martes, 22 de abril de 2014

Acerca de un bautismo.





DECLARACIÓN DEL INSTITUTO DE FILOSOFÍA PRÁCTICA ACERCA DE UN BAUTISMO CON DOS “MAMÁS” Y UNA SINGULAR MADRINA

Su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos… por eso Dios los entregó a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza”. San Pablo, Epístola a los Romanos, l, 21/22 y 26.


I

Pareciera que en esta decadencia argentina nunca vamos a tocar fondo. Hace poco, hemos vuelto a ser famosos en el mundo por un hecho gravísimo ocurrido en la Catedral de la Ciudad de Córdoba, Provincia homónima, con la responsabilidad directa de su Arzobispo. De nuevo y hasta ahora, silencio de los muchos que deberían aclarar el asunto; silencio (habitual) del Episcopado, silencio de las universidades “católicas”, silencio de los abogados “católicos” y otras corporaciones profesionales, silencio de las academias “católicas”, silencio de las asociaciones de familias, acerca de una cuestión de inaudita imprudencia e inmoralidad. Silencio de la bobería, y de otros, que no son precisamente bobos, sino cómplices.

II

En la citada Catedral, el 5 del corriente se ha celebrado el bautismo de la pequeña Umma Azul; Umma, nombre que hasta ahora conocíamos en alguna perra o gata. Como todo ser humano, la beba era capaz de recibir el sacramento y, desde entonces, es no sólo criatura, sino hija de Dios. Ha nacido a una nueva vida, la vida de la gracia, liberada del pecado original, quedando configurada por Cristo “por el carácter indeleble”, y acogida por la Iglesia. Hasta aquí, todo es alegría, más allá del nombre extraño que le podrá traer en la vida algunas dificultades. Además U.M.M.A. son las siglas de la Unión de Mujeres Musulmanas de la Argentina.

III

Pero acá empiezan las peculiares circunstancias del caso. La bautizada es fruto de una fecundación artificial y nunca conocerá a su padre biológico, reducido a ser un buen proveedor de esperma, pero, en cambio, tendrá dos “mamás”, la real y la conviviente, en hoy legalizado ayuntamiento, quien, en la realidad, es, para la criatura, una extraña. Es el caso inverso del de Tobías, ese niño que fue gestado por una madre portadora en la India, a la cual nunca conocerá y adoptado por una pareja homosexual, homenajeada por el gobierno de nuestra C.A.B.A. (Ciudad Apóstata de Buenos Aires).
Si algún día, Tobías y Umma se conocieran, se casaran y complementándose sexualmente tuvieran hijos, sería la revancha del orden natural. Al fin y al cabo, Tobías ni Umma son culpables de haber llegado al mundo por caminos retorcidos.

IV

Pero todavía hay más, pues estas dos “mamás”, que manifiestan su adhesión a la cultura “gay” y la soberbia de ser lesbianas, provocando el furor de los habitantes de la isla griega de Lesbos, han elegido como madrina a nuestra presidente, de quien debimos ocuparnos varias veces, porque pretende ser teóloga, filósofa, científica, y ahora, madrina. Bautismo en la Catedral, con un padrinazgo tan importante ¡Qué tal!
Evidentemente, que no estamos ante un caso común, sino muy especial, en el cual debe ejercerse la prudencia, auxiliada por su virtud anexa, la “gnome”, que se ocupa de situaciones extraordinarias, en las cuales son a veces insuficientes las reglas comunes.
Pero, empecemos por las reglas comunes, las primeras que debería conocer, observar y hacer observar el arzobispo Ñañez, que se encuentran en el Código de Derecho Canónico, para interpretarlas después, discriminando y si hace falta, utilizando los argumentos “a simili”, que extiende el campo de la norma y “a contrario”, que lo restringe.

V

El art. 851 inc. 2° dispone: “los padres del niño que va a ser bautizado, y asimismo quienes asumirán la función de padrinos, han de ser convenientemente ilustrados sobre el significado de este sacramento y las obligaciones que lleva consigo”.
El art. 855 aconseja: “procuren los padres, los padrinos y el párroco que no se imponga un nombre ajeno al sentir cristiano”.
El art, 868 inc. 2° advierte que para bautizar lícitamente a un pequeño se requiere “que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica; si falta por completo esta esperanza debe diferirse el bautismo”.
Respecto a los padrinos, el art. 874 inc. 1° requiere que el padrino “tenga capacidad para esta misión e intención de desempeñarla”, y el inc. 3° exige que “sea católico”, y lleve “una vida congruente con la fe”.
Con relación al caso de una madre soltera, el art. 877, inc. 2°, dispone que “se ha de inscribir el nombre de la madre, si consta públicamente la maternidad o ella lo pide”. Es el caso más parecido, pero de ninguna manera idéntico, pues en su génesis habrá fornicación, adulterio o implantación de semen, pero no existe el ayuntamiento lésbico. Estamos pues ante una situación nueva.

VI

Gracias a nuestro caro amigo Samuele Cecotti, conocimos los comentarios acerca del caso efectuados por Christian De Benedetto en “Corrispondenza Romana”, el 10 del corriente, en un artículo titulado “Scandalo nella cattedrale di Cordoba”. En el mismo señala, con toda razón, que la arquidiócesis de Córdoba “habría podido establecer un lugar más apartado y modesto para la celebración del bautismo e imponer la máxima discreción, habría podido señalar más de una objeción relativa a la elección de la madrina, vistas las objetivas y públicas posiciones asumidas por ella en abierto contraste con la doctrina católica. En vez, ¡nada de eso! ¿Por qué la arquidiócesis de Córdoba acepta reconocer a Umma como hija de las dos mujeres, cuando es hija de una sola de ellas y de un padre ignoto? ¿Esto transforma en madre de Umma a la segunda mujer? … La primera en hablar de ‘madres’ fue Rosana Triunfetti, responsable del Servicio de Comunicación Pastoral de la arquidiócesis de Córdoba. Esto nos deja perplejos constituyendo un real reconocimiento a la reivindicación gay a la progenitoriedad”.
¿No advierten Monseñor Ñañez y el párroco de la catedral que han sido usados con una finalidad mediática de propaganda inmoral y después arrojados como si fueran preservativos? ¿No se dan cuenta que han permitido que se instrumentalice un sacramento? ¿Ignoran que la circunspección y la cautela forman parte de la prudencia en su dimensión imperativa, que es la más importante? ¿Ignoran que no son los dueños ni administradores, sino custodios de un lugar sagrado, consagrado como catedral? ¿No hubiera sido prudente como señala De Benedetto fijar un lugar apartado y modesto y exigir privacidad y reserva?

VII

El Catecismo de la Iglesia Católica, destaca el papel de los padrinos quienes “deben ser creyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo bautizado, en su camino de la vida cristiana” (n° 1255).
Cuando Dios, tal vez harto de sus entuertos, convocó al ex presidente Kirchner a su presencia, emitimos el 24 de enero de 2011, una declaración titulada: “El legado de un perverso”; pero el muerto nos legó a su mujer, de quien dijo con toda su autoridad de próximo oriental y contertulio, el presidente uruguayo José Mugica, “La vieja es peor que el tuerto”. En la misma, decíamos entonces: “hemos asistido este año a la muerte de un hombre perverso, quien ocupó la primera magistratura de nuestro país, y que al acabar su período legal, la siguió ejerciendo de hecho, convertida en ’bien ganancial´. hasta su último día terrestre”.
Hace muchos años, Ramón Maciá Manso, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Oviedo, publicó un artículo titulado Perversión y conversión, en el cual describe al perverso, identificado con el hipócrita moral; afirma que hay personas que “sabiendo que hacen el mal, dicen que hacen el bien, y si esto no es creíble, alegan un buen motivo para hacerlo”. Y así, “en nombre de la libertad se puede atropellar la libertad de otras personas… en nombre de la justicia se puede cometer la injusticia… en nombre de la ética se puede destrozar y aniquilar la ética. En nombre de determinados derechos humanos se pueden violar otros derechos humanos e incluso los mismos de que se habla… en nombre de la libertad sexual se puede hacer ostentación de las mayores cerdadas ante quienes no quieren verlas… El hipócrita moral es un taimado que engaña a quien no descubre sus ardides e indigna a los que se dan cuenta de su pretensión de engañarles” (Verbo, Madrid, n° 265/6, 1988).
¿Cuáles fueron los frutos del árbol de los Kirchner? Los analizamos entonces en una serie de apartados:

a) Discordia.
b) Sodomonio.
c) Corrupción moral y cultural.
d) La economía “al revés”.
e) Escandaloso incremento patrimonial.
f) Atentado a la justicia distributiva contra los jubilados.
g) Inseguridad galopante.
h) La droga instalada y la promoción del juego.
i) Dos pesas y dos medidas, incluso en los tiempos procesales.
j) La Argentina en estado de indefensión.

Todo esto ha continuado y agravado en el gobierno de la “madrina”, que en estos años de gobierno unipersonal demuestra que “es peor que el tuerto”. Es más soberbia (no se le ocurrió anotarse en nuestro curso “La revolución de la humildad” y ni siquiera pedir el material), más egocéntrica, más verbosa, más irresponsable, más imprudente, más caprichosa, más insoportable.
Por todo lo expuesto, entendemos que no reúne las condiciones exigidas por el Derecho Canónico para el padrinazgo, el cual, como nos decía el antiguo párroco de San Isidro Labrador, con más de sesenta años de experiencia en la materia, es la clave para encarar los bautismos difíciles con responsabilidad, guiados por la prudencia y la “gnome”.
Le pedimos a Dios que proteja a la niña bautizada, que crecerá en un ambiente extraño a la verdad y al bien; y a su ángel de la guarda para que se emplee a fondo para cuidarla de semejante “madres” y de tan singular “madrina”.

Buenos Aires, abril 15 de 2014.

Bernardino Montejano 

Presidente

Juan Vergara del Carril
Secretario