lunes, 5 de octubre de 2015

¡Qué te hicieron Kim Davis!

Fueron muchos los fieles que conservan la fe católica que, luego del triunfal y mundano viaje pontificio a los Estados Unidos, se reconfortaron cuando se filtró la información que el papa había recibido durante 15 minutos en la Nunciatura Apostólica a la jueza Kim Davis que había sido encarcelada por negarse a celebrar un matrimonio entre personas del mismo sexo. En la ocasión, Bergoglio la había reconfortado y alentado a que se mantuviera firme en sus convicciones.

Era raro y yo, que soy malo, me olí que algo se vendría. Y se vino nomás. Hoy nos enteramos que el pobre P. Lombardi tuvo que salir, nuevamente, a explicar lo que realmente el Papa hizo: debido a la amabilidad y apertura características del Sumo Pontífice, recibió a muchas personas en la nunciatura en Washington, entre las cuales estaba Kim Davis, pero a la que apenas saludó sin saber siquiera de quién se trataba. Ese saludo, aclara Lombardi, no debe entenderse como un apoyo a su postura contraria al matrimonio gay.
No albergo dudas de que, efectivamente, Bergoglio recibió, saludó y alentó a Davis. Como buen peronista, le dijo lo que la pobre mujer quería escuchar, y al día siguiente dijo e hizo lo contrario. Ya está más que demostrado que es una persona que no tiene la menor inhibición moral para la doblez y la mentira, como buen jesuita. 

Pero aquí entra a tallar otro factor. La noticia que explotó ayer a través de Marco Tosatti, informadísimo periodista especializado en temas vaticanos: un grupo de 30 sacerdotes, la mayoría de ellos jesuitas, con la presencia de un argentino (Mons. Tucho Fernández) y liderados por el P. Spadaro, cercanísimo consejer de Bergoglio y director de La Civilttá Catolica, se están reuniendo desde hace algunos días en una residencia romana de la Compañía a fin de redactar el documento final del Sínodo sobre la Familia. Es decir, el documento final, que será aquel que el firme el Papa, ya está escrito, y en él se tratan los temas más complejos: segundas bodas de divorciados y su comunión sacramental, y unión de personas del mismo sexo.  

Hoy acaban de aparecer las disposiciones que reglamentarán el funcionamiento del Sínodo, es decir, el modo en el cual el cardenal Baldisseri, su Secretario General, manipulará la asamblea. Llama la atención, por ejemplo, que se mencione que el Santo Padre ha insistido en que “el Sínodo debe ser un espacio protegido, para que pueda actuar el Espíritu Santo, de modo que los Padres tengan la libertad de expresarse con parresía”. Y, por este motivo, los fieles conoceremos solamente un briefing al final de la jornada con lo acontecido en el aula sinodal, reseña que será elaborada, por cierto, por Lombardi y la oficina de prensa de la Santa Sede. Es decir, no sabremos qué dicen y qué opinan los obispos. Sabremos solamente el “relato” que el Papa quiera que sepamos.  

Preparemonos porque se vienen días difíciles.


Visto en Wanderer, 2-Oct-2015.