No es la primera vez que el
periodista español Juan Manuel De Prada habla acerca del inminente advenimiento
del Anticristo al frente del un “Nuevo Orden Mundial”. En sus artículos ya ha
hecho alguna mención velada sobre el tema, pero nunca antes había hablado tan
claro como en este artículo que reproducimos.
Juan Manuel De Prada defiende la
tesis, junto a otros autores como Leonardo Castellani y Robert H. Benson, de
que el actual proceso de demolición de las naciones que se está llevando a
cabo, llevará indefectiblemente a un “Nuevo Orden Mundial”, el cual será
liderado por un siniestro personaje de poder mundial, el Anticristo mismo, y a
un falso líder religioso (el “Falso Profeta”) al frente de una
Religión Global. Los pasos de este proceso son:
● Colapso Financiero que produciría la desaparición del valor del
Papel Moneda, llevándolo todo al uso de una moneda única.
● Una tercera Guerra Mundial que comenzaría con un conflicto en Oriente
Medio que arrastrará a las Potencias a una la Guerra Mundial.
● La creación de una Falsa
Iglesia, una religión acomodada con los intereses mundiales, relativista y sin
dogmas. Esto es llevado cabo mediante el relativismo e indiferentismo religioso,
producido por el falso ecumenismo que es enarbolado y defendido por las
ideologías pacifistas que la misma masonería viene promoviendo desde hace
siglos. No hay ninguna verdad absoluta, el catolicismo es otra de las demás religiones,
ya no será la religión verdadera frente a las falsas. Conspiración para derribar
y destruir el Papado.
● Revueltas y revoluciones de
mano de los nihilistas producto del colapso financiero.
● Declaración de un Nuevo Orden
Mundial y de la Nueva Religión Mundial. El “Neocatolicismo vital”, catolicismo
liberal o modernista, del cual hablaba Leonardo Castellani.
● Implantación de la marca de la
bestia, el 666. El famoso microchip incorporado en tu cuerpo con “dinero
digital”, DNI, sistema sanitario, etc., no se podrá comprar ni vender sin él,
porque todo el dinero será digital y responderá al poder Global.
Veamos lo que dice De Prada en su breve artículo.
Nuevo Orden
Mundial
El profeta Daniel, en su visión sobre la consumación de los tiempos,
contempla a una bestia con diez cuernos, que representan a una multitud de
reyes; y a continuación narra cómo, de entre esos diez cuernos, nace otro
«cuerno pequeño» que, hablando con gran arrogancia, vence o somete a los demás
reyes y acaudilla con poder omnímodo una gran confederación de naciones que
«quebrantará a los santos y pretenderá mudar los tiempos y la ley». Recordando
quizá aquella profecía de Daniel, afirmaba Donoso Cortés: «En el mundo antiguo
la tiranía fue feroz y asoladora; y sin embargo, esa tiranía estaba limitada
físicamente, porque los Estados eran pequeños y las relaciones universales
imposibles de todo punto. Hoy, señores, las vías están preparadas para un
tirano gigantesco, colosal, universal, inmenso... Ya no hay resistencias ni
físicas, ni morales (...), porque todos los ánimos están divididos, y todos los
patriotismos están muertos». Hacia la entronización de ese «tirano gigantesco»
vamos caminando inexorablemente; poco a poco descubrimos que su índole no es
política, sino económica, tal como Pío XI vislumbrara proféticamente en su
encíclica Quadragesimo Anno: «Un dominio ejercido de la manera más tiránica por
aquellos que, teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre él, se apoderan
de las finanzas y señorean sobre el crédito; y por esta razón diríase que
administran la sangre de la que vive toda la economía y tienen en sus manos así
como el alma de la misma, de tal modo que nadie puede ni aun respirar contra su
voluntad». Tal dominación, «horrendamente dura, cruel, atroz», tras lograr la
hegemonía económica —prosigue Pío XI—, «entablará rudo combate para adueñarse
del poder público, para poder abusar de su influencia y autoridad en los
conflictos económicos», trayendo consigo «la caída del prestigio del Estado,
que debería ocupar el elevado puesto de rector y supremo árbitro de las cosas y
se hace, por el contrario, esclavo, entregado y vendido a la pasión y a las
ambiciones humanas».
Lo que avizoraron Daniel, Donoso Cortés y Pío XI, entre otros hombres
clarividentes, ya está formándose ante nuestras narices: un Nuevo Orden Mundial
tiránico que se impone sin resistencias físicas ni morales; y que —¡oh,
misterio de iniquidad!— aparece a los ojos atónitos de las masas cretinizadas
como la única salvación posible ante las catástrofes que él mismo ha originado,
en su apetito insaciable de poder. Su estrategia salta a la vista: extensión
del pánico, mediante mecanismos especulativos, entre los Estados debilitados,
que acaban entregando su soberanía para convertirse en lacayos obedientes del
Nuevo Orden Mundial y acceden a someter a sus súbditos a las privaciones más
ímprobas, bajo la amenaza de una estampida de los inversores que sostienen la
deuda hipertrofiada de tales Estados. Y así, uno tras otro, sucumben los reyes
de la tierra ante la pujanza de este nuevo tirano de poder omnímodo, mientras
las masas cretinizadas aceptan, acojonaditas, todo tipo de «cambios
estructurales»; o, dicho en román paladino: aumento de los impuestos y
reducción de los salarios. Pero esto sólo es el principio: las arrogancias de
este nuevo tirano no han hecho sino empezar; acabarán siendo sangrientas.
Sólo nos resta el consuelo de saber que su dominio será breve, como
ocurre siempre con los tiranos envanecidos de su poder. Pero, entre tanto,
devorará y triturará cuanto halle a su paso, con el beneplácito lacayuno de los
reyes de la tierra.
Juan Manuel De Prada,
publicado en ABC.es.