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viernes, 12 de septiembre de 2014

El dulce Nombre de María.


12 de septiembre: fiesta en honor al dulce Nombre de María.

El augusto nombre de María, dado a la Madre de Dios, no fue cosa terrenal, ni inventado por la mente humana o elegido por decisión humana, como sucede con todos los demás nombres que se imponen. Este nombre fue elegido por el cielo y se le impuso por divina disposición, como lo atestiguan san Jerónimo, san Epifanio, san Antonino y otros. “Del Tesoro de la divinidad –dice Ricardo de San Lorenzo– salió el nombre de María”. De él salió tu excelso nombre; porque las tres divinas personas, prosigue diciendo, te dieron ese nombre, superior a cualquier nombre, fuera del nombre de tu Hijo, y lo enriquecieron con tan grande poder y majestad, que al ser pronunciado tu nombre, quieren que, por reverenciarlo, todos doblen la rodilla, en el cielo, en la tierra y en el infierno. Pero entre otras prerrogativas que el Señor concedió al nombre de María, veamos cuán dulce lo ha hecho para los siervos de esta santísima Señora, tanto durante la vida como en la hora de la muerte. 

San Alfonso María de Ligorio, tomado de “Las glorias de María”.

jueves, 28 de agosto de 2014

Fulton J. Sheen: La Virgen de la Esperanza.


Nuestro mundo moderno se caracteriza por designios profundos.
Advertimos en nosotros miedo y ansiedades.
Los hombres de otros tiempos temían a Dios, pero era un temor distinto al que hoy sentimos; antes se preocupaban de no ofender a Dios porque le amaban. Luego vinieron las guerras mundiales, que infundieron en los hombres un terror irrechazable de unos a otros.
Hoy todos nos sentimos humillados y amedrentados, ante el elemento más pequeño del universo: ¡el átomo!
El mal de un individuo quedó convertido en el mal de toda la humanidad a partir del día en que se arrojó la primera bomba atómica. Desde entonces, la muerte es la pesadilla de la sociedad y de la civilización, y, de esta forma, la Religión se ha convertido, aun por razones políticas, en la base de la vida humana.
En la antigüedad, los babilonios, griegos y romanos se batieron en nombre de sus propias divinidades. Más tarde, el Islamismo oprimió al mundo cristiano, dejando reducidos los 750 Obispos que había en África en el siglo VII a los cinco del siglo XI. Pero el Islamismo no combatió a Dios, sino que solamente luchó contra los que creían en el Dios que se había revelado en Jesús. La diferencia de las teorías consistía en la elección de los medios para llegar a Dios, considerado por unos y por otros como el fin de la vida.
Ahora todo ha cambiado.
Ya no hay guerras de religión. Existe la lucha desencadenada contra toda fuerza, contra toda idea religiosa.
El comunismo no niega a Dios con la misma apatía que lo hace un estudiante de Bachillerato; el comunismo quiere destruir la idea de Dios; no sólo niega su existencia, sino que pervierte el concepto. A Dios quiere sustituirlo con el hombre dictador y dueño del mundo.
Hoy nos vemos forzados a escoger entre Dios y sus enemigos, y entre Democracia y Fe en Dios, y el ateísmo y la dictadura.
La preservación de la civilización y de la cultura está íntimamente ligada a la defensa de la religión. Si los enemigos de Dios fuesen a prevalecer, habría que rehacerlo todo.
Pero en el mundo moderno hay una tercera característica: la tendencia a perderse en la naturaleza.
El hombre debe mantener dos contactos estrechos para ser feliz: Uno vertical, con Dios; el otro, horizontal, con su prójimo.
En la actualidad, el hombre ha interrumpido las relaciones con Dios por medio de la indiferencia y de la apatía religiosa y ha hecho pedazos las relaciones sociales, con la guerra. Y como quiera, que sin felicidad no se puede vivir, ha tratado de compensar los contactos perdidos con una tercera dimensión de profundidad con la que espera anularse en la naturaleza. El que antes se ufanaba de estar hecho a imagen y semejanza de Dios, comenzó a jactarse de ser el creador de sí mismo y de haber hecho finalmente a Dios a su imagen y semejanza.
Con este falso humanismo empezó la bajada de lo humano a lo animal.
El hombre admitió que descendía de las bestias, apresurándose a confirmarlo en enseguida con una guerra bestial.
Más recientemente aún, el hombre se ha identificado por completo con la naturaleza afirmando que no es sino una compleja composición química.
Hace mucho se ha denominado “el hombre atómico”. De esta forma, la Teología se ha reducido a Psicología, la Psicología a Biología y ésta a Física. Ahora podemos comprender mejor lo dicho por Cournot, que en el siglo XX Dios dejaría a los hombres en poder de las leyes mecánicas, de las que Él mismo era autor.
Permitid que me explique:
La bomba atómica actúa sobre la humanidad lo mismo que el excesivo alcohol en un individuo. Si un hombre abusa del alcohol y bebe demasiado, éste se rebela y habla de este modo al alcoholizado: “Dios me crió para curar y proporcionar alegría, usado racional y moderadamente, pero tú has abusado de mí. Por eso me vuelvo contra ti. Desde ahora, tendrás jaquecas, aturdimientos, dolor de estómago; perderás el uso de la razón y te harás mi esclavo, aunque yo no he sido criado para esto.”
Lo mismo ocurre con el átomo, que dice al hombre: “Dios me creó y puso en el universo la energía atómica, y por ello alumbra el sol al mundo. La gran fuerza que el Todopoderoso encerró en mi corazón fue creada para servir a fines pacíficos, para iluminar vuestras poblaciones, para impulsar vuestros motores, para aligerar el trabajo humano. En cambio, vosotros habéis robado el fuego del cielo, como Prometeo, y lo habéis empleado la primera vez para destruir ciudades enteras. Originariamente no se empleó electricidad para matar a ningún hombre, pero, en cambio, la energía atómica la habéis empleado para matar a millares de ellos. Por este motivo me volveré contra vosotros, haré que temáis lo que deberíais apreciar, y millones de pechos de entre vosotros temblarán horrorizados ante los enemigos que vendrán a devolveros lo que habéis hecho con ellos: transformaré la humanidad en un Frankestein que se defenderá metiéndose en los refugios antiaéreos contra los monstruos que habéis creado.” No es que Dios abandone al mundo, sino que el mundo ha abandonado a Dios al unir su suerte con la de la naturaleza, separada de la naturaleza de Dios.
La bomba atómica significa que el hombre se ha hecho esclavo de la naturaleza y de la física que había creado Dios para que le sirviera.
Este estado de cosas hace surgir una pregunta: “¿Hay aún alguna esperanza?” Ciertamente que sí, y ¡una muy grande esperanza!
La esperanza última es Dios, pero la gente está tan alejada de Él, que no logra salvar de un salto el abismo que le separa de Él.
Debemos partir de cómo sea el mundo, y el mundo está absorbido por la naturaleza, cuyo símbolo es actualmente la bomba atómica. El pensamiento de la Divinidad aparece muy alejado.
¿Y no habrá en toda la naturaleza creada algo puro e incontaminado con lo que podamos reemprender el camino de regreso?
Aquí lo tenemos: es lo que Wodsworth llamaba “la única gloria de la naturaleza corrompida”. Esta gloria y esperanza es la Mujer.
No es una diosa, no es de naturaleza divina, ni tiene, por tanto, derecho de que se le adore, aunque sí de que se le venere, y salió de la materia física y cósmica, pero tan sumamente santa y buena, que cuando Dios bajó a la tierra la eligió por Madre Suya y Señora del mundo. Es en extremo interesante hacer resaltar que la Teología de los rusos, antes de que el corazón de su pueblo se helase con las teorías de los enemigos de Dios, enseñaban que Jesucristo vino al mundo para iluminarle, cuando los hombres habían rechazado al Padre Celestial. Añadía que cuando el mundo hubiese rechazado a Jesucristo, como hace ahora, de las tinieblas de la noche del pecado surgiría Su Madre, para dar luz a la oscuridad y guiar al mundo hacia la paz.
La hermosa aparición de la Virgen Bendita de Fátima, en Portugal, de abril a octubre de 1917, fue una comprobación de la tesis rusa: cuando menos hubiere reconocido el mundo al Salvador, Él nos mandaría a Su Santísima Madre para salvarnos. Y fue precisamente en el mismo mes en que estalló la Revolución bolchevique cuando hizo la Virgen su principal revelación. En otra transmisión trataremos de lo que se dijo entonces. De lo que quiero hablar hoy es de la Danza del Sol, que se verificó el 13 de octubre de 1917. Los amantes de la Madre de Nuestro Señor no necesitan pruebas ulteriores. Y como los que desgraciadamente no conocen ni al Uno ni a la Otra preferirán los testimonios de quienes rechaza, ya sea a Dios o a Su Madre, presentaré la descripción hecha del fenómeno por el articulista ateo del entonces diario anárquico portugués “O Século.”
Dicho periodista fue uno de los 70,000 espectadores que observaron el prodigio. Y lo describe así: “Un espectáculo único e increíble… Puede verse la inmensa muchedumbre vuelta al sol, que aparece libre de nubes en pleno mediodía. El astro rey semeja un disco de plata y se le puede mirar sin molestia alguna… La gente, con la cabeza descubierta y presa de terror, abre los ojos, intentando escudriñar el azul del cielo. El sol se ha estremecido y hecho unos movimientos bruscos, sin precedentes y fuera de todas las leyes cósmicas: Según expresión gráfica de los campesinos, “El sol bailaba.” Daba vueltas en torno suyo, como una rodancha o rueda de juegos artificiales, y llegó casi a quemar la tierra con sus rayos… Queda para los competentes opinar sobre la danza macabra del sol, que hoy ha hecho Fátima que los pechos de los fieles prorrumpiesen en ¡Hosanas! Y a impresionado a los librepensadores y a los que menos se preocupan por los problemas religiosos.”
Otro diario ateo y anticlerical, “A Orden,” escribió: “El sol aparece circundado en unos momentos por llamas de color carmesí, y en otros, auroleado de amarillo y matices rojizos. Pareció girar sobre sí mismo en rápido movimiento de rotación, desprendiéndose aparentemente del cielo para acercarse a la tierra, irradiando un intenso calor.”
¿Por qué se serviría Dios Todopoderoso de la única fuente de luz y de calor indispensable a la naturaleza para revelarnos el mensaje de la Virgen e 1917, en la terminación de la primera guerra mundial, si no iban a arrepentirse los hombres? Solamente podemos hacer conjeturas. ¿Quería, acaso, significar que la bomba atómica oscurecería al mundo como un sol vacilante?
No lo creo.
Tengo por más seguro que fuese una señal de esperanza y que significase que la Virgen nos ayudaría a huir de la perversión de la naturaleza realizada por el hombre.
La Sagrada Escritura nos tiene anunciado: “Después aparecerá un gran prodigio en el cielo, una mujer que tendrá al sol por manto” (Apocalipsis, 12, 1).
Durante siglos y siglos ha dicho la Iglesia en sus cantos a María, “Electa ut Sol,” bella como el sol, que da la vuelta al mundo esparciendo su luz por doquier, salvo donde los hombres se guardasen de ella, calentando lo que estuviere frío, abriendo los capullos para convertirlos en flores y dando fuerza a lo que estuviere debilitado. ¡Fátima no es una advertencia, sino una esperanza!
Mientras el hombre toma el átomo y lo desintegra para anonadar al mundo, María mueve el sol como un juguetillo colgado de su muñeca para convencer al mundo de que Dios le ha conferido un enorme poder sobre la naturaleza, pero no para la muerte, sino para la luz, la vida y la esperanza.
El problema del mundo moderno no es la existencia de la gracia, sino la existencia de la naturaleza y su necesidad de la gracia.
María es el eslabón de conjunción y nos asegura que no se nos destruirá porque la misma central de la energía atómica, el sol, es un juguete en sus manos.
De la misma manera que Cristo hace de mediador entre Dios y el hombre, la Virgen hace de mediadora entre el mundo y Cristo.
Así como un hijo desnaturalizado que se hubiese rebelado contra su padre y se hubiese marchado de la casa paterna se dirigiría a la madre, al querer volver, para que intercediese con el padre, de igual modo debemos recurrir nosotros a María, la única criatura pura y sin mancha que puede interceder entre nosotros, hijos rebeldes, y su Divino Hijo.
No es necesaria una tercera guerra mundial, y aun lo será menos si ponemos a la Mujer contra el átomo.
La ciencia ha hecho cuanto estaba de su parte para nuestra comodidad en la tierra, y ahora, por el contrario produce una cosa que podría dejarnos a todos sin hogar. Temerosos de esto, volvámonos a la Mujer, que también se vio sin techo protector porque “no había sitio en las posadas”.
Rusia es cierto que quisiera conquistar el mundo para Satanás. Pero nosotros seguimos esperando. Entre las criaturas hay una mujer que puede acercarse al mal sin que ésta la muerda. En los albores de la historia de la humanidad, cuando el diablo tentó al hombre para que le sustituyese su amor a Dios por el egoísmo, Dios prometió que el talón de una Mujer aplastaría la cabeza de la serpiente. Que en vez de una cobra roja que mate sean la hoz y el martillo, tiene poca importancia para la Mujer a través de la cual conquiste Dios la hora del mal. Empezad por rezar como no lo habéis hecho hasta el presente. Rezad el Rosario por la mañana, mientras os dirigís al trabajo, en vuestra casa cuando tengáis un rato libre y durante vuestro trabajo en el campo o en el almacén.
¡Si rezamos, no habrá más guerra! Eso es absolutamente cierto.
El pueblo ruso no ha de conquistarse mediante una guerra. ¡Demasiado ha sufrido en estos treinta y tres últimos años!
Se debe acabar con el comunismo, y esto puede lograrse mediante una revolución interior.
Rusia no tiene contra sí una bomba atómica tan sólo, sino dos. La segunda bomba es el sufrimiento de su pueblo, que gime bajo el yugo de la esclavitud. ¡Cuando explote, lo hará con una fuerza infinitamente superior a la del átomo!
Pero también tenemos nosotros necesidad de una revolución como Rusia.
Nuestra revolución debe venir desde el interior de nuestros corazones, es decir, que hemos de reconstruir nuestras vidas, del mismo modo que la revolución rusa debe comenzar por el interior, sacudiéndose el yugo de Satanás.
La revolución rusa marchará al paso de la nuestra. Pero, sobre todo, hemos de tener esperanza. Si para el mundo no hubiese esperanza de salvación, ¿hubiese enviado Jesús a Su Madre con la energía atómica del sol a sus órdenes?
¡Oh María! Hemos desterrado a tu Divino Hijo de nuestras vidas, de nuestras asociaciones, de nuestra educación y de nuestras familias. ¡Ven con la luz del sol como símbolo de Su Poder! Rompe nuestras guerras, nuestra oscura inquietud. Enfría la boca de los cañones encendidos por la guerra. Aparta nuestras mentes del átomo y nuestras almas del abuso de la naturaleza.
Haznos renacer en tu Divino Hijo a nosotros tus ya antiguos hijos de la tierra.
¡Por el amor de Jesús!


Mons. Fulton J. Sheen., visto en Ecce Christianvs, 28-Ago-2014.

jueves, 22 de agosto de 2013

22 de Agosto: Fiesta del Corazón Inmaculado de María.


“Entonces nosotros debemos mantenernos firmes en nuestras posiciones. Por nuestra fe debemos aceptar todas las afrentas: que nos desprecien, que nos excomulguen, que nos golpeen, que nos persigan. Quizá mañana los poderes civiles nos perseguirán. No se excluye. ¿Por qué? Porque aquellos que destruyen la Iglesia hoy, hacen la obra de la masonería. Es la masonería quien manda en todas partes.
Entonces si la masonería se da cuenta que somos una fuerza que puede poner en peligro sus proyectos, en ese momento los gobiernos nos perseguirán. Entonces iremos a las catacumbas, iremos no importa donde, pero continuaremos creyendo. No abandonaremos nuestra fe. No seremos los primeros. Pero por lo menos sabremos darle a Nuestro Señor el honor, el honor de ser sus fieles, de no abandonarlo, de no traicionarlo.
Esto es lo que debemos hacer. No pedimos más que ser firmes. Y pedirle a la Santísima Virgen en este día el no tener otro amor en nuestro corazón que Nuestro Señor Jesucristo. Él es Dios. Él es Salvador. Él es el Sacerdote eterno. Él es el Rey de todo y lo es en el Cielo. No hay otro Rey que Nuestro Señor Jesucristo en el Cielo. Él es quien hace la felicidad de todos los elegidos, de todos los Ángeles, de su Santa Madre, de San José. ¡Pues bien! Nosotros queremos participar también en este honor, en esta gloria, en este amor de Nuestro Señor Jesucristo. Nosotros no conocemos más que a Él, y no queremos conocer más que a Él”.


