Toda la reforma
litúrgica, que fue fruto de las nuevas orientaciones posconciliares, giró en
torno a una nueva teología, a una nueva concepción de la liturgia entera y a
una nueva orientación teológica. Esta nueva teología desplazará a la teología
clásica y bimilenaria de la Cruz que Redime por la teología del Misterio
Pascual. La astucia de los reformadores (o del reformador, si se quiere) fue exaltar
el Misterio Pascual para, luego, poder justificar la nueva teología protestantizada
que ha penetrado como humo en la nueva liturgia posconciliar.
La cruz, centro de
la liturgia bimilenaria de la Iglesia, será desplazada (a veces sutilmente,
otras no) por la exaltación del “Misterio Pascual”. El centro gravitacional de
toda la reforma litúrgica, especialmente en la celebración de la Santa Misa, no
será más la Cruz Redentora, sino el Misterio Pascual.
¿Cómo ha influido
esta nueva teología en las reformas de los sacramentos y en otras reformas? Lo
veremos en este breve resumen realizado por el Padre Jesús Mester Roc, quién se zambulle en la obra póstuma del
arquitecto de la nueva liturgia Annibale
Bugnini y, mediante una detenida lectura de todas sus explicaciones, nos
muestra el pensamiento teológico y las intenciones que ha tenido Annibale
Bugnini para realizar dicha reforma.
Archivo en PDF para descargar:
«Actualización del Misterio Pascual» Notas al margen de
la obra póstuma de Annibale Bugnini.
Padre Jesús Mester Roc.
Para completar, la introducción de este mismo
trabajo que nos hace un resumen de la carrera de Bugnini.
¿Quién fue Annibale Bugnini?
Annibale Bugnini
nació en Civitella de Lego, Italia, en 1912. Comenzó sus estudios teológicos en
la Congregación de Cas Misiones (Víicentinos) en 1928 y fue ordenado en 1936.
Tasó diez años en una parroquia de los suburbios de Roma. En 1947 comenzó a
escribir y editar la publicación
misionera de su orden (basta 1957). Comenzó también a participar activamente en
estudios especializados de liturgia, como director de Ephemerides liturgicae,
una de Cas pubblicaciones italianas más renombradas en el campo de la liturgia.
De allí en más publica gran cantidad de artículos y libros en esos temas, tanto
a nivel científico como popular. En 1948 fue nombrado secretario de la Comisión
para la Reforma Litúrgica de Tío XII.
En 1949 fue nombrado profesor de Liturgia en la Universidad Pontificia
Propaganda Fide, en 1955, en el Instituto Pontificio de Música Sagrada; en 1956
fue nombrado consultor de la Sagrada Congregación de Ritos; en 1957, profesor de
Liturgia en la Universidad del Laterano.
En 1960 fue nombrado secretario de la Comisión Preparatoria de Liturgia del Concilio Vaticano II.
El P. Bugnini fue el alma del esquema sobre la
Liturgia preparado para el Concilio Vaticano II. El esquema
fue aprobado en enero de 1962. Pero, por razones desconocidas, con la
aprobación de Juan XXIII, es
destituido de su cargo en el Lateranense y como secretario de la Comisión. Medida drástica, muy
opuesta al modo
de actuar del Papa.
Pero, como bien dice Michael Davies, la destitución del
Padre Bugnini fue como “cerrar la puerta del establo después que se
escapó el caballo”.
El salió
pero se quedó su esquema, El exilio no fue prolongado. Probablemente los
cambios de aire producidos por el Concilio, con el triunfo del progresismo, permitió que el 29 de febrero de 1964, el P. Bugnini fuera
nombrado secretario del Consilium ad Exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia. En abril de 1969 fue
promulgado el Novus Ordo
Missæ, en mayo la Sagrada Congregación de Ritos se divide en otras dos, la del Culto Divino y la de Las Causas de
los Santos. El Consilium
es incorporado a la Congregación del Culto como una comisión y Bugnini es nombrado secretario
de la misma. Alcanza así el máximo de influencia. Las cabezas de Cas comisiones o congregaciones
van y vienen: los cardenal Lercaro, Gut, Tabera, Knox; pero el P. Bugnini permanece
estable. El 7 de
enero de 1972 recibe, como premio a sus servicios, el nombramiento como
Arzobispo titular de Dioclesiana.
