como ser vivo y que es la diosa de la Era de Acuario, llamada Gaia entre los antiguos griegos. A esto se debe la abundancia de grupos “ecologistas”, para divinizar las fuerzas de la naturaleza.
Debido a que su adoración es el centro de su “teología”, gran número de brujos se adhieren y promueven el movimiento ecologista, sus iniciativas son entre otras: plantar un número de “árboles sagrados”, impulsar campañas para concienciar a la población de realizar prácticas ecológicas y hacer ver el planeta como “la madre que está siendo violada” y se presiona para lograr de los gobiernos de todo el mundo una legislación que disminuya la población humana y limite el desarrollo tecnológico para sanar el planeta.
11. ¿Hay también una música que se dice ‘Nueva Era’?
Sí. La música ‘Nueva Era’ se llama así porque se inspira en algunos temas de gran interés para la Nueva Era: la naturaleza, las religiones de los pueblos antiguos, las culturas orientales, etc...
Suele ser música instrumental, mezclada con sonidos naturales, a veces muy repetitiva, otras veces sin melodía ninguna.
12. ¿Está mal escuchar esta música?
La música ‘Nueva Era’ es como cualquier otra música: una combinación de sonidos más o menos agradable al oído. Lo que podría hacerla ‘mala’ seria algún contenido dañoso (la letra) o algún uso irresponsable de la música (vg., para ayudar inducir un estado alterado de conciencia; para provocar sentimientos negativos, etc.).
13. ¿Por qué habla tanto la Nueva Era de ‘energía’?
Una de las ideas básicas de la Nueva Era es que toda la realidad visible, el hombre incluido, se reduce a una ‘energía cósmica’. Según eso, mientras el cosmos esté en fase evolutiva, su energía se manifiesta de muchas formas: una piedra, el viento, la mente humana, etc... Supuestamente hay cosas, lugares y ejercicios que pueden aumentar nuestra capacidad y nuestro control de esta energía (vg. llevarse puesto un cristal de cuarzo, visitar una pirámide u otro ‘lugar sagrado’ el día del equinoccio primaveral, realizar ciertas posturas del yoga, etc.).
14. ¿Los programas de control mental, sanación y auto-superación son un engaño?
Hay que ver y juzgar cada programa por separado. No obstante algunos programas enseñan simples técnicas de relajamiento, concentración, memoria o fortalecimiento de la voluntad que producen resultados inmediatos en sus clientes. A estas técnicas, que no tienen nada de extraordinario, las revisten de un lenguaje pseudo-científico y las ponen como un gran descubrimiento o un secreto de la sabiduría antigua. Frecuentemente se pasa de una terapia psicológica o emocional al mundo espiritual, incorporando elementos del panteísmo, del gnosticismo o de la espiritualidad oriental sin prevenir al cliente. A los resultados más modestos en el campo humano se les atribuye un carácter sobrenatural. De ahí se convence al cliente de sus ‘poderes especiales’, su ‘conciencia iluminada’, o de cualquier cosa. Lo peor es que algunos de estos programas se presentan como un complemento excelente al cristianismo cuando, en el fondo, se basan en conceptos incompatibles con la fe católica.
15. ¿Las nuevas técnicas de meditación sirven?
La Nueva Era no tiene ningún reparo en mezclar formas religiosas de tradiciones muy diversas, aun cuando hay contradicciones de fondo. Hay que recordar que la oración cristiana se basa en la Palabra de Dios, se centra en la persona de Cristo, lleva al diálogo amoroso con Jesucristo y desemboca siempre en la caridad al prójimo. Las técnicas de concentración profunda y los métodos orientales de meditación encierran el sujeto en sí mismo, le impulsan hacia un absoluto impersonal o indefinido y hacen caso omiso del evangelio de Cristo.
16. ¿Y el yoga?
El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra ‘yoga’ significa ‘unión’. Habría que preguntarnos: ¿unión con qué?
17. ¿Por qué la Nueva Era da tanta importancia a la astrología, al horóscopo, al tarot, al contacto con los espíritus, etc...?
Las antiguas técnicas de adivinación y el espiritismo siempre han provocado la curiosidad de la gente. La Nueva Era ha señalado un renacimiento del interés en el ocultismo, la magia, la astrología y las prácticas mediánicas. Son corrientes que pretenden dotar al hombre de poderes mentales y espirituales sobrenaturales y colocarlo como dueño absoluto de su propio destino. La Nueva Era borra las distinciones entre materia y espíritu, entre lo real y lo imaginario, entre lo posible y lo imposible. Pero ningún esfuerzo de la Nueva Era logrará conciliar el ocultismo, el esoterismo o el espiritismo con la fe y la vida del católico.
18. ¿Quiénes promueven la Nueva Era?
Hay algunas organizaciones internacionales que operan en el mundo entero. Por ejemplo:
a) La Sociedad Teosófica: fundada en 1875 en Nueva York por la rusa Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), espiritista y médium. Su doctrina es una mezcla de espiritismo, ocultismo, principios gnósticos y espiritualidad oriental. Las creencias principales del la Sociedad incluyen la reencarnación, la comunicación con maestros desencarnados, el yoga, la astrología.
b) La Nueva Acrópolis: ‘fundada en Argentina en 1957 por Jorge Angel Livraga. Es un grupo ocultista y gnóstico inspirado principalmente en los escritos de Blavatsky y una mezcla de los conceptos de pensadores antiguos. Sus miembros buscan un estado espiritual superior a través de sugestivas ceremonias de iniciación y la utilización de muchos símbolos y ritos típicos de grupos paramilitares.
c) Control Mental Silva: fundado en Laredo, Texas, en 1966 por José Silva (n.1914), consiste en cursos breves de técnicas de control interno y concentración por las que se busca controlar las ondas mentales hasta alcanzar la Sobre-Conciencia, o el dominio total de sus estados mentales. El método contiene elementos de espiritismo y sutilmente lleva sus practicantes al panteísmo. Maneja muchos conceptos fundamentales de la Nueva Era y centra la esperanza de salvación en los poderes mentales del hombre. A pesar del hecho de que muchos de los maestros del método hablan un lenguaje ‘cristiano’ y aseguran a sus clientes que el método les ayudará en su vida espiritual hay elementos substanciales del programa incompatibles con la fe católica. Ultimamente la organización Silva en México se ha dedicado a recabar firmas de sacerdotes y monjas que aprueban el método para facilitar su promoción en ámbitos católicos.
d) La Meditación Trascendental: fundada en 1958 por Maharishi Mahesh Yogi en India pero no se popularizó hasta 1967, gracias a la publicidad ofrecida por los Beatles y otros artistas famosos de la contra-cultura de los años 60. En su doctrina, que nace del hinduismo, se busca la iluminación de la conciencia por la reflexión personal mediante la repetición de mantras (palabras sagradas) y ritos religiosos. Implícitos en las enseñanzas de la MT son el rechazo de doctrinas esenciales al cristianismo (un Dios personal, la Encarnación, la Resurrección, etc...) la veneración del Maharishi y del Guru Dev como santos y mensajeros divinos.
e) La Gran Fraternidad Universal: fundada en 1948 en Caracas por el francés Serge Reynald de la Ferrière (1916-1962), quien era muy activo con grupos de teosofía, astrología y la masonería. Su doctrina se basa en prácticas astrológicas, esotéricas y ocultistas, y afirma que todas las religiones son iguales, aunque favorece creencias y prácticas hindúes. Presenta un sincretismo religioso que apela a una ciencia superior que es la verdadera base de toda religión.
f) La Iglesia de la Cienciología / Dianética: fundada por L. Ron Hubbard (1911-1986), novelista de ciencia-ficción que en 1950 publicó Dianética: La ciencia moderna de la salud mental, un manual de autoconocimiento y desarrollo de potencialidad humana basada en el análisis de experiencias previas al nacimiento. Las asociaciones de médicos más prestigiosas de los EU han condenado repetidamente las teorías y las terapias de la Dianética como totalmente carentes de base científica y dañosas para la salud mental. Su teoría es que todos los males humanos son causados por ‘engramas’ o cargas negativas que se graban en lo inconsciente del hombre y provocan estragos continuos. Para librarse hace falta una ‘audición’ de parte de un experto que recomendará una serie de cursos que supuestamente llevará al cliente al estado de ‘claro’ o libre de ‘engramas’. La reencarnación y las experiencias extra-corporales forman parte de la doctrina de la secta. Hubbard también tiene escritos que atacan duramente al cristianismo. La Iglesia de la Cienciología ha sido definida como una secta destructiva y belicosa y sostiene muchas asociaciones de carácter social y humanitario para lograr mayor aceptación en la sociedad, por ejemplo: Narcanon y la Comisión Ciudadana de los Derechos Humanos.
Publicado en la revista Tradición Católica de junio de 1999.