Misa con globos del Cardenal Schönborn |
Para quiénes han perdido la fe y
la han transformado en otra fe, la liturgia se ha convertido literalmente en
un “show”. Podríamos decir que en un “Show de Broadway”, sin exageraciones. El padre Terzio, en su Blog “Ex
Orbe”, nos muestra que el “show” realmente existe. Nada más ni nada
menos que en la Catedral de San Esteban, en la diócesis Viena en “plena
comunión”.
¿Qué resta preguntarnos al ver estos actos que tocan
lo sacrílego? Es obvio que alguien que realiza un show de la liturgia, no puede
estar convencido de que la santa Misa es el mismo Sacrificio de Cristo en la
cruz renovado de manera incruenta. ¡Dónde ha quedado la gravedad y el misterio
de la cruz! Y estos personajes que, sin ningún escrúpulo y sacrílegamente, -intencional
o no intencionalmente, no lo sé- se burlan de la cruz y de la Misa, difundendo
con estas aberraciones, otra fe completamente alejada del Evangelio y de la
Tradición apostólica que la Iglesia católica siempre enseñó durante dos mil
años.
No es una
inocentada retrasada
En la Catedral de San Esteban, en
Viena, en el presbiterio, ante el Altar Mayor, con un cura (el párroco de la
Catedral, al parecer) revestido con una casulla decorada con dos franjas del
arcoiris gay-lesbi del mariconerío militante, asistido por una ‛acólita’ con
sotana y roquete, montaron esta secuencia del musical Sister Act.
Ya han pasado los días del
bochorno y el escándalo, ya nadie se lleva las manos a la cabeza, ya parece que
hasta gusta e incluso se espera que el cura ocurrente de turno se invente algo
y añada la aberración de cada día a la Sagrada Liturgia, cada vez más
descralizada y menos litúrgica.
Abochorna ver en la cúspide
jerárquica a obispos que se resisten a la recuperación de la Misa tradicional,
que jamás consentirán una Misa en sus catedrales, que prohíben a sus sacerdotes
celebrar la Misa, pero que se prestan gustosos a bailar en la raya de
la profanación y el sacrilegio, como si lo Sagrado que tienen gravemente
encomendado fuera una broma, una ocasión para el chiste vulgar y la
frivolidad de un vodevil.
Hoy en Viena, mañana en
París, y otro día en Madrid, y en Sevilla, en Buenos Aires, en
México, en New York, en London...por todo el mundo.
En Roma también.
Y la gente mira, apláude, sonríe, participa...
...Pero la fe se va.
+T.
Visto en “Ex Orbe”.