“La desgracia de los hombres es peculiar: sólo con gran dificultad consienten vivir de la Verdad para la que fueron hechos. Si queréis cumplir dignamente con vuestro papel, que es el comienzo de vuestro papel de hombres, es necesario que tengáis coraje. A menudo os preguntáis en qué consiste la acción que se ejerce sobre las almas y tenéis dificultad para concebirla. Esa acción no consiste en otra cosa que en introducir a los hombres en la Verdad. Si no es eso, no es nada. ¿Y cómo lograrlo? Si los demás ven que vosotros mismos vivís de la Verdad sin debilidad alguna, cumpliendo así vuestra función que es la de ser testigos, ellos habrán recibido lo que esperaban de vosotros y lo que vosotros les debéis: tienen necesidad de que se les ayude a ser; necesitan que se les muestre que es posible hacer entrar la Verdad en su vida de un modo tal que nunca jamás salga ya de ella”.
André Charlier, Lettres aux capitaines. Traducción: El Brigante, 17-Jun-2009.