El Servicio Biblioteca del Gran
Oriente de Italia organizó un debate sobre La Chiesa del dialogo dal
Concilio Vaticano II al Papa Francesco, donde se presentó el libro Il
Concilio segreto, del periodista vaticanista Ignazio Ingrao. En el debate
intervinieron el historiador Alberto
Melloni, la teóloga Marinella
Perroni y el Gran Maestre Stefano
Bisi. El moderador fue el periodista Marco
Politi. En el texto de la invitación
se puede leer:
Comprender un suceso tan innovador y
paradigmático como fue el Concilio ecuménico Vaticano II, y hacerlo a
través de una lectura no oficial sino fundada en testimonios y documentos mucha
veces inéditos, significa tener la
oportunidad de ir hasta las raíces de lo que hoy está pasando en la Iglesia
católica.
Como leemos en este Pequeño apunte del día,
19-Jun-2014. Se habló y discutió, expresamente, de (Traducción de Ex
Orbe, 15-Jun-2014 – el original en italiano aquí):
- PP Franciscus, predicador de un movimiento
espiritual fundado en la humildad y la pobreza, predicador de una renovación
espiritual en una Iglesia que parece haber perdido su centralidad en la vieja
Europa pero que se re-descubre viva y fértil en ‘sur del mundo’.
- la actualización del Concilio Vaticano II en el curso de estos últimos 50 años de historia de la Iglesia, ha encontrado, por desgracia, obstáculos y dificultades. La Iglesia del guión ecuménico, extrovertida y abierta al mundo, dispuesta al diálogo y sensible a la simiente positiva de la modernidad, no siempre ha tenido una vida fácil. Temores, resistencias, miopías, han ralentizado la necesaria evolución. Muchas de las reformas incluidas en el orden del día del pontificado de Bergoglio re-envían a temas ya afrontados durante el Concilio: Desde la familia al rol de la mujer, desde el celibato de los sacerdotes a la ‘pobreza’ de la Iglesia.
- estudiar el Concilio de ayer, nos ayuda a anticipar la Iglesia del mañana. PP Franciscus ha recogido el testigo de sus predecesores asumiendo el empeño firme y decidido de actualizar el Concilio. La Iglesia en diálogo proyectada hacia las periferias, como quiere el pontífice argentino, repropone el modelo que los padres conciliares deseaban realizar. Se abre así una estación nueva sobre tantos temas dejados en suspenso.
Entre otras cosas, el Gran
Maestre del Gran Oriente de Italia Stefano
Bisi, dijo (Grande
Oriente d’Italia, 13-Jun-2014):
Me gustaría
saber qué piensa el Papa Francisco de la Masonería (porque) estoy profundamente
convencido de que en el terreno de los derechos humanos y de la libertad puede
haber contactos fecundos entre la Iglesia Católica y un no creyente. Es tiempo
de unión antes que de división y de que se puede encontrar un valioso punto de
encuentro y de diálogo. Hay una imperiosa necesidad de conectarse. Este también
era el mensaje del concilio Vaticano II. Un mensaje que hoy, con el pontificado
de Bergoglio, se refuerza con un nuevo y fuertísimo impulso, que nace de la
voluntad de remodelar a la Iglesia su fisonomía, de un reexamen de la pastoral
de las relaciones interpersonales, de una devaluación de la metodología
inaugurada en esa especialísima asamblea que se desarrolló desde 1962 hasta
1965, bajo los pontificados de Juan XXIII y Paulo VI: debate abierto y
democrático e intensa atención hacia la sociedad.
También se puede ver el video de
la presentación y escuchar el audio, Radio
Radicale, 12-Jun-2014, aquí.
Comenta Terzio:
Si han leído
Uds. el programa del simposio masónico-conciliar y comparten con Ex Orbe
juicio, parecer y criterio, habránse confirmado en un par de ya viejas (para
nosotros) impresiones:
1ª) que algo
debió estar mal (o se entendió mal) en el Vat.2º (o del Vaticanosegundo) para
que suscite entusiasmos tan enardecedores entre las filas de los masones (y
otras especies afines)
2ª) que algo
no funciona bien en la Iglesia si las perspectivas de una necesaria renovación
se entiende entre gente de Iglesia (y agentes de disimulada anti-iglesia) como
una re-programación del Concilio después de la constatación de 50 ruinosos años
postconciliares
La tercera
impresión es una cuestión inquietante a despejar, una actualísima aún no
esclarecida cuestión: ¿Por qué, precisamente, PP Franciscus alienta
(pasivamente (creemos)) estas turbadoras mociones entusiastas entre los menos
católicos (e incluso reconocidos anti-católicos) mientras sume en graves
perplejidades a los católicos más católicamente conscientes?
El recién
celebrado simposio masónico-católico es un botón de muestra más entre muchos,
todos del mismo o concomitante signo/tendencia.
No nos
preocupamos por pusilánime hiponcondría: Estamos cada vez más alertas porque
tememos que el daño conciliar se haya vuelto crónica afección… como un letal
tumor con avanzada metástasis activa, passim.
Y tiene
perversa gracia que el tratamiento recomendado (por los masones) sea una dosis
masiva de la misma causa/etiología de la afección.
Ustedes
perdonen el diagnóstico. No es fatalismo pesimista, sino análisis
sintomatológico más que comprobable.
¿O no?
+T.
Recordamos a nuestros lectores
nuestra sección dedicada a la masonería, donde se puede encontrar diverso material doctrinal.