domingo, 8 de mayo de 2011

Conferencia: Octubre Rojo.


El año 1917 no solo señala la fecha de un golpe de Estado, como tantos que hemos conocido, sino un giro copernicano de la historia. Un acto fundamental de la historia, el comienzo de una verdadera “Revolución” con mayúsculas, solo comparable con la revolución francesa.
El estudio de esta conferencia, gira en torno al prisma conceptual del proyecto soviético, tratando de penetrar en lo que constituye su esencia. Basada en el libro del mismo autor llamado “De la Rus’ de Vladímir al ‘hombre nuevo’ soviético”, propone una visión global de lo ocurrido en aquellas tierras tan lejanas y tan extrañas para el hombre occidental.
A modo de exposición sistemática, el P. Sáenz, nos ofrece una visión completa y acabada del gran proyecto comunista. Veremos como los soviéticos desmotaron la sociedad antigua para crear una nueva sobre las ruinas. La instauración de un orden totalmente nuevo desarraigado y agresivamente en contra de sus antiguas tradiciones. Viendo que la cosmovisión soviética necesitaba esta nueva sociedad, atacó la base y célula de toda sociedad: la familia (tema que tanto nos ocupa hoy en nuestra patria) para luego realizar la instauración de un nuevo concepto de familia, la “familia soviética”. También el proyecto soviético contó con la exaltación del “proletariado”, el hombre mecanizado, engranaje de un sistema inhumano, sin tierra y sin posesiones que lo unan a una patria, sistema que llevó al régimen al exterminio de 4 millones de campesinos por pertenecer a lo que la ideología soviética llamaba “germen de la burguesía”.
Los terribles actos llevados a cabo por el partido soviético fueron la expresión de la puja de aquellas dos ciudades de las que hubiese hablado San Agustín. La “Ciudad del Hombre”, que por amor a sí mismo ha llegado hasta el desprecio de Dios; y la “Ciudad de Dios”, que por amor a Dios ha llegado hasta el desprecio de sí mismo, por eso decía el santo que “el hombre cuando cae de Dios, cae de sí mismo”; y agregaba G.K. Chesterton “quitad lo sobrenatural, y no encontraréis lo natural, sino lo antinatural”, de ahí que el marxismo sería una “filosofía inhumana”, como la llamaría el Papa Benedicto XVI. Desarmada la sociedad, quitado todo lo sobrenatural que poseía, quitado también el orden natural, quedaría la sociedad inhumana fundada en la soberbia humana que, con su propia fuerza de voluntad, construiría el “paraíso terrenal”.
Y la revolución soviética no será una revolución atea, sino de inspiración “anti-teísta”, “anti-Dios”. Se nombrará a Dios sólo para repudiarlo, para odiarlo, para transformarlo en algo imprescindible al hombre. Y así, el Estado soviético, tendrá su propia liturgia, su propio “santoral”, su propio calendario para sus fiestas de “veneración” al hombre.
Contamos, entonces, con la brillante conferencia del R.P. Alfredo Sáenz, sacerdote jesuita, autor de numerosas libros, que ofrece un pantallazo de lo que ha sido esta terrible revolución de Octubre en Rusia.




R.P. Alfredo Sáenz, Conferencia dada en el centro cultural “Forvm, espacio de cultura y ciencia”, el 5 de mayo del 2011.
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