Pero... el 31 de judo de 1975
la S.C. del Culto
es sorpresivamente disuelta, uniéndose con la de Sacramentos, Y lo que causó aún
más sorpresa, en Cas nuevas listas ya no aparecía el nombre de Mons. Bugnini El Osservatore Romano
del 15 de enero de 1976
(versión inglesa) anunciaba: “5 de enero: el Santo Padre ha nombrado “Pronuncio
Apostólico en Irán a su E.R. Annibale Bugnini, C.M., Arz. titular de
“Dioclesiana”. El puesto, creado para el caso, no parecía demasiado importante desde
el punto
de vista de la liturgia. Gran indignación en los medios progresistas. ¿Qué
había pasado? Dice M. Davies: “Hice mi propia investigación en el asunto y puedo
responder por la autenticidad de los siguientes hechos. Un sacerdote romano de
la más alta reputación entró en posesión de evidencia por la cual consideró
demostrado que Mons. Bugnini era francmasón. Hizo que esa información fuera
puesta en manos de Pablo VI con la advertencia que sí no se tomaban
inmediatamente medidas, se vería en conciencia obligado a hacer público el
asunto. Mons. Bugnini fue entonces despedido y la congregación disuelta”.
La revista «30
Días» (n° 57 de la versión española) hace mención de este hecho, hablando de la
desaparición del latín. Allí se presenta el texto de dos cartas que
supuestamente habría intercambiado Bugnini con un (gran Maestro masón. Son
infantiles: “Gran Maestro Incomparable... -escribiría Bugnini- creo haber
sembrado el principio del máximo libertinaje, según vuestras disposiciones. He luchado
ásperamente y he debido recurrir a todo tipo de argucias para que el Papa lo aprobara, en contra de mis enemigos de la Congregación
de Ritos... Le agradezco la suma enviada”. Los autores del artículo sugieren
otra interpretación, Bugnini había alcanzado una gran influencia ante- o “sobre”,
dejan entender -Pablo VI, teniendo acceso directo al Papa y sometiendo a su firma inmensa cantidad de
trabajo. En el entusiasmo de la reforma Bugnini habría ido cada vez más lejos,
hasta llegar al punto
en que el Papa hubiera estimado
que no podía permitirlo y tomó la drástica medida: “Pero tras aquel período (de
estrecha colaboración) -dice 30 Días- algo se resquebrajó irremediablemente.
Quien decidió alejar el
liturgista fue el mismo Pablo VI que se había fiado ciegamente
de él en
los años del posconcilio”.
Es difícil decir
qué versión tiene más verosimilitud Ciertamente sirvió con eficacia los
intereses de la masonería, pero dada la difusión que ha habido de las ideas de
la misma, bien puede haberlo hecho sin pertenecer a ella. De parte de Pablo VI son aceptables
ambas versiones por su contradictorio y atormentado modernismo. Además, no
importa, porque como dice M. Davies: “los defectos objetivos de la reforma permanecen
los mismos haya o no haya sido masón el Arzobispo [Bugnini]”. “El factotum de la
reforma litúrgica, tras (afusión de las dos Congregaciones se encontró de
repente excluido. Pablo VI lo
envía a Irán como pro-nuncio, y allí se quedó desarrollando una apreciable
actividad diplomática hasta su repentina muerte, ocurrida en Italia el 3 de julio de
1982, pocos días después de haber sido sometido a una delicada operación
quirúrgica” (30 Días).
Durante esos
últimos años de destierro escribió sus memorias sobre la Reforma Litúrgica,
donde hace una apología de su actuación, que consiste en señalar que todo se
hizo bajo la mirada de Pablo VI: “El
volumen quiere ser un homenaje reconocido y filial a Pablo VI,
el verdadero
realizador de la reforma litúrgica... el Papa ha visto todo, ha seguido todo, ha examinado todo,
ha aprobado todo”. Y no
parece justo negarlo: si bien Aníbal Bugnini fue
el brazo ejecutor de la reforma, la autoridad de Pablo VI fue el motor que la
impulsó y la doctrina del Misterio Pascual fue el alma
que le dio vida.
El autor del presente artículo
nos hace dar un breve paseo por la obra de Bugnini, señalando cómo la doctrina
del Misterio Pascual ha sido verdaderamente el principio animador de la reforma litúrgica
en todas sus partes. Aunque somos guiados con paso ligero y buen talante, el resultado es
aterrador.
R.P. Jesús Mestre Roc, tomado de “Cuadernos de La Reja” nº 6, 11 de octubre de 2002.
Nota de STAT
VERITAS: