“Una mano secreta desde la noche oscura ha ordenado una campaña cristofóbica”
Jóvenes católicos contra la cristofobia blasfema en Francia. “Yo os digo que quien me reconociere delante de los hombres, también Yo lo reconoceré delante de mi Padre que está en los cielos, pero a quien me negare ante los hombres, también Yo lo negaré ante mi Padre”.
París, 28 de octubre de 2011. En el Théâtre de la Ville de París se presenta una injuriosa obra blasfema en la que se ve a un joven que limpia los excrementos de su viejo padre ante un gran retrato de Jesucristo, “pinceleado” con esos mismos excrementos. Al final de la representación, el retrato se convierte en el blanco de unos niños que le arrojan bombas. El último mensaje de la pseudo-obra es: «Tú no eres mi pastor».
Cientos de jóvenes católicos de diversos grupos y parroquias se han alternado en diferentes fechas, durante toda esta semana, rezando de rodillas en la acera del teatro, para manifestar su indignación. Un grupo -Renouveau Français- interrumpió la obra con una pancarta y se puso a orar en el foro, siendo abucheados por el público que gusta de las blasfemias. Fueron apresados todos sus integrantes por la policía gala, lo mismo que muchos de los jóvenes -de ambos sexos- que se han venido manifestado con oraciones fuera del teatro.
«¿Las autoridades no tienen miedo de perder cualquier credibilidad cuando hacen llegar camionetas llenas» de agentes «para arrestar a gente que reza y que no es violenta?», pregunta por su parte la Fraternidad San Pío X en Francia, que ha participado significativamente, junto con los demás grupos católicos -como Renouveau Français y Civitas Institut- en las oraciones frente al teatro. Continúa así su comunicado: «Si, por casualidad, un espectáculo de este tipo hubiera ridiculizado...a un Rabino o a Mahoma mismo, ¿de cuántos gritos indignados de protesta no se habría llenado toda Francia?». El mismo comunicado anuncia que el sábado 29 de octubre «seremos muchos para arrodillarnos, sin violencia, únicamente rezando», en la Place des Pyramids, frente al Théâtre de la Ville. Varios grupos católicos han confirmado su presencia para esa fecha.
En la laica Francia, la Liberté es una cosa sagrada, casi para todos; pero para los católicos, l’égalité y la fraternité, no operan por lo visto.
Es la doble moral de una república que odia su propia cultura católica y está de rodillas ante los musulmanes, que rezan todos los viernes y todos los días durante el Ramadán, en una gran cantidad de calles de París y en otras partes de Francia, sin ser molestados por esa república “laica”.
Docenas de católicos rezando diariamente en la calle para protestar contra la blasfemia han sido literalmente rodeados por policías, y muchos puestos bajo custodia como si fueran delincuentes que hubieran cometido los peores actos de violencia.
¿Por qué no la policía y las autoridades tendrían la misma reacción con los musulmanes si se llegaran a manifestar en contra de una falta de respeto al que consideran su profeta? ¿Acaso habría la misma reacción si los judíos protestaran en contra de una afrenta de alguna obra de teatro contra la Torá? Por supuesto que no. Aunque por principio de cuentas, seguramente tales obras teatrales contra musulmanes o judíos no serían autorizadas para representarse. Ahí, en la república de la Liberté se aplica la ley del embudo contra los cristianos.
Como durante una de las representaciones, según los responsables del Théâtre de la Ville, alguien arrojó una "bomba" fétida al escenario que inundó de mal olor el foro así como huevos contra los asistentes, la Conferencia Episcopal se deslindó de ese -supuesto o real- tipo de actos que no comparte, pero llamó a una "libertad de expresión respetuosa con lo sagrado” y señaló que "los católicos aspiran, como ciudadanos, a ser respetados en el corazón de su fe”.
Tras una semana de protestas continuas el alcalde de París, Bertrand Delanoë, ha expresado su “consternación” y su “inquietud”, afirmando que la ciudad no puede tolerar las supuestas “expresiones de fundamentalismo (sic) e intolerancia (sic)” de los católicos, señalando que va presentar queja formal contra los que protestan.
Los diversos grupos de jóvenes católicos en vez de intimidarse han reaccionado con mayor fervor; así, este viernes 28 de octubre de 2011, más de cien estuvieron rezando frente al teatro donde se representa la pseudo-obra teatral blasfema y se esperan varios cientos para el día siguiente (29), como ya está anunciado. Los manifestantes han señalado que estas obras blasfemas son financiadas por el Departamento de Cultura (Fréderic Mitterrand es el Ministro de Cultura), entre otras instituciones.
La organización Institut Civitas ha mostrado su satisfacción por el hecho de que “una bella juventud se una para defender el honor de Cristo”. “Alegrémonos de ver que, desde la primera función de esos espectáculos obscenos y blasfemos en París, la indignación de los cristianos se manifiesta con dignidad y firmeza, y sin embargo sin excesos”, señala la asociación en su página web, que denuncia que se tratará de montar el mes entrante otra obra blasfema en París, contra la cual también se manifestarán y buscarán que sea prohibida.
Visto en el Blog Catolicidad.
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