miércoles, 31 de julio de 2013

Efecto “Francisco”: se puede ser “gay”.


Las palabras ambiguas de parte de las más altas autoridades de la Iglesia, para la prensa, son lo que esta necesita para crear más confusión de la que ya existe sobre la doctrina moral católica. Acá un ejemplo del efecto que ocasiones estas declaraciones.

[PCI – 30-07-2013]

No es lo que el Papa dijo, pero era obvio que era lo que se iba a interpretar

Nadie con responsabilidad tiene derecho a ser ingenuo. El Papa menos que nadie. Lo que dijo sobre “no ser quien para juzgar a los homosexuales” iba a ser interpretado como una legitimación de la homosexualidad de boca, nada menos, que del Papa... Los efectos están a la vista en todos los medios de comunicación, y en la pobre feligresía. No solo entre los que ya aspiraban a una “autorización” de esta perversión moral, sino aún entre los que la condenaban y defendían el orden natural en la legislación civil. Han quedado desarmados. 
Francisco ha hecho en el campo moral lo que Juan Pablo II en el histórico: ha quitado autoridad a los defensores de la Iglesia y su doctrina. Es un antecedente horroroso. Y lamentablemente nos va dando razón de lo que anticipamos cuando fue elegido Papa, esta vez en virtud de sus antecedentes, ahora por hechos y realidades evidentes. ¡Dios nos ampare! Recemos intensamente por el Santo Padre, por su propia alma y por las almas de los fieles que corren riesgo gravísimo de condenación.

Sirva este ejemplo, de los tantos que circulan por los medios, para ilustrar lo dicho:

Un ex sacerdote gay mendocino, que dejó los hábitos tras confesar su orientación sexual, escribió una carta al papa Francisco en la que le instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo” después de que el Pontífice asegurase que no juzga a los homosexuales.
Andrés Gioeni, quien cambió el sacerdocio por el trabajo de actor y escritor, celebró “el aire fresco” que ha supuesto la llegada de Francisco al Vaticano, pero advirtió “que queda mucho camino por recorrer”.
En diálogo con LA NACION, dijo: “Le escribí porque creo que es un atisbo de esperanza en la respuesta que dio sobre no juzgar a los gays. Veo humildad y apertura en él”. Cuando habla de apertura se refiere, más que nada, a cuestiones vinculadas a la “moral sexual”. Consideró que en este encuentro con los jóvenes el Papa podría haber dicho algo acerca del preservativo, por ejemplo. “Los jóvenes no van a dejar de tener relaciones sexuales y por este mal mensaje de la Iglesia se pueden generar enfermedades graves”, cuestionó.
Además, se refirió al control de la natalidad. “Debería revisarse la prohibición de los métodos anticonceptivos, ya hay teólogos de la Iglesia que piensan muy distinto a las leyes que rigen”, dijo. Habla con conocimiento de causa: se ordenó de diácono, luego de sacerdote y ejerció el sacerdocio durante dos años y medio.
“Alguna vez fui sacerdote católico, pastor, compartí ese ímpetu misionero y esa necesidad de reclamo de apertura eclesial. Hasta que decidí abrirme a un costado cuando descubrí mi propia tendencia homosexual y admitir mi imposibilidad de ejercer el ministerio pastoral en celibato”, admitió Gioeni en la misiva, publicada en su cuenta de la red social Facebook.
“Me atrevo a hacerme portavoz de una gran porción de personas que pertenecemos a la comunidad homosexual. Y simplemente, con humildad, pedirle encarecidamente que incentive, estimule, promueva y acompañe una mayor profundización en la Teología moral sexual acerca del lugar y la experiencia de la persona homosexual”, solicitó el ex sacerdote, quien explicó que se siente “feliz y realizado” tras llevar diez años viviendo con una pareja del mismo sexo.

NUEVOS PARADIGMAS DEL MUNDO

Gioeni dejó claro que no pretende que el nuevo pontífice renuncie a la doctrina eclesiástica sino que “la ayude a seguir creciendo y adecuándose a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo que nos desafían a encontrar nuevas respuestas”.
“¿De verdad el amor de dos personas, siendo del mismo sexo, no demuestra ni reflejan nada del amor de Dios?”, cuestionó el actor, quien preguntó también si “la Iglesia con sus silencios va a permitir que se sigan estigmatizando a tantos jóvenes en tantos países donde se siguen asesinando solamente por su tendencia”.
Gioeni se despidió pidiendo a Francisco que ayude a la comunidad homosexual a descubrir por dónde puede “transitar la fe” sin renunciar a su “experiencia de amor”.
Durante una rueda de prensa a bordo del avión de regreso a Roma desde Río de Janeiro, el Papa aseguró este lunes que no juzga a los homosexuales.
“Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”, dijo Francisco.

Fuente: La Nación. Ver también aquí La Nación

Anexo Stat Veritas. El efecto Francisco en algunas portadas de la Prensa nacional y española: