Así detalla este adefesio
realizado para una Navidad progresista y ecuménica: “Un sher de Navidad, un
villancico de Jánuka, un diálogo musical entre el Rabino Marcelo Polakoff y el Obispo Monseñor Pedro Torres, con producción musical de Fernando “Rahe”
Israilevich. Un saludo de buenos augurios para todo el mundo.” Buenos augurios
para todo el mundo y una implícita negación de lo que significa el Misterio de
la Navidad de Cristo, Único nombre dado para la salvación de los hombres. A
continuación, el comentario visto en Wanderer,
11-Dic-2015.
La chusma episcopal
La gran tragedia de Argentina fue
Perón. Uno de los métodos que utilizó el gran pillo en sus presidencias, y que
fue copiados por sus secuaces, consistió en poblar el Estado con el lumpenaje y
con todo tipo de personajes vulgares y cortos de entendederas pero
serviles al líder. Los argentinos pasamos a estar gobernados por esta chusma.
Vimos esta tragedia en los ’40 y ’50, hemos visto la comedia durante
el largo periodo kirchnerista y estamos viendo el sainete durante
el pontificado de Francisco, Su Santidad Peronista, como lo llaman algunos
periodistas argentinos.
La creación de La Cámpora,
agrupación de jóvenes kirchneristas que colonizaron la administración pública
del país vampirizando sus recursos, es equivalente a la colonización del
episcopado que está llevando a cabo Bergoglio desde el día mismo en que asumió
el ministerio pretrino. Desde ese triste momento hasta la actualidad, ha
designado, por ejemplo, casi cuarenta obispos en Argentina -lo que
constituye la tercera parte del total-, y son todos cortados por la misma
tijera, y me refiero a las cizallas del peronismo más decadente y ordinario,
representante del cual es el papa Francisco. (Algo indicativo de su grosería es
que, hasta el momento no enviado ningún tipo de saludo o felicitación al nuevo
presidente Mauricio Macri, aunque le sobra el tiempo para hablar por teléfono
con Cacho Castaña o con alguna divorciada necesitada de consuelo).
Quizás estas consideraciones
suenen demasiado duras. Pero bastará ver el video que antecede para darse
cuenta que se quedan cortas y la objetividad de la grabación eximen de
cualquier recurso a la subjetividad de este cronista.
El episcopado argentino siempre
fue deplorable y la excepciones a la regla muy escasas. Si nos ajustamos a los
último años, encontramos obispos marxistas como Hesayne y Angelelli;
amancebados como Podestá, fornicarios como Bargalló, manfloros como Maccarone,
frívolos y mundanos como Laguna, cobardes como Copello, trepadores y felones
como Taussig y liberales como el resto del grupo. El que verán en este video es Mons.
Pedro Torres, obispo auxiliar de Córdoba. Da tanta vergüenza ajena como la
da su valedor, el obispo de Roma. Si un obispo hubiera hecho semejante
esperpento durante los primeros siglos del cristianismo habría sido expulsado
de la Iglesia; en la Edad Media, la Santa Inquisición lo habría entregado al
brazo secular para ser quemado por hereje y judaizante; durante el reinado de
San Pío X habría sido apartado de su ministerio y bajo el pontificado de
Francisco probablemente sea premiado con un arzobispado.
Si esta no es ya una
manifestación chabacana, pero manifestación al fin, de la gran religión
universal de la humanidad feliz, no sé qué otra cosa podemos esperar.
___________________________________________________________________________
Promotores de la políticamente correcta herejía judeocristiana y el Rabino Marcelo Polakoff:
Con el "tradicional" Benedicto XVI
Y con el Cardnal Jorge Bergoglio, luego Francisco