En un Decreto, el Papa Benedicto XV afirma:
“Su Santidad el Papa Benedicto XV,
afligido ante el torbellino de la guerra que troncha vidas juveniles, sume en
la desolación familias y ciudades y trastorna las naciones más florecientes;
considerando que el Señor, el cual castigando sanat et ignoscendo conservat, se
conmueve por las oraciones de los corazones contritos y humillados; deseando
que más fuerte que el fragor de las armas sea la voz de la fe, de la
esperanza y de la caridad, que son las únicas que tienen virtud divina para
unir á los hombres en un solo corazón y en una sola alma, mientras invita y
exhorta al clero y al pueblo á hacer alguna obra de mortificación expiatoria
por los pecados que provocan el justo castigo de Dios, ha dispuesto que en todo
el mundo católico sean dirigidos al Señor humildes ruegos para alcanzar de su
Misericordia la suspirada paz. A este fin ordena que en todas las iglesias
Metropolitanas, Catedrales, Parroquiales y Regulares de Europa, el próximo día
siete de febrero, Domingo de Sexagésima, y en las Diócesis de fuera de Europa el
ventiuno de Marzo, Domingo de Pasión, sean celebradas especiales funciones
según el orden siguiente...”