San
Pío X: en el Centenario de su fallecimiento, 20 de Agosto 1914-2014, las
palabras de un valiente Pontífice, de un santo varón, de un hombre que no temía
a los poderosos del mundo y que tenía la liberalidad de hablar con la claridad
que la luz de la verdad produce en los hombres adheridos a la santa Tradición
católica:
“No hay
verdadera fraternidad fuera de la caridad cristiana, que por amor a Dios y a su
Hijo Jesucristo, nuestro Salvador, abraza a todos los hombres, para ayudarlos a
todos y para llevarlos a todos a la misma fe y a la misma felicidad del cielo.
Al separar la fraternidad de la caridad cristiana así entendida, la democracia,
lejos de ser un progreso, constituiría un retroceso desastroso para la
civilización. Porque, si se quiere llegar, y Nos lo deseamos con toda nuestra
alma, a la mayor suma de bienestar posible para la sociedad y para cada uno de
sus miembros por medio de la fraternidad, o como también se dice, por medio de
la solidaridad universal, es necesaria la unión de los corazones en el amor de
Dios y de su Hijo Jesucristo. Esta unión no es realizable más que por medio de
la caridad católica, la cual es, por consiguiente, la única que puede conducir
a los pueblos en la marcha del progreso hacia el ideal de la civilización”.
San
Pío X, ¡ruega por nosotros!