lunes, 22 de septiembre de 2014

Sobre el tardía comunicado del Obispo de Santiago del Estero.


Mons. Bokalic: ¿el viejo truco?

Permitir la corrupción, para luego lamentar

¿Tuviste cortejo? –Sí, una nena llevaba los anillos, otras tres nenas tiraban flores y un nene llevaba la luz:
un candelabro con una vela.
(De “Luisa” Paz durante un reportaje) 

El Obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, emitió un nuevo comunicado, firmado también por su auxiliar, en el que advierte a los sacerdotes que no pueden “efectuar ceremonias de cualquier tipo que contradigan esta concepción del matrimonio”; en clara alusión al “casamiento gay” realizado en la parroquia del Espíritu Santo; y sobre el que ya se había manifestado anteriormente.

¿A qué vendrá ahora ese comunicado extemporáneo, cuando ya el sacrilegio que él pudo impedir, es decir, que permitió, ha sido consumado?

En nuestra opinión, la táctica aplicada podría ser el viejo truco utilizado frecuentemente por la Jerarquía modernista: hacer gestos que marquen a fuego a la opinión pública, y luego lanzar algún tipo de "aclaración" para tranquilizar a los incautos, y disminuir la exposición en la que se han colocado al traspasar "la línea de no ceder".
Pues puede haber algún obispo que no tolere “quedar pegado” a su colega si se mantiene en silencio, e incluso pudiera alguien escribir a Roma (por las dudas, aunque más no sea), cosa que ya ocurrió; (sabemos a ciencia cierta que una carta que denuncia el caso vuela hacia la Congregación para la Doctrina de la Fe).

Sospecha que es respaldada por el mismo enunciado de la afirmación episcopal: “Ante lo acontecido en esta diócesis de Santiago del Estero afirmamos lo siguiente:...”.
¡No te das cuenta, excelencia, que eres el Obispo del lugar, no el almacenero de la esquina; y que estás hablado como si lo "acontecido" no hubiera estado bajo tu jurisdicción? ¿Por qué lo permitiste. Por qué no haces justicia castigando al culpable, para escarmiento de los que pudieran venir en adelante,  y desagraviando el templo execrado por el sacrilegio que has permitido?
Lamentamos decir que mientras esta gravísima ofensa quede sin ejemplar castigo, las palabras de Mons. Bokalic suenan a complicidad e hipócrita cobardía, que no pueden ser disimuladas por una mal pretendida caridad para con el cura sacrílego y hereje.
Lo que el ordinario no dice en este caso es que, más allá de la confusión que pudiera suscitar el casamiento religioso de los homosexuales, el padre Lamberti ha bendecido el mal que clama al cielo. Es decir, niega la maldad intrínseca del pecado de sodomía, contradiciendo nuestra Fe y cometiendo, a nuestro modo de ver, no solamente sacrilegio sino también herejía.

Por eso, es muy de lamentar que el comunicado de marras no incluya ninguna referencia a la insolencia que cometen los que pretenden que la Iglesia, por el poder de sus pastores significado en la estola sacerdotal que vistió el padre Lamberti, bendiga un nexo condenado explícitamente en las Sagradas Escrituras y en la Moral católica. 

En lugar de eso, se nos recuerdan “que la Iglesia enseña que toda persona deberá ser acogida con respeto, compasión y delicadeza.”, frase frecuentemente utilizada cuando se habla de los homosexuales y adulterinos, y que ha sido tomada en general como un mandato de aceptación sin más, que vulnera el deber de corregir al que yerra.
Frente a lo cual, y para evitar confusiones, nosotros también recordamos lo que enseñó el Señor respecto de quien contraviene la Ley Divina y persiste en ignorar la corrección fraterna: “Considéralo como un pagano o un publicano” (Mt 18, 17); es decir, como alguien que está fuera de la Iglesia.

Mons. Bokalic, las “periferias existenciales”, en la iglesia modernista que tenemos ante nuestros ojos, no son los homosexuales, no. Son los cristianos sinceros que buscan la buena doctrina y la buena liturgia, sistemáticamente negada por una parte cada vez mayor del clero católico.
Desde esa periferia le pedimos que explique su inconcebible conducta de haber permitido lo que sabía a ciencia cierta que iba a ocurrir, que repare la ofensa castigando al o a los culpables, y que desagravie el templo del Espíritu Santo execrado a partir del sábado pasado.
Mientras esto no ocurra, de poco valdrán mil comunicados como el que acaba de firmar, como no sea de burla a los creyentes de corazón. Pues como publicó un importante diario el pasado viernes 19: “Aunque el obispado dio una marcha atrás retórica, nadie le quita lo bendecido”.



Texto del Nuevo Comunicado

Ante lo acontecido en esta diócesis de Santiago del Estero afirmamos lo siguiente:

La íntima comunidad de vida y amor conyugal, que ha sido fundada por el Creador y provista de leyes propias, se establece sobre la alianza del matrimonio, que es un vínculo sagrado que no depende del arbitrio humano, sino que el mismo Dios es el autor del matrimonio.

El matrimonio cristiano consiste en el acto de la voluntad por el cual el varón y la mujer, naturalmente concebidos como tales desde el seno materno, se entregan y aceptan mutuamente en alianza irrevocable por la que constituyen entre sí un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los hijos. Esta alianza matrimonial fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados.

Ésta es la única concepción de matrimonio entre bautizados; y es inválida e ilícita toda otra forma de unión. Por lo cual no es posible hacer ninguna celebración religiosa que no corresponda a esta naturaleza del matrimonio.

Se recuerda que por el respeto debido al sacramento del matrimonio y a la comunidad de los fieles está prohibido a los pastores, por cualquier motivo o pretexto incluso pastoral, efectuar ceremonias de cualquier tipo que contradigan esta concepción del matrimonio. En efecto, tales ceremonias podrían dar la impresión de que se celebran nupcias sacramentales válidas y como consecuencia inducirían al error sobre la concepción cristiana del matrimonio.

También recordamos que la Iglesia enseña que toda persona deberá ser acogida con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará todo signo de discriminación injusta. Se invitará a todos los bautizados a fundamentar su vida de fe en la Palabra de Dios que nos ofrece la salvación y nos llama a la conversión. Para vivir, perseverar y crecer en la fe debemos recurrir a la oración, los sacramentos y la caridad.

Actuando de este modo, la Iglesia católica profesa la propia fidelidad a Cristo y a su verdad; al mismo tiempo se comporta con espíritu materno hacia todos sus hijos, en particular con los que están en las periferias existenciales.

Santiago del Estero, 21 de septiembre de 2014 

+ Vicente BOKALIC, obispo de Santiago del Estero
+ Ariel TORRADO MOSCONI, obispo auxiliar de Santiago del Estero.

Fuente: AICA


Visto en Página Católica, 22-Sep-2014.