Monseñor Marcel Lefebvre, Ecône, el 22 agosto 1976, Fiesta del Corazón Inmaculado de María. Visto en Exurge Domine.

sábado, 16 de febrero de 2013

El Tercer Secreto predice: ¿La Tercera Guerra Mundial y algo peor?


El padre Paul Kramer es un estudioso de la aparición Mariana en Fátima y sus secretos, el cual, lo ha estudiado durante 35 años. Esta entrevista que reproducimos a continuación (si no nos equivocamos) es del año 2006.
Con los recientes acontecimientos no poco graves de la abdicación del Sumo Pontífice Benedicto XVI al ministerio petrino, nos resulta interesante resaltar, las proféticas palabras del entrevistado, en este lugar:
Sobre este punto, podría referirlo al testimonio del estigmatista romano, Antonio Ruffini. El Papa Pío XII autorizó la bendición de una capilla en el lugar donde Ruffini recibió los estigmas en la Vía Apia, y el Padre Tomaselli, el autor del milagro, escribió un pequeño libro sobre él – un relato corto de la vida de Ruffini. Yo mismo traté a Ruffini durante muchos años. A principios de los 90s preguntaron a Ruffini a boca de jarro en su casa: “¿Es Juan Pablo II el Papa que va a hacer la Consagración de Rusia?” Él contestó: “No, no es Juan Pablo II. Tampoco va a ser su inmediato sucesor, sino uno después de ese. El será quien consagrará Rusia”. Eso es, el sucesor de Benedicto, durante ese tiempo de guerra mundial y persecución de la Iglesia, será el que finalmente haga la Consagración, y entonces comenzará la restauración y el triunfo del Inmaculado Corazón.
Continuamos con le entrevista completa:




The Fatima Crusader, Entrevista al Padre Paul Kramer

Introducción

Muchos católicos recuerdan las observaciones sorprendentemente cándidas de la Madre Angélica en la Eternal World Television Network (EWTN) referidas a la visión del Tercer Secreto revelado por el Vaticano el 26 de junio de 2000. La Madre Angélica dijo a su audiencia nacional de televisión el 16 de mayo de 2001:
‘En cuanto al Secreto, se me ocurre ser una de esas personas que piensan que no hemos recibido todo… Porque pienso que es espantoso…
La Madre Angélica, como millones de Católicos en el mundo entero, encuentran difícil de creer que una oscura visión de un “obispo vestido de blanco” que pasa cojeando sobre los cadáveres de obispos, sacerdotes y laicos, en las afueras de una ciudad semi-destruida, y que luego es ejecutado por una banda de soldados, sea todo lo que hay sobre un secreto que ha sido guardado bajo siete llaves por el Vaticano durante más de cuarenta años. En primer lugar, ¿dónde están las “palabras de la Virgen” – mencionadas por el mismo Vaticano en su anuncio de 1960 ocultando el secreto – que explicarían esa visión? ¿Cómo pudo el Papa y sus obispos finiquitar una situación donde ellos serían masacrados? ¿No es la ciudad semi-destruida ninguna otra sino Roma devastada, de la que el Papa huye sobre los cuerpos muertos de sus súbditos, como San Pío X habría visto en su visión profética?
El Padre Paul Kramer, quien ha estudiado los hechos y las circunstancias del Tercer Secreto durante unos treinta y cinco años, coincide con la Madre Angélica que el Tercer Secreto es verdaderamente espantoso – y lejos más espantoso de lo que los católicos generalmente han comprendido.
El Padre Kramer ha concluido de su investigación que el Tercer Secreto profetiza mucho más que la apostasía en la Iglesia, que comienza “en la cima”, como fue revelado por el Cardenal Ciappi, el teólogo personal de cinco Papas consecutivos (desde Pío XII a Juan Pablo II), quien leyó el Secreto. Y eso mismo fue señalado claramente por los estudiosos de Fátima, que concuerdan unánimemente que es el principio del Tercer Secreto el que comienza con las “palabras de la Virgen”: “En Portugal, el dogma de la fe será siempre preservado”, a lo que la Hermana Lucía agregó “etc.” para indicar que seguían más palabras de Nuestra Señora en el Tercer Secreto.
Más allá de eso, dice el Padre Kramer, las “palabras de la Virgen” ocultadas por el Vaticano en 1960 explicarían verdaderamente cómo el Papa es ejecutado fuera de la ciudad semi-derruida. Ese hecho es la culminación de una serie de sucesos catastróficos, incluyendo no solo el llamado Vaticano II y el asalto de la Iglesia por los liberales modernistas dentro de sus estructuras. El Tercer Secreto también profetiza que nosotros ahora estamos viviendo a través de las secuelas del Vaticano II. También profetiza que la III Guerra Mundial posiblemente deje Roma en ruinas.
En esta entrevista para The Fatima Crusader (El Cruzado de Fátima), el Padre Kramer muestra cómo las palabras faltantes de la Virgen completarían el rompecabezas cuyas piezas ya están disponibles para nosotros de fuentes de confianza, incluyendo al mismo Papa recientemente fallecido, Juan Pablo II. Considere el lector piadoso en su corazón, la investigación del Padre Kramer a la luz de la profecía católica que predice nuestro futuro inmediato.


LA ENTREVISTA CON EL PADRE KRAMER


The Fatima Crusader (FC): ¿Por qué piensa usted que el Tercer Secreto de Fátima revela aún más que la apostasía en la Iglesia “comenzando en la cima,” como reveló el Cardenal Ciappi?

Padre Kramer: En primer lugar, la visión el Tercer Secreto publicada por el Vaticano en junio de 2000 revela una catástrofe tanto material como espiritual: asesinato de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, una ciudad semi-destruída, y el Papa que está siendo ejecutado por soldados al pie de una gran cruz de madera fuera de esa ciudad semi-destruída.
Recordemos la reveladora entrevista de 1984 del Cardenal Ratzinger (hoy Papa Benedicto XVI) con la revista Jesús, en la cual él trató sobre el Tercer Secreto, que reconoció haber leído. En esa entrevista, el Cardenal reveló más de lo que tal vez quiso decir. El conectó tres elementos a la vez: el Tercer Secreto, la Sagrada Escritura y otras apariciones marianas aprobadas por la Iglesia como auténticas. Como él dijo en 1984 – y lo cito exactamente – “el contenido de ese ‘Tercer Secreto’ corresponde a lo que ha sido anunciado en la Escritura, y lo que ha sido dicho una y otra vez en muchas otras apariciones marianas…”
Así, no puede haber duda, nosotros sabemos de la propia boca del Papa actualmente reinante, que lo que está en el Tercer Secreto corresponde a lo que está en la Escritura y también a lo que ha sido revelado una y otra vez en otras apariciones marianas. Esa es nuestra clave.
Ahora, es obvio que la visión del “obispo vestido de blanco” está lejos de contener, en forma lo suficientemente explícita, por si misma – sin ninguna palabra explicativa de la Virgen María – los elementos de la Sagrada Escritura y de las “muchas otras apariciones Marianas que el Papa actual aludió cuando era aún el Cardenal Ratzinger. Verdaderamente, ninguna de las apariciones marianas reconocidas incluye una visión del Papa siendo ejecutado fuera de una ciudad semi-destruida. Así, nosotros ya sabemos que algo más grande está faltando en la revelación del Vaticano de junio de 2000.

FC: Pero, ¿dónde vamos a encontrar lo que está faltando?

Padre Kramer: Nosotros comenzamos nuestra investigación estudiando lo que otros que habían leído el Tercer Secreto habían dicho sobre él, y ellos nos han dado algunos indicios muy expresivos. Por ejemplo, el fallecido Malachi Martin leyó el Secreto. Yo escuché la historia contada por uno de sus íntimos amigos. Un día de 1960, Martin, quien era entonces secretario personal del Cardenal Bea en Roma, se encontró viajando en un automóvil con él y con el Papa Juan XXIII. Así, había cuatro personas presentes en el vehículo: el conductor, el Papa Juan, el Cardenal Bea y Malachi Martin.
Ahora, como Malachi Martin era secretario personal del Cardenal Bea y fue también un estrecho colaborador de Juan XXIII, resultó apenas sorprendente que Malachi se encontrara en esa situación. Y durante ese viaje en automóvil, el mismo Papa Juan, en ese día de 1960, le alargó el Secreto a Malachi. Estaba escrito en una hoja de papel – no en las cuatro hojas de papel presentadas por el Vaticano en 2000. Malachi leyó el Secreto inmediatamente, y en muchas ocasiones posteriores él habló del Tercer Secreto aún cuando estaba bajo juramento de no divulgar explícitamente su contenido. Pero cuando otra persona tocaba cuestiones del Secreto, él diría sí o no, si estaba en el Secreto o no.

FC: ¿Puede usted darnos un ejemplo de eso?

Padre Kramer: Por ejemplo, en su última entrevista en vivo en los pasados años 90 en el show Art Bell, ante millones de oyentes, Malachi dijo que hay algo terriblemente horroroso en el Tercer Secreto, y admitió que sí, que habrá una guerra mundial y un gran desastre en el cual morirán muchas personas. Pero, agregó, hay algo aún más horripilante que eso en el Secreto, aunque él no afirma explícitamente de que se trata. [Nota del Editor: el Padre Kramer habla más sobre esa “cosa horripilante” más adelante en esta entrevista.]

FC: Hemos escuchado muchas veces sobre declaraciones del Papa Juan Pablo II en Fulda, Alemania, en 1980, referidas al verdadero contenido del Tercer Secreto. ¿Qué sabe usted de eso?

Padre Kramer: Si, el Papa Juan Pablo II nos dio un indicio de cuales son los contenidos. En noviembre de 1980 él visitó la Catedral de Fulda, en Alemania, y allí habló del Tercer Secreto a un pequeño grupo. Se le preguntó por qué aún no había sido revelado el Secreto, y él dio algunas respuestas.
Primero, el Papa dijo que no había sido revelado porque de su conocimiento surgen responsabilidades y mucha gente solo quiere conocerlo por razones de curiosidad. Así, para evitar el sensacionalismo, él no quiso revelar el contenido del Tercer Secreto.
Pero luego – y aquí comenzamos a ver que el Secreto incluye aún más que la apostasía en la Iglesia – él también dijo que es suficiente para usted saber que regiones íntegras de la tierra serán inundadas, con agua desbordando grandes regiones de la tierra, y que millones morirán de un momento al siguiente.

FC: ¿Dijo el Papa algo más en Fulda?

Padre Kramer: Si, dijo que hay otra razón por la que él no quiere revelar el Tercer Secreto – y esa fue una clave en mi investigación de las cuestión – y es que él no quiso alentar a los comunistas a dar ciertos pasos. Ahora ¿a qué pasos pudo referirse? Bien, nosotros podemos conjeturar muy claramente que una cosa que podría alentar a los comunistas es la revelación que ellos podrían ganar la Guerra Mundial a la que Malachi Martin se refirió en la entrevista en Art Bell.

FC: Pero, ¿cómo sabemos que los relatos de lo que el Papa dijo en Fulda son fieles?

Padre Kramer: Alguna gente cuestionó si el Papa Juan Pablo II verdaderamente hizo en Fulda esas declaraciones sobre el Tercer Secreto. Pero esa objeción no puede ser sostenida. En primer lugar, hubo una mujer periodista que tomó nota de todas las palabras del Santo Padre y publicó una trascripción en una revista llamada Stimme des Glaubens (La Voz de la Fe). El Vaticano nunca ha cuestionado la exactitud de las citas en ese artículo. Luego hubo un segundo testigo, un sacerdote alemán, que escribió palabra por palabra lo que dijo el Papa en esa ocasión; y más tarde dijo al Papa que había hecho eso, y el Papa se lo agradeció.
Ahora bien, hablo y leo alemán por mi mismo, y leí el texto en alemán preparado entonces por ese sacerdote, cuando viajaba cerca de Fulda, en 1983. La Madre Superiora de una comunidad alemana de religiosas me mostró el texto y era idéntico al que había publicado la mujer periodista. Por lo tanto, el sacerdote alemán y la mujer periodista dieron idéntico testimonio respecto de lo que el Papa había dicho en Fulda. Así, ambos, o registraron las declaraciones del Papa en taquigrafía, o bien las grabaron. Pero, palabra por palabra, los textos fueron idénticos. Por eso, pienso que no puede haber dudas sobre la autenticidad de las declaraciones del Papa en Fulda.

FC: ¿Pero cómo relacionar las revelaciones del Papa en Fulda con la Escritura y con las otras apariciones referidas por el Cardenal Ratzinger en 1984?

Padre Kramer: Allí es donde las piezas del rompecabezas del Tercer Secreto comienzan a encajar una con otra. Primero, en lo que se refiere a las “otras apariciones marianas” de las que habló el Cardenal Ratzinger, tenemos la aprobación de la aparición mariana de Nuestra Señora del Buen Suceso en Quito, Ecuador, en 1634. En esa aparición, Nuestra Señora advirtió de lo que precisamente el Tercer Secreto predice: una gran apostasía en la Iglesia. Nuestra Señora dijo a la Venerable Madre Mariana de Jesús Torres que en el pasado siglo XIX y a lo largo de la mayor parte del siglo XX, la Iglesia cedería a una gran herejía. El Sacramento del Matrimonio “será atacado y profanado,” y la Masonería, que entonces estará en el poder, promulgaría leyes inicuas con el objetivo de abolir ese Sacramento, haciendo fácil a cualquiera vivir en pecado, fomentando la procreación de hijos ilegítimos sin la bendición de la Iglesia. Entonces, Nuestra Señora advirtió, “el espíritu cristiano decaerá rápidamente, extinguiendo la preciosa luz de la Fe, hasta alcanzar el punto que habrá una casi total y general corrupción de las costumbres (de la moral), y eso resultará en la falta de vocaciones sacerdotales y religiosas…”
Nuestra Señora del Buen Suceso advirtió además que durante ese tiempo “ya no se encontrará inocencia en los niños, ni modestia en las mujeres” y que “el clero secular (diocesano) dejará mucho que desear porque los sacerdotes se volverán negligentes en sus sagrados deberes… Faltando un Prelado y Padre para guiarlos con amor paternal, bondad, fortaleza, sabiduría y prudencia, muchos sacerdotes perderán su espíritu, poniendo sus almas en gran peligro.”
Pero luego, en un paralelo directo con el Triunfo del Inmaculado Corazón, Nuestra Señora del Buen Suceso declaró que ese tiempo, el más oscuro en la historia de la Iglesia, “marcará el arribo de Mi hora” y que Dios finalmente “podrá fin a aquellos tiempos siniestros, enviando a esta Iglesia el Prelado que restaurará el espíritu de sus sacerdotes”.
Así, nosotros vemos aquí un estrecho paralelo con lo que indudablemente está revelado en el Tercer Secreto respecto a la apostasía en la Iglesia, que seguirá en algún punto a la Consagración de Rusia, a la conversión de Rusia y, “Al fin” al triunfo del Inmaculado Corazón. Muchos estudiosos de Fátima ya han conjeturado esto respecto al Tercer Secreto.

FC: De acuerdo, pero ¿qué hay de los otros elementos del Tercer Secreto aludidos por Juan Pablo II y Malachi Martin, aquellos que van más allá del castigo espiritual y atañen a un castigo material, incluyendo una guerra mundial?

