En su habitual intervención en el programa
“Claves para un Mundo Mejor”, que se emite por América TV, Mons. Héctor
Aguer, Arzobispo de La Plata , reflexionó sobre algunos puntos
fundamentales del Anteproyecto de Reforma del Código Civil, “que implican alteraciones muy graves
contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana”.
El prelado platense destacó que en la reforma
que el Ejecutivo envió al Congreso, los embriones que son concebidos mediante
técnicas de procreación artificial “no son reconocidos como seres humanos” si
no son implantados en el útero de una mujer, lo que da pie a “que se haga con
ellos cualquier cosa”. Entre los agravantes contemplados en la proyectada
reforma mencionó: la eliminación de embriones, el alquiler de vientres, la
donación de gametos, la inseminación “post mortem” y la homoparentalidad (un
niño con dos papás o dos mamás).
Entre los ataques a la familia resaltó la banalización
del matrimonio: el “divorcio express”, la eliminación
del deber de fidelidad entre los cónyuges y la creación de las
llamadas ‘uniones convivenciales’ para los que no quieren casarse.
Denunció finalmente que “lo que se está
proponiendo, es una nueva estructura de la sociedad argentina en sus realidades
esenciales”.
A continuación el texto completo de la
alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Hace un par de semanas fue presentado el
anteproyecto de reforma del Código Civil de la Nación, un volumen de 793
páginas. La noticia no tuvo una repercusión popular muy amplia, como tuvieron
otros anuncios recientes, y, sin embargo, aquí se juega, de algún modo, el
futuro de la sociedad argentina y su estructura fundamental”.
“He tomado alguno de los temas de este
anteproyecto que me parecen fundamentales, que implican alteraciones muy graves
contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana”.
“Comencemos por lo que se refiere a la vida, el
inicio de la vida. El anteproyecto modifica la redacción actual del Código
Civil y establece lo siguiente: “La existencia de la persona humana comienza
con la concepción en el cuerpo de la mujer o la implantación en ella del
embrión formado mediante técnicas de reproducción humana asistida”.
Se establece en ese texto una diferencia
injustificable desde el punto de vista científico; se reconoce como persona
humana desde el momento de la concepción aquella que es engendrada en el cuerpo
de la mujer, pero no la que inicia su trayecto vital en una probeta. Ésta sólo
sería persona a partir de su implantación en el seno que la reciba.
“Quiere decir que con los embriones que son el
resultado de un proceso que en el anteproyecto se llama reproducción humana
asistida, y que mejor debiera llamarse procreación artificial, se puede hacer
cualquier cosa. Los embriones no implantados no son reconocidos como seres
humanos. Esta aberración tendrá consecuencias gravísimas, que ustedes pueden
imaginar”.
“Otra alteración del orden natural, en la misma
línea: se legaliza lo que se llama alquiler de vientres, o la maternidad
subrogada. Con esta disposición se altera completamente la situación que
corresponde a la concepción y nacimiento de un nuevo ser humano. La aprobación
de las técnicas de procreación artificial legalizan la gestación por
sustitución, con lo cual se introduce la confusión en la realidad entrañable de
la maternidad ¿a quién deberá reconocer por madre el niño que es fruto de tal
experimento?”.
“El mismo juicio negativo debemos pronunciar a
la confirmación de una práctica que se viene realizando y que ha sido
autorizada por ley de las técnicas de procreación artificial; el Código
incluirá la donación de gametos. ¿Qué quedará de la identidad biológica del ser
humano? Todo niño tiene derecho a saber quién es su padre y quién es su madre,
también en el orden biológico. Pero aquí se abre la posibilidad de eliminación
de embriones por distintos motivos, por ejemplo porque se presupone que van a
tener alguna discapacidad que lo limite. O se los congelará, o se los podrá
descartar si se considera que sobran. Esto es gravísimo, es una manipulación
intolerable de las fuentes de la vida. Otra aberración es permitir la inseminación
post mortem”.
“También se legaliza lo que se llama
homoparentalidad. Quiere decir que un niño podrá tener dos papás o dos mamás.
Esto es una consecuencia de esa ley inicua que, el año pasado, alteró la
naturaleza misma del matrimonio”.
“Respecto de la familia hay también cosas
lamentables. Por ejemplo, la eliminación del deber de fidelidad en el
matrimonio, que es un elemento fundamental; ya no será un deber guardar
fidelidad y, consiguientemente, entonces, ya no habrá atribución de culpa en el
caso de adulterio.”.
“Por otra parte, en el anteproyecto se banaliza
además del matrimonio, el divorcio, que pasa a ser lo que se llama ‘divorcio
express’. El trámite va a durar una semana. En una semana se podrá liquidar la
realidad del matrimonio”.
“Se crean las figuras de ‘uniones convivenciales’
para las parejas no casadas. Quiere decir que será lo mismo casarse que no
casarse.”.
“Estas reformas no tienen por ahora una
repercusión popular, pero las consecuencias a la larga serán tremendas sobre
todo teniendo en cuenta que el Código Civil Argentino era un modelo de orden
jurídico fundado en la naturaleza de las cosas. La obra de Dalmacio Vélez
Sarsfield, además, fue prolongada y completada por tantos estudiosos, por
famosos civilistas, que han honrado al Derecho Argentino”.
“Todo eso quedará arrumbado entre objetos sin
interés, sin valor”.
“Aquí lo que se está proponiendo, es una nueva
estructura de la sociedad argentina en sus realidades esenciales. ¡Y esto sí
que es un problema serio y que tiene que ser objeto de debate!”.
“Es de esperar que haya, un debate serio en el
Congreso de la Nación. Espero también que haya muchas consultas antes, a todas
las instituciones de la sociedad que pueden opinar sobre esto. Hay mucha gente
todavía que reconoce lo fundamental de la estructura social y el valor de la
familia y la intangibilidad de la vida humana”.
Notivida, Año XII, Nº 816, 22
de abril de 2012.