“Yo, Presidente, no quiero meterme en política; y cuando quisiera, no podría ni sabría. Pero es mi deber, también con compromiso de mi salvación eterna, meterme en religión. Lo cual para mí (Sacerdote y Doctor en Teología) significa en estos momentos salir por los fueros de la verdad religiosa, amarla con toda mi alma, buscarla con pasión, decirla con prudencia y eficacia, y defenderla hasta con peligro de mi vida si el caso lo requiriera. Y si yo no hago eso, no puedo entrar en el Reino de Dios, aunque edifique mil templos, dé un millón de pesos de limosna, y me mate a fuerza de ayunos y penitencias. Porque la Verdad es mi Señora y mi Prometida, mi Única Promesa en esta vida y en la otra, mi Tesoro Oculto por el cual lo he dado todo, mi Deber Jubiloso y Terrible.”
R.P. Leonardo Castellani, “Castellani por Castellani”, p.352.