Padre Kramer: Allí es donde precisamente las apariciones marianas completan el rompecabezas, al agregar al castigo espiritual el elemento de un castigo material. En 1973 y durante varios años posteriores, en Akita, Japón, Nuestra Señora obró una serie de apariciones, aprobadas como auténticas por el obispo local luego de ocho años de investigaciones. De lo más expresivamente, el propio Cardenal Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, juzgó esas apariciones dignas de creencia en 1988, y estaba claramente al corriente de esas apariciones cuando dio la entrevista a la revista Jesús.
En realidad, Catholic World News informó el 11 de octubre de 2001 que Howard Dee, antiguo embajador filipino ante el Vaticano, dijo en una entrevista a la revista Inside the Vatican en 1998 que “Monseñor Ito, [obispo local de Akita, hoy fallecido] estaba seguro que Akita fue una extensión de Fátima, y el Cardenal Ratzinger me confirmó personalmente que esos dos mensajes, el de Fátima y el de Akita, son esencialmente lo mismo.” La misma historia de Catholic World News citó más adelante que “tanto el Obispo Ito como el Cardenal Ratzinger declararon los mensajes y eventos de Akita como de origen sobrenatural y los calificaron como ‘dignos de creencia’”.
Teniendo en cuenta esas sorprendentes declaraciones del Cardenal Ratzinger, nosotros podemos considerar lo que Nuestra Señora de Akita dijo a la Hermana Agnes Katsuko Sasagawa el 13 de octubre de 1973 – en el aniversario mismo del Milagro del Sol – y permítanme citar esto palabra por palabra:
“Como te digo, si los hombres no se arrepienten y mejoran por si mismos, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo más grande que el diluvio, tal como uno nunca ha visto antes. Caerá fuego del cielo y borrará una gran parte de la humanidad, los buenos tanto como los malos, no librándose ni los sacerdotes ni los fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que quedarán para vosotros serán el Rosario y el Signo dejado por Mi Hijo. Cada día rezad las oraciones del Rosario. Con el Rosario, rezad por el Papa, los obispos y los sacerdotes.
“La obra del demonio se infiltrará incluso dentro de la Iglesia de tal manera, que uno verá cardenales oponiéndose a cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que Me veneren serán despreciados y enfrentados por sus cofrades… las iglesias y los altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan compromisos y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor.”
Así, nosotros vemos la combinación, en una aparición mariana aprobada, de dos elementos: la catástrofe material y la catástrofe espiritual. Vemos la apostasía en la Iglesia – también predecida por Nuestra Señora del Buen Suceso – acompañada por un evento cataclísmico que castiga a todo el mundo.
Aquí, como recién anoté, el Cardenal Ratzinger admitió al antiguo embajador filipino en el Vaticano que el Mensaje de Fátima y el Mensaje de Akita son esencialmente lo mismo. Sin embargo, ni las primeras dos partes del Secreto de Fátima ni la visión del Tercer Secreto publicada en el 2000 dice lo que dijo Nuestra Señora de Akita. En realidad, no tenemos ninguna palabra de Nuestra Señora agregada a la visión del Tercer Secreto. Sin embargo, nosotros vemos llamas descendiendo hacia la tierra de las manos de un ángel vengador, y a Nuestra Señora haciendo retroceder las llamas cuando el ángel grita “penitencia, penitencia, penitencia”. Noto el paralelo con el ángel blandiendo una espada, en primer plano, en la aparición de Nuestra Señora de Knock.
Pero, ¿no vendrá un tiempo en que Nuestra Señora ya no pueda volver atrás el fuego consumidor [y la espada] de la venganza del Cielo? Eso, aparentemente, es lo que Nuestra Señora de Akita nos advirtió en 1973, a 56 años del Milagro del Sol.
Claramente, entonces, lo que hace a las dos apariciones – Fátima y Akita – “esencialmente” iguales debe encontrarse en las palabras faltantes de Nuestra Señora de Fátima que corresponden a las de Nuestra Señora de Akita. Esas deberían haber sido la mismas “palabras de la Virgen” que el Vaticano no reveló en 1960, cuando dijo al mundo que el Tercer Secreto no sería revelado, como todos esperaron que ocurriera.

FC: Eso es bastante asombroso. Pero ¿qué nos dice de la pregunta precisa de si el castigo incluirá una guerra mundial, entre otras calamidades a acontecer a la Iglesia y al mundo?

Padre Kramer: Aquí nosotros encontramos algunas piezas más del rompecabezas en las apariciones marianas. Me estoy refiriendo a los mensajes de Nuestra Señora a la Hermana Elena Aiello, quien murió en 1961. Ella fue muy renombrada por las revelaciones que había recibido de Nuestra Señora y fue grandemente estimada por el Papa Pío XII, aunque tal vez muchos norteamericanos no hayan escuchado de ella. Nuestra Señora le reveló que Rusia emprendería una guerra repentina, que desbordaría a toda Europa. Eso, parecería, es claramente lo que el Papa Juan Pablo II quiso evitar no divulgando el Tercer Secreto, como dijo en Fulda, porque eso incitaría a los comunistas a hacer ciertas movidas – en otras palabras, a emprender la guerra contra el Occidente.

FC: Pero, ¿qué hay de la objeción de que Rusia ya no representa tal amenaza, ahora que “ha caído el comunismo”?

Padre Kramer: Si usted lee las publicaciones rusas, como yo lo hago, usted ve que en la misma Rusia no hay ningún misterio en cuanto a lo que está ocurriendo. Nosotros tenemos una dictadura neo-Stalinista tomando forma, nosotros tenemos periodistas rusos quejándose de la dictadura, preguntado abiertamente ¿por qué, si supuestamente hay una democracia en Rusia, el Sr. Putin está planificando patente y públicamente la guerra contra las democracias de Occidente?
Y así, claramente, toda la evidencia lleva a la conclusión que Rusia se está preparando para la guerra contra el Occidente. Putin alardea abiertamente que los nuevos misiles rusos ICBM pueden cambiar de curso a mitad de vuelo y evitar todas las defensas anti-misiles. Rusia ahora está muy asociada con China Comunista, con la que ha forjado una masiva alianza militar, y con otras naciones todavía comunistas en el mundo.
Incluso a nivel de gabinete de gobierno de los Estados Unidos, se ha reconocido que Rusia y China son los que están ayudando a los estados terroristas, porque el terrorismo es simplemente una táctica que está siendo usada para distraer, debilitar y adormecer al Occidente respecto a la amenaza real a su seguridad.
Sobre este punto, hay otra profecía asombrosa del siglo XIX que parece resumir lo que hay en el Tercer Secreto. No sugiero que sea autorizada, pero encaja con el resto del panorama. Hubo un libro escrito en francés, compilado por un sacerdote en Francia, de nombre Padre Fattecelli o Fatticioli, No he leído verdaderamente el texto, pero tengo lo que he escuchado en una grabación. El nombre del Libro es Day of Wrath: The Hand of Got Upon An Empire /Día de Ira: La Mano de Dios sobre un Imperio. Las revelaciones fueron hechas a un judío armenio, un tal Zacarías, que fue luego bautizado católico. Ese libro, publicado a principios de los 1850’s, contiene revelaciones (hechas a Zacarías en los 1840’s) referidas a las dimensiones precisas del imperio comunista, Rusia y China y sus satélites. Dice que habría habido una détente (distensión); que se habría alcanzado un acuerdo entre el Occidente capitalista y el Oriente marxista.
Luego, dice la profecía, los comunistas habrían vencido al Occidente, disparando sus misiles – ellos habrían disparado sus misiles – (¡y usó la palabra “misiles” en los años 1840!) ellos habrían disparado sus misiles sobre las costas de Norteamérica – desde posiciones de Rusia y China – y el mundo occidental habría sido llevado a la esclavitud, después de lo cual, “el primogénito del infierno gobernará el mundo”. Una vez más, no digo que la profecía sea autorizada, sino solo que es consistente con la otra evidencia que nosotros tenemos de grandes catástrofes profetizadas en el Tercer Secreto.
Y esa profecía de Zacarías explicaría lo que Malachi Martin dijo en el show Art Bell, como mencioné antes (ver “¿Puede usted darnos un ejemplo de eso?”). Malachi dijo entonces que había algo terriblemente horroroso en el Tercer Secreto – más horroroso que la III Guerra Mundial. Y la cosa horrorosa que Malachi Martin refirió fue esto: después que Rusia ganara la guerra, existiría la apariencia que el demonio habría derrotado a Cristo.

FC: Tal vez esa guerra mundial, ese disparo de misiles nucleares, es lo que nuestra Señora de Akita quiere significar por fuego cayendo del cielo y aniquilando una gran parte de la humanidad. Después de todo, Japón fue el lugar donde llovió fuego del cielo en Hiroshima y Nagasaki.

Padre Kramer: Eso parece lógico, pero no es realmente correcto. El fuego cayendo del cielo será un evento sobrenatural, como está profetizado por Sor Elena Aiello y por la Beata Ana María Tiaggi.
Pero ahora un detalle adicional para completar nuestro rompecabezas: las revelaciones a Ana Catalina Emmerich, quien vivió a principios del siglo XIX. Ella fue beatificada en octubre de 2004 por el Papa Juan Pablo II.
En las revelaciones hechas a la Beata Ana Catalina Emmerich, Nuestra Señora manifiesta que habrá una falsa iglesia de las tinieblas, mientras la verdadera Iglesia continúa existiendo. Esa falsa iglesia será una iglesia ecuménica. Reunirá a todas las comunidades eclesiales y sectas. Y habrá un falso papa y un verdadero papa reinantes al mismo tiempo, tal como fue durante el Gran Cisma de Occidente en siglo XIV. Incluso las religiones no cristianas tendrán alguna afiliación a esa llamada gran iglesia mundial, universal.
Muy asombrosamente, en su carta apostólica sobre el Movimiento ‘Le Sillon’, en Francia, el Papa San Pío X predijo exactamente la aparición de esa falsa religión cuando habló sobre” el gran movimiento de apostasía que se está organizando en cada país para el establecimiento de una Unica Iglesia Mundial que no tendría dogmas, ni jerarquía, ni disciplina de pensamiento, ni freno para las pasiones, y que, bajo el pretexto de libertad y dignidad humana, traería al mundo (si tal iglesia pudiera triunfar) el reinado de la astucia y de la fuerza legalizadas, y la opresión de los débiles, y de todos aquellos que trabajan y sufren”.
Así, la conflagración global próxima estará relacionada con esa Unica Iglesia Mundial que está apareciendo para oponerse a la verdadera Iglesia.

FC: ¿Podría usted pronosticar cuando llegaría a suceder todo eso, incluyendo la guerra mundial?

Padre Kramer: Bien, aquí nosotros vamos más allá de la firme evidencia de las apariciones aprobadas y entramos en el terreno de la especulación. Basados en las relatadas profecías de un sacerdote alemán, un místico, cuya veracidad está atestiguada por otro sacerdote alemán, que considero como absolutamente dignas de fe, nosotros podemos conjeturar que el año 2008 será el del comienzo de la guerra y el 2011 el de la Consagración de Rusia y el comienzo del período de paz nombrado por Nuestra Señora de Fátima. El período de castigo puede continuar pasado el 2011, pero para el 2013 el castigo habrá terminado y ese podría ser el mismo año del Triunfo del Inmaculado Corazón.
Ahora, obviamente, nosotros no podemos marcar nuestros calendarios y ordenar nuestras vidas y decisiones basados en cualquiera de esas fechas, pero sería bueno recordar que Malachi Martin mismo dijo allá por 1997: todo estará terminado en menos de veinte años. Por la forma en que las cosas están yendo en la Iglesia y en el mundo, uno no tendría que ser profeta, o consultar ningunas otras revelaciones más allá de lo que ya nos dan las aprobadas, para ver que esa predicción es muy probable.

FC: Pero, ¿cuándo, si alguna vez ocurre, será revelado el Tercer Secreto?

Padre Kramer: Por supuesto que será revelado, pues el hombre no puede ocultar para siempre un secreto confiado por Dios mismo a Su Santísima Madre para beneficio de todo el mundo. La cuestión no es si, sino cuándo será finalmente revelado.
Sin pretender ninguna clase de exactitud profética, puedo decir que cuando estuve en Fátima en 1991, fui informado que las carmelitas de Fátima habían recibido noticias de la Hermana Lucía y de sus hermanas del convento de Coimbra, que Nuestra Señora se había aparecido a la Hermana Lucía poco tiempo antes de mayo de 1991 y le había dicho que el Tercer Secreto iba a ser revelado durante el curso de una guerra de gran magnitud.
Así, la guerra estallará, será una guerra repentina, será una blitzkrieg (guerra relámpago), y la verdadera Iglesia será arrojada a las catacumbas. Pero, al principio de esa guerra, cuando el Papa se de cuenta que conservar oculto el Tercer Secreto ya no tiene sentido, porque los rusos ya habrán hecho su movimiento, él revelará el texto faltante del Tercer Secreto.
Si el Papa Benedicto está reinando para el tiempo de esa guerra, él querrá probablemente consagrar Rusia después de revelar íntegro el Tercer Secreto, pero como el Rey Luís XVI, él no podrá hacer la Consagración en tiempo porque las calamidades golpearán muy rápidamente. No habrá suficiente previsión, por eso el Papa no podrá organizarla en tiempo. El deberá ir a ocultarse. Tal vez Benedicto será el mismo Papa que huirá de una Roma devastada, como profetizó San Pío X, y es finalmente encontrado, como la visión del Tercer Secreto describe – lo que Dios impida que pudiera ocurrir. Pero si eso ocurre, ese Papa será encontrado y muerto por las fuerzas armadas del enemigo, tal como nosotros vemos en la visión.

FC: Así, quienquiera que sea ese Papa, Benedicto o algún otro Papa, ¿no será él quien consagre Rusia, en su punto de vista?

Padre Kramer: Sobre este punto, podría referirlo al testimonio del estigmatista romano, Antonio Ruffini. El Papa Pío XII autorizó la bendición de una capilla en el lugar donde Ruffini recibió los estigmas en la Vía Apia, y el Padre Tomaselli, el autor del milagro, escribió un pequeño libro sobre él – un relato corto de la vida de Ruffini. Yo mismo traté a Ruffini durante muchos años. A principios de los 1990s preguntaron a Ruffini a boca de jarro en su casa: “¿Es Juan Pablo II el Papa que va a hacer la Consagración de Rusia?” El contestó: “No, no es Juan Pablo II. Tampoco va a ser su inmediato sucesor, sino uno después de ese. El será quien consagrará Rusia”. Eso es, el sucesor de Benedicto, durante ese tiempo de guerra mundial y persecución de la Iglesia, será el que finalmente haga la Consagración, y entonces comenzará la restauración y el triunfo del Inmaculado Corazón.

FC: ¿Cómo podría usted recapitular todo esto?

Padre Kramer: Por la evidencia que hemos tratado, mucho de eso parece claro: la Iglesia sufrirá una gran apostasía entre muchos de Sus miembros, lo cual claramente ya está ocurriendo. Luego habrá una guerra mundial en la cual morirá mucha de la población mundial, la Iglesia será perseguida como nunca antes y llevada a ocultarse, y Roma misma posiblemente pueda ser devastada. Ese es el guión en el que encaja perfectamente la visión del Tercer Secreto, donde el Papa es ejecutado y prominentes hombres de iglesia y laicos han sido exterminados en una ciudad medio en ruinas. Por eso, cuando el Cardenal Ratzinger habló del Tercer Secreto en 1984, mencionó los peligros “para la fe y la vida de los cristianos, y por lo tanto [la vida] del mundo”. Tanto la Iglesia como el mundo sufrirán una catástrofe. Dada la admisión del Cardenal Ratzinger que Fátima y Akita son esencialmente el mismo mensaje, no parece razonable ninguna otra conclusión.
Por eso, cuando uno considera las apariciones de Nuestra Señora del Buen Suceso, de Nuestra Señora de Fátima, y de Nuestra Señora de Akita, las declaraciones de Juan Pablo II en Fulda, las admisiones del Cardenal Ratzinger, del Cardenal Ciappi y las revelaciones de Malachi Martin, se suman a la misma conclusión: la apostasía en la Iglesia llevando a un horrible castigo global, con mucha de la población mundial extinguida casi instantáneamente.

FC: ¿No hay esperanza, entonces?

Padre Kramer: Al contrario, como dijo Nuestra Señora del Buen Suceso, hay una gran causa para la esperanza, aún si nosotros no evitamos el peor suceso. En efecto, Nuestra Señora de Fátima misma dijo que Su Inmaculado Corazón triunfará, no importa cuán tarde se haga finalmente la Consagración de Rusia.
Incluso, si ocurre lo peor, las naciones antaño católicas redescubrirán su fe bajo persecución y en medio de la desolación por la guerra. Entonces el Papa consagrará Rusia al Inmaculado Corazón y Rusia será convertida. Los invasores asiáticos e islámicos serán expulsados de Europa: [Nota del editor: con la ayuda de los invasores rusos convertidos. Cfr.: Profecía de San Juan Bosco, como se explicó en Fatima: Tragedy and Triumph, pp. 319-355]. Dios intervendrá y veremos entonces el triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Pero la pregunta se mantiene: ya que las profecías de Nuestra Señora son, sin embargo, condicionales, ¿evitaremos lo peor de esas profecías antes de que ocurra Su Triunfo, o tendremos que sufrir primero todas las consecuencias? Eso depende íntegramente de que el Papa y los obispos hagan lo que pidió Nuestra Señora de Fátima, y eso a su vez depende de que los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos hagan suficiente oración y penitencia y reforma de sus propias vidas.

Tomado de Fatima Crusader.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Breve Historia de las Apariciones de Guadalupe.



Y su influencia en la conversión de América a la Fe de Cristo.

Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. De repente oyó música que parecía el gorjeo de miles de pájaros. Muy sorprendido se paró, alzó su vista a la cima del cerro y vio que estaba iluminado con una luz extraña. Cesó la música y en seguida oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él. Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María, Madre del Verdadero Dios. Le reveló cómo era su deseo más vehemente tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos solicitaren su amparo. “Y para realizar lo que mi clemencia pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo”.
Juan se inclinó ante ella y le dijo: “Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo”.


Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
Ese mismo día regresó a la cumbre de la colina y encontró a la Santísima Virgen que le estaba esperando. Con lágrimas de tristeza le contó cómo había fracasado su empresa. Ella le pidió volver a ver al Sr. Obispo el día siguiente. Juan Diego cumplió con el mandato de la Santísima Virgen. Esta vez tuvo mejor éxito; el Sr. Obispo pidió una señal.
Juan regresó a la colina, dio el recado a María Santísima y ella prometió darle una señal al siguiente día en la mañana. Pero Juan Diego no podía cumplir este encargo porque un tío suyo, llamado Juan Bernardino había enfermado gravemente.
Dos días más tarde, el día doce de diciembre, Juan Bernardino estaba moribundo y Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco. Llegó a la ladera del cerro y optó ir por el lado oriente para evitar que la Virgen Santísima le viera pasar. Primero quería atender a su tío. Con grande sorpresa la vio bajar y salir a su encuentro. Juan le dio su disculpa por no haber venido el día anterior. Después de oír las palabras de Juan Diego, ella le respondió: “Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿Qué más te falta? No te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que ya sanó”.
Cuando Juan Diego oyó estas palabras se sintió contento. Le rogó que le despachara a ver al Señor Obispo para llevarle alguna señal y prueba a fin de que le creyera. Ella le dijo:
“Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, recógelas y en seguida baja y tráelas a mi presencia”.
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó las flores en sus manos, las arregló en la tilma y dijo: “Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del Obispo despliegues tu tilma y descubras lo que llevas”.
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, y le contó los detalles de la cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las flores, las cuales cayeron al suelo. En este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela de su manto.



La curación de Juan Bernardino.

El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima Virgen se presentó en la choza de Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de que su retrato milagrosamente aparecido en la tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión idólatra de sus hermanos por medio de la enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir “aplastará la serpiente de piedra”. Los españoles oyeron la palabra de los labios de Juan Bernardino. Sonó como de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el por qué de este nombre español, pero los hijos predilectos de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa. Así fue como la imagen y el santuario adquirieron el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Se lee en la Sagrada Escritura que en tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, serpiente con plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.

La tilma de Juan Diego. 

La tilma en la cual la imagen de la Santísima Virgen apareció, está hecha de fibra de maguey. La duración ordinaria de esta tela es de veinte años a lo máximo. Tiene 195 centímetros de largo por 105 de ancho con una sutura en medio que va de arriba a abajo.
Impresa directamente sobre esta tela, se encuentra la hermosa figura de Nuestra Señora. El cuerpo de ella mide 140 centímetros de alto.
Esta imagen de la Santísima Virgen es el único retrato auténtico que tenemos de ella. Su conservación en estado fresco y hermoso por más de cuatro siglos, debe considerarse milagrosa. Se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde ocupa el sitio de honor en el altar mayor.
La Sagrada Imagen duró en su primera ermita desde el 26 de diciembre, 1535 hasta el ano de 1622.
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de Mexicanos y extranjeros.

La coronación.

El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas.
Muy recientemente, el doce de octubre de 1961, su Santidad Juan XXIII, dirigió un radio mensaje a los Congresistas del II Congreso Interamericano Mariano quienes se encontraron presentes dentro de la Nacional e Insigne Basílica de Guadalupe. En este día, a las doce en punto, se escuchó la sonora voz del Santo Padre quien pronunció las siguientes palabras:
Amadísimos Congresistas y fieles todos de América:
María, Madre de Dios y Madre nuestra, esa tierna palabra que estos días vuestros labios repiten sin fin con el título bendito de Madre de Guadalupe, abre este nuestro saludo que dirigimos a cuantos tomáis parte en el Segundo Congreso Mariano Interamericano y a todos los países de América.
Feliz oportunidad ésta del 50 aniversario del Patronato de María Santísima de Guadalupe sobre toda la América Latina, que tanto bien ha producido entre los pueblos del Continente, para alentaros en vuestras manifestaciones de mutuo amor y de devoción a la que es Madre de vida y Fuente de gracia.
Día histórico aquél doce de octubre en que el grito “tierra” anunciaba la unión de dos mundos, hasta entonces desconocidos entre sí, y señalaba el nacimiento a la fe de esos dos continentes; a la fe en Cristo –“luz verdadera que ilumina a todo hombre”- (Jo. 1, 9.) de la cual María es como la “aurora consurgens” que precede la claridad del día. Más adelante "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive”, derrama su ternura y delicadeza maternal en la colina, del Tepeyac, confiando al indio Juan Diego con su mensaje unas rosas que de su tilma caen mientras en ésta queda aquél retrato suyo dulcísimo que manos humanos no pintaran.
Así quería Nuestra Señora continuar mostrando su oficio de Madre: Santa María de Guadalupe, siempre símbolo y artífice de esta fusión que formaría la nacionalidad mexicana y, en expansión cargada de sentidos, rebasaría las fronteras para ofrecer al mundo ese coro magnífico de pueblos que rezan en español.
Primero Madre y Patrona de México, luego de América y de Filipinas: el sentido histórico de su mensaje iba cobrando así plenitud, mientras abría sus brazos a todos los horizontes en un anhelo universal de amor.
Abre el alma a la esperanza cuando en ese mismo Continente se viene estudiando y poniendo en práctica para elevar el nivel de vidas de los pueblos humanos. Vemos con aplauso las iniciativas encaminadas a procurar personal preparado para el apostolado a los países escasos de clero o de religiosos en el deseo de sostener su fe y de continuar la misión salvadora de la Iglesia.
¡Cuánto podrá ayudar a mantener vivos estos ideales cristianos de fraternidad vuestro Congreso! Qué altura y qué nobleza adquieren las relaciones entre los individuos y los pueblos cuando se las contempla a la luz de nuestra fraternidad en Cristo: “onmes vos fratres estis” (Mat. 23,8) según proclama el lema de vuestro Congreso.
Y cuanto en esta convivencia alienta el amor y la consideración de una Madre común, entonces los vínculos de la familia humana adquieren la eficacia de algo más vital, más sentido que sublima el poder y la fuerza de cualquier ley.
Tenéis ahí a María, la Madre común, puesto que es Madre de Cristo, la que con su solicitud y compasión maternal ha contribuido a que se nos devuelva la vida divina y sobrenatural, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
Salve Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro Siglos Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su amparo y sálvalos oh Inmaculada María; asiste a sus gobernantes, infunde nuevo celo a sus Prelados, aumenta las virtudes en el clero; y conserva siempre la fe en el pueblo.
Oiga María estos votos para que los presente a Cristo en cuyo nombre y con el más vivo afecto de nuestro corazón de Padre os bendecimos.

Tomado de Devocionario Católico.

jueves, 20 de septiembre de 2012

19 de septiembre de 1846: La aparición de La Salette y su secreto.



El 19 de septiembre de 1846 se apareció la Santísima Virgen en La Salette (Francia), a dos pastorcitos naturales de Corps: Melanie Calvat de quince años, y Maximin Giraud de once. La Santísima Virgen les confió un secreto, unas advertencias para los tiempos venideros: “el secreto de La Salette”.
Melanie Calvat probó ingresar en varios conventos, no fué admitida a los votos perpetuos. Melanie, estigmatizada y bajo constante dirección espiritual del obispo de Lecce, un virtuoso varón, murió en Italia, el 14 de diciembre de 1904, a los 73 años de edad. Maximin Giraud quiso estudiar teología, después medicina. Fué siervo papal; murió en su patria a los 38 años de edad.
La Aparición de La Salette fué aprobada oficialmente por el obispo de la Diócesis, y reconocida por S. S. Pío IX. El 19 de septiembre de 1851, (quinto aniversario de la aparición), Monseñor Filiberto de Bruillard, Obispo ordinario de la diócesis de Grenoble (Francia), a la que pertenece la aldea de La Salette, publicó un decreto en el que entre otras cosas, dice: «Juzgamos que la aparición de la Sma. Virgen a dos pastores el 19 de septiembre de 1846, en la parroquia de La Salette, arciprestazgo de Corps, (Grenoble, Francia), presenta todas las características de verdadera y los fieles tienen fundamento para creerla como indudable y cierta. Aumenta la certeza el concurso inmenso y espontáneo (de gentes) al lugar de la aparición, así como multitud de prodigios, de los cuales es imposible dudar sin ir contra las reglas del testimonio humano. (…) Por tanto prohi-bimos a los fieles y sacerdotes de nuestra Diócesis hablar públicamente o escribir en contra del hecho que hoy proclamamos.»
El 24 de agosto de 1852, Su Santidad Pío IX, concedió que fuera privilegiado el Altar Mayor del templo de La Salette; el 7 de septiembre fundó la Asociación de Nuestra Señora Reconciliadora de La Salette. La Hermadad Misionera de La Salette, los SALETINOS, cuyos frutos fueron y son muy provechosos para la Iglesia y para las Misiones. León XIII elevó el santuario al rango de Basílica y decretó la coronación canónica de “Nuestra Señora de La Salette”, efectuada por el Cardenal de París, el día 21 de Agosto de 1879. Nuestra Señora reveló en La Salette dos secretos, uno a Melanie y otro a Maximin. El secreto dado a Melanie constituye lo que comúnmente se conoce como el “el Secreto de la Salette”. Un extracto del mismo fué publicado en 1879 por Melanie, con imprimatur del Obispo de Lecce, – Italia.- En 1922 se dió a conocer el texto completo, con Licencia del Rvdo. Padre Lepidi O.P., Maestro del Sagrado Palacio y Asistente Perpetuo de la Congregación del Santo Oficio, (la Congregación de la Fé.)

