Aunque ya conocíamos su postura opuesta
a la ortodoxia católica en temas neurálgicos de doctrina y disciplina, del antiguo
secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, constatamos que Mons. Juan Vicente Córdoba Villota, S.J., es otro
de los varios obispos que están saliendo del closet gracias a la apertura (de
hecho) francisquista hacia los invertidos.
Acá van unas declaraciones a los
medios de comunicación que no dejan de sorprender por parte de alguien que
ostenta la autoridad episcopal. Y lo más lamentable de todo esto, es que a
pesar de sus débiles y políticamente correctas “retractaciones”, lo dicho ya está
dicho, y nadie con autoridad va a sancionar a este hereje público.
Visto en Secretum
Meum Mihi, 25-May-2015.
No sabemos si hubo
algún ‘mariconcito’ en la compañia de Jesús
Perdonarán el lenguaje tan
florido utilizado en el titular, pero lo hemos compuesto inspirados en las
expresiones de Mons. Juan Vicente Córdoba Villota, S.J., antiguo secretario de
la Conferencia Episcopal Colombiana, actual obispo de Fontibón y presidente de
la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida del episcopado
colombiano, quien en el día de ayer participando en el foro “Matrimonio y
Adopción igualitarios: un camino incluso”, convocado por la Fundación Buen
Gobierno, y realizado en la Universidad de los Andes de Bogotá, usó las
expresiones —en las cuales nos inspiramos para el título— sintetizadas en esta
cita...:
“No sabemos si
alguno de los discípulos de Jesucristo era ‘marinconcito’, no sabemos. Tampoco
si María Magdalena era lesbiana. Parece que no porque bastantes pasaron por sus
piernas, pero no sabemos. Jesús nunca les dijo no caminen así, o no se vistan
de una forma. Tampoco les dijo machitos los quiero”
...y que se pueden escuchar en el
siguiente video tomado de Noticias
Caracol de Colombia.
Bueno, eso fue ayer, porque ya
hoy, consultando diferentes medios en Colombia, Mons. Córdoba ha moderado —para
no decir retractado— sus expresiones.
“En diálogo posterior con LA F.m.
monseñor Córdoba se arrepintió de algunas de sus declaraciones”, señala la
estación LA
FM.
“Reversazo de monseñor Juan
Vicente Córdoba sobre matrimonio homosexual”, titúla BLU
Radio.
“Yo soy consciente de que no
debía haber utilizado ciertas palabras como "mariconcito", pero lo
hice para generar empatía con el auditorio. La iglesia no nos permite ese tipo
de "calificativos"”,
declaró Mons. Córdoba a W
Radio Colombia.
“Son frases desafortunadas que Yo
no las diría nunca...”, se escucha decir a Mons. Córdoba en otra entrevista que
proporcionaRCN
Radio.
“Dije una frasecita que se oye
feito en un obispo y que tal vez no debí decir”, señala Mons. Córdoba en una
entrevista más concedida a Caracol
Radio.
Y no sabemos en qué otros medios
de comunicación se habrá disculpado/retractado/echadoreversa.
Mons. Juan Vicente Córdoba
Villota, S.J., no es desconocido en este blog, en el pasado hemos registrado
otras expresiones suyas polémicas como que para él sí existe la confesión
vía internet, o que para la Iglesia es posible aceptar
sacerdotisas.
En fin, así que basados en las
expresiones de Mons. Juan Vicente Córdoba Villota, S.J., nos quedó la duda de
si hubo algún ‘mariconcito’ en la compañia de Jesús.
Actualización May-15-2015
(16:50 UTC): Mons. Juan Vicente Córdoba Villota, S. J., ha emitido una
“nota aclaratoria”, la cual tomamos de la página
de Facebook del P. Ramón Zambrano, director de Cristovisión, el canal de
televisión oficial de la Iglesia en Colombia (bueno, eso es lo que ellos mismos
dicen, lo explicamso anteriormente aquí):
NOTA
ACLARATORIA DE MONS. JUAN VICENTE CÓRDOBA VILLOTA, OBISPO DE FONTIBON
Fontibón,
15 de mayo de 2015
Los medios de
comunicación, nacionales e internacionales, han reproducido ampliamente algunos
apartes de mi reciente intervención en un foro convocado por la Fundación Buen
Gobierno, la Universidad de Los Andes y la Fundación Colombia Diversa.
Con el fin de
evitar interpretaciones erróneas, quiero manifestar a los fieles católicos y a
la opinión pública lo siguiente:
1. Acojo plenamente,
con firme y plena convicción, la doctrina moral de la Iglesia Católica sobre la
homosexualidad que, aunque como mera inclinación sexual no constituye pecado,
es justamente considerada como una tendencia “objetivamente desordenada”
(cfr. Catecismo, n. 2358).
2. De igual
modo, como he repetido en diversas ocasiones, considero “que los actos
homosexuales son también intrínsecamente desordenados y contrarios a la ley
natural. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No
pueden recibir aprobación en ningún caso” (cfr. Catecismo, n. 2357). En
efecto, “las personas homosexuales están llamadas a vivir la castidad.
Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a
veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia
sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección
cristiana” (cfr. Catecismo, n. 2359).
3. Reitero,
por tanto, que las afirmaciones realizadas durante el mencionado foro académico
no han tenido la intención de controvertir o modificar esta sólida e inamovible
posición moral de nuestra Iglesia. La intención de mis afirmaciones no era otra
que la de expresar al público asistente, en su mayoría formado por líderes y
miembros de la comunidad LGBTI, el respeto que la Iglesia Católica tiene por
toda persona humana. Con amor de madre, la Iglesia acoge a todos los hombre y
mujeres sea cual sea su condición, consciente de que más allá de sus
inclinaciones sexuales e incluso de su comportamiento sexual- toda persona
tiene la misma dignidad fundamental ante Dios y ante el Estado. Los hombres y
mujeres con tendencias homosexuales “deben ser acogidos siempre con respeto,
compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de
discriminación injusta” (cfr. Catecismo, n. 2358).
4. Para
ilustrar a los asistentes sobre dicha realidad -desconociendo la presencia de
medios de comunicación en la sala- me permití utilizar algunas expresiones
coloquiales que, fuera del contexto del encuentro académico y del diálogo
establecido con los asistentes, resultan claramente desafortunadas. Pido
sinceras disculpas a quienes pudieron sentirse escandalizados o heridos por
estan lamentables expresiones a las que no puede dárseles ningún valor
teológico o moral.
5. A pesar de
la polémica suscitada, algo importante hay que resaltar en este acontecimiento.
Este primer encuentro oficial y público de un Obispo colombiano con la
comunidad LGBTI, demuestra que sí es posible acercarse a quien piensa distinto
para estableces un diálogo sincero y franco que nos lleve a derribar los muros
ya descubrirnos mutuamente como hermanos. En ese sentido, como Obispo y como
sacerdote, me siento satisfecho de haber cumplido este importante paso de
acercamiento que, espero, abra el camino para otros encuentros futuros.
6. Quiero
agradecer, por último, la comprensión y la oración de mis fieles, de mis
sacerdotes y de mis hermanos Obispos, que han sabido interpretar la finalidad
pastoral de mis afirmaciones y han valorado mi esfuerzo por llevar a los hijos
de Dios, en ocasiones alejados de la Iglesia, el rostro de la misericordia y
del amor divinos. Dios los bendiga a todos,
Juan
Vicente Córdoba Villota
Obispo
de Fontibón
Actualización May-15-2015
(17:52 UTC): La copia facsimilar de la “nota aclaratoria” aparece
publicada en el sitio de internet del periódico El
Catolicismo.