martes, 26 de enero de 2016

Hacia una religión universal.


Precisamente con esto, los modernistas no les infunden a los protestantes ni a todos los que no son católicos la idea de que tienen que venir o volver a la Iglesia católica para ser realmente hermanos en Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cuál será, entonces, el resultado? Una especie de humanitarismo y filantropía que, finalmente, servirá a la sociedad de las naciones masónicas, que está preparando lo que vislumbró tan claramente el Papa San Pío X:

«Una religión (...) más universal que la Iglesia católica, reuniendo a todos los hombres, convertidos finalmente, en hermanos y camaradas, en “el reino de Dios”».

Podría decirse: ¡en el reino del Gran Arquitecto!, porque éste es el objetivo de los masones y, con ellos, de los judíos: la realización de una religión universal que ejercerá su imperio sobre todos los hombres.
Además, el Papa San Pío X hizo alusión a ello:

«Y ahora, penetrados de la más viva tristeza, Nos nos preguntamos, venerables hermanos, en qué ha quedado convertido el catolicismo de Le Sillon. Desgraciadamente, el que daba en otro tiempo tan bellas esperanzas, este río límpido e impetuoso, ha sido captado en su marcha por los enemigos modernos de la Iglesia».

Mons. Marcel Lefebvre, comentando la carta encíclica de San Pío X “Notre charge apostolique”.