El secreto.

«Melanie, esto que yo te voy a decir ahora no será siempre secreto; puedes publicarlo en 1858: Los Sacerdotes, Ministros de mi Hijo, los Sacerdotes…, por su mala vida, por sus irreverencias e impiedad al celebrar los santos misterios, por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas de impureza. ¡Sí!, los Sacerdotes piden venganza y la venganza pende de sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y personas consagradas a Dios que por sus infidelidades y mala vida crucifican de nuevo a Mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y piden venganza, y he aquí que la venganza está a las puertas, pues ya no se encuentra nadie que implore misericordia y perdón para el Pueblo. Ya no hay almas generosas ni persona digna de ofrecer la víctima sin mancha al Eterno, en favor del mundo. Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la Tierra…! Dios va a derramar su cólera y nadie podrá sustraerse a tantos males juntos. ¡Los jefes, los conductores del Pueblo de Dios, han descuidado la oración y la penitencia, y el demonio ha oscurecido sus inteligencias, se han convertido en estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la serpiente antigua poner divisiones entre los soberanos, en las sociedades y en las familias. (…) La sociedad está en vísperas de las más terribles calamidades y los más grandes acontecimientos. Se verá obligada a ser gobernada por una vara de hierro y a beber el cáliz de la cólera de Dios. Que el Vicario de mi Hijo, el soberano Pontífice Pio IX, no salga ya de Roma después del año de 1859; pero que sea firme y generoso; que combata con las armas de la fe y del amor. Yo estaré con él. (…) Italia será castigada por su ambición de querer sacudir el yugo del Señor de los Señores. (…) La sangre correrá por todas partes. Las Iglesias serán cerradas o profanadas. Los Sacerdotes y religiosos serán perseguidos.(…) Muchos abandonarán la Fé, y el número de Sacerdotes y religiosos que se separarán de la verdadera religión será grande. Entre estas personas se encontrarán incluso Obispos. Que el Papa se ponga en guardia contra los obradores de milagros, pues llega el tiempo en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar en la tierra y en los aires. (…) Lucifer, con gran número de demonios, serán desatados del Infierno; abolirán la fe, aún entre las personas consagradas a Dios. (…) Muchas casas religiosas perderán completamente la fe y perderán a muchísimas almas. Los malos libros abundarán en la Tierra y los espíritus de las tinieblas extenderán por todas partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio de Dios. Habrá Iglesias para servir a esos espíritus. (…) ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que se hayan dedicado únicamente a amontonar riquezas, a poner a salvo su autoridad y dominar con orgullo!
El Vicario de Mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque por un tiempo la Iglesia será entregada a grandes persecuciones. Esta será la hora de las tinieblas. La Iglesia tendrá una crisis espantosa. Dado el olvido de la santa Fe en Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. (…) El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán muchas veces contra su vida, sin poder poner fin a sus días; pero ni él ni su sucesor verán el triunfo de la Iglesia de Dios. Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso para dar lugar al materialismo, al ateísmo, (…) a toda clase de vicios. Que los que estén al frente de las comunidades religiosas vigilen a las personas que han de recibir, porque el demonio usará toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas a personas entregadas al pecado, pues los desórdenes y el amor de los placeres carnales se extenderán por toda la Tierra. Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá por las calles; el francés luchará contra el francés, el italiano contra el italiano… habrá una guerra universal que será espantosa. Por algún tiempo Dios no se acordará de Francia ni de Italia, porque el Evangelio de Cristo no es ya conocido. Los malvados desplegarán toda su malicia. Al primer golpe de su espada fulminante las montañas y la naturaleza temblarán de espanto, porque los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los Cielos. París será quemado, y Marsella engullida; varias grandes ciudades serán sacudidas y engullidas por terremotos. Se creerá que todo está perdido. No se verán más que homicidios, no se oirá más que ruido de armas y blasfemias. Los justos sufrirán mucho, sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán hasta el Cielo, y todo el Pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia e implorarán su ayuda e intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de justicia y de su gran misericordia con los justos, mandará a sus ángeles que destruyan a todos sus enemigos. Los perseguidores de la Iglesia de Cristo y los hombres dados al pecado perecerán de golpe, y la Tierra quedará como un desierto.
Entonces será la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado. La caridad florecerá en todas partes. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo, y los hombres vivirán en el temor de Dios.» (…)

(Las profecías de La Salette no parecen haber sido dictadas en orden sucesivo, no son correlativas. Continúa:)

«La Tierra será castigada con todo género de plagas. Habrá guerras, hasta la última que la harán los diez reyes del anticristo, los cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los únicos que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda, habrá una especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más que en divertirse; los malvados se entregarán a toda clase de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, creerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. Dichosas las almas humildes guiadas por el Espíritu Santo, Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la edad. La naturaleza clama venganza contra los hombres, y tiembla de espanto en espera de lo que debe suceder en la Tierra encharcada de crímenes. Temblad Tierra, y vosotros que hacéis profesión de servir a Jesucristo y que interiormente os adoráis a vosotros mismos, ¡temblad!, pues Dios va a entregaros a sus enemigos, porque los lugares santos están en la corrupción. Muchos conventos no son ya casa de Dios, sino pastizales de Asmodeo. Durante este tiempo nacerá el anticristo… Hará prodigios y no se alimentará sino de impurezas. (…) Se cambiarán las estaciones (…) Los astros perderán sus movimientos regulares. La luna no reflejará más que una débil luz rojiza. El agua y el fuego causarán en el globo terrestre movimientos convulsivos y horribles terremotos.
Roma perderá la Fé y se convertirá en la sede del anticristo. Los demonios del aire, con el anticristo, harán grandes prodigios en la Tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán más y más. Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad. El Evangelio será predicado por todas partes. Todos los pueblos y todas las naciones conocerán la verdad.
Hago una apremiante llamada a la Tierra, llamo a los verdaderos discípulos del Dios que vive y reina en los Cielos, llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único y verdadero salvador de los hombres. Llamo a mis hijos, a mis verdaderos devotos, a los que se me han consagrado a fin de que los conduzca a mi Divino Hijo, los que llevo, por decirlo así, en mis brazos, los que han vivido de mi espíritu. Finalmente (…) Llamo a los Apóstoles de los Últimos Tiempos. Los fieles discípulos de Jesucristo que han vivido en el menosprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en la oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios. En el sufrimiento, y desconocidos del mundo. Ya es hora que salgan y vengan a iluminar la Tierra: Id y mostraos como mis hijos queridos, yo estoy con vosotros y en vosotros, con tal que vuestra fe sea la luz que os ilumine en esos días de infortunio. (…) Luchad hijos de la luz, vosotros pequeño número… pues ya está aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines. La Iglesia se oscurecerá, el mundo quedará consternado. Pero he ahí Enoc y Elías, llenos del espíritu de Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas. Harán grandes prodigios por la virtud del Espíritu Santo, y condenarán los errores diabólicos del anticristo. ¡Ay de los habitantes de la Tierra…! Habrá guerras sangrientas y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso… Tempestades que destruirán ciudades, terremotos que engullirán países; se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán la cabeza contra los muros, llamarán a la muerte. (…) La sangre correrá por todas partes. ¿Quién podrá resistir si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre, las lágrimas y oraciones de los justos, Dios se dejará aplacar. Enoc y Elías serán muertos. ROMA pagana desaparecerá, caerá fuego del cielo y consumirá tres ciudades; el universo entero estará preso del terror, y muchos se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía entre ellos. Ha llegado el tiempo. El sol se oscurece, solo la fé vivirá. Aquí está el tiempo. El abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las tinieblas. Aquí está la bestia con sus súbditos, llamándose el salvador del mundo. Se elevará con orgullo por los aires para subir hasta el Cielo. Será sofocado por el soplo de San Miguel Arcángel. Caerá. Y la Tierra, que llevará tres días en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será hundido para siempre, (el anticristo), con todos los suyos, en los abismos eternos del infierno. Entonces el agua y el fuego purificarán y consumirán todas las obras del orgullo de los hombres y todo será renovado. Dios será servido y glorificado.»

Visto en Diario Pregón de La Plata.