Francisco, en la carta
al Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización con la que se concede la indulgencia con ocasión del Jubileo
extraordinario de la Misericordia, con fecha 01-Sep-2015, concede “validez” y “licitud”
a las confesiones administradas por los clérigos de la FSSPX.
Una última consideración se da a los fieles
que, por diversas razones sienten que asisten a las iglesias oficiadas por los
sacerdotes de la Sociedad de San Pío X. Este Año Jubilar de la misericordia no
excluye a nadie. Desde diferentes partes, algunos compañeros obispos me han
dicho de su buena fe y la práctica sacramental, mezclado a la incomodidad de
vivir una condición pastoralmente difícil. Confío en que en un futuro próximo
podemos encontrar soluciones para recuperar la plena comunión con los
sacerdotes y superiores de la fraternidad. Mientras tanto, impulsado por la
necesidad de coincidir con el bienestar de estos fieles, por mi propia mano
establezco que muchos durante el Año Santo de la Misericordia se acercan a
celebrar el Sacramento de la Reconciliación a los sacerdotes de la Sociedad de
San Pío X, recibirán válida y lícitamente la absolución de sus pecados.
Aclaramos que las confesiones de los
sacerdotes de la FSSPX, siempre fueron válidas y lícitas debido a lo que se
conoce canónicamente como estado de
necesidad, estado en el cual se encuentra la Iglesia actualmente.
Por otro lado, como se comenta en el blog SecretumMeum Mihi (01-Sep-2015),
¡Qué embarazo para ciertos medios de comunicación —Uds. saben cuáles son— que
no podrán referirse a Francisco como “Filo-lefebvrista”, ‘criptolefebvrista’,
‘simpatizante de la causa lefebvriana’, ‘defensor del lefebvrismo’, etc, etc,
etc...!
¿Qué dirán los Iraburu o los Bermúdez?