La extraña estructura de la Catedral y su colorida iluminación a lo espectáculo televisivo. |
El 6 de Enero pasado, las reliquias de San Juan Bosco llegaron a la
Catedral de Liverpool. Allí Mons. Tom Williams, obispo auxiliar de la diócesis
en “plena comunión”, celebró una Misa para recibir los venerables restos.
¡Pobre San Juan Bosco!
El relativismo en el cual fueron amasadas las nuevas rúbricas del Novus Ordo Missæ (Nuevo Orden de la
Misa), el rito que hoy se reza en la mayoría de las Iglesias (en la Catedral de
Liverpool también), dio sus frutos… y podemos apreciarlos hoy día con estos
actos litúrgicos directamente sacrílegos, de tono burlesco y absolutamente
alejados de la fe católica.
Los bailarines haciendo su coreografía |
Esto nos lleva a reflexionar. Son famosas las palabras del Cardenal
Ottaviani, prefecto para el Santo Oficio (lo que hoy sería la
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, digamos, el “guardián de la fe”),
cuando afirmaba rotundamente junto al Cardenal Bacci que el nuevo rito de la
Misa “se aleja de modo impresionante,
tanto en conjunto como en detalle, de la teología católica de la Santa Misa tal
como fue formulada por la 20ª sesión del Concilio de Trento que, al fijar
definitivamente los «cánones» del rito, levantó una barrera infranqueable
contra toda herejía que pudiera atentar a la integridad del Misterio”. Y
que no hay “razones pastorales atribuidas
para justificar una ruptura tan grave” (Cfr. “Breve
examen crítico del Novus Ordo Missæ”), vemos que tenían toda la razón. Ese
alejamiento, esa ruptura era grave y no había excusas de orden pastoral para
realizarla. ¡Era el Espíritu Santo –por medio del Cardenal- el que le advertía
a Pablo VI que debía detener la reforma litúrgica! Pablo VI desoyó las
advertencias y siguió en curso con la reforma.
La ruptura se fue extendiendo y el nuevo misal afianzando de modo que,
con el transcurso del tiempo y los principios modernistas en el espíritu de las
rúbricas litúrgicas, la “creatividad” de los nuevos celebrantes de la misa, se fue
desviando cada vez más.
Si los principios son malos, es muy difícil intentar sostener el edificio
de la nueva liturgia en orden, por más que el Cardenal Ratzinger, en un intento
de salvarla, haya afirmado: “ahí donde el aplauso irrumpe en la Liturgia
como un logro humano, se está frente a un signo seguro de que se ha perdido del
todo la esencia de la liturgia, la cual ha sido sustituida por una especie de
entretenimiento con fondo religioso”, frase que aparece al final del
video que publicamos. Lo vemos a diario en el abanico de diferentes liturgias
de todo tipo, parroquia por parroquia, cada una con su libreto y su estilo, con
o sin aplausos, es la “humanización” de la liturgia.
La Catedral cuidadosamente iluminada para el “show”. |
Esta es la Iglesia modernista que tiene su propia liturgia relativista,
alejada completamente de la teología del Sacrificio expiatorio de la Cruz, que
ha convertido a la misa en un “show” digno de un programa te televisión. La
contemplación, la piedad, ya no son cosas en desuso para los nuevos clérigos de
la neo-Iglesia. La cuestión es divertir a la “audiencia”, mientras tanto, la “audiencia”
ha perdido completamente la fe en el Santo Sacrificio.
El cuerpo de San Juan Bosco en medio del desbarajuste |
¡San Juan Bosco,
ruega por nosotros!