El conocido teólogo tercermundista Leonardo Boff envió una carta pública en apoyo a Francisco repudiando la resistencia de los sectores conservadores. Reproducimos el
contenido de dicha carta. Publicado en Religión
Digital, 10-Nov-2015.
Carta
de apoyo al Papa Francisco
1. Conservadores
piden una vuelta al modelo de Iglesia del pasado
Querido Papa
Francisco:
En América
Latina, en Brasil y en el Caribe y en otras partes del mundo somos muchos los
que seguimos con preocupación la cerrada oposición y los ataques que le
hacen minorías conservadoras, pero poderosas, desde dentro y fuera de
la Iglesia. Perplejos, hemos presenciado algo inusitado en los últimos siglos:
la rebelión de cardenales conservadores contra su modo de conducir el
Sínodo y, sobre todo, la Iglesia Universal.
La carta estrictamente personal, de un grupo de Cardenales dirigida a Usted, fué pasada a la imprenta anticipadamente a la encíclica Laudato Si' en clara violación los principios de un periodismo ético.
Tales grupos conservadores postulan una vuelta al modelo de Iglesia del pasado, concebida como una fortaleza cerrada más que como «un hospital de campaña con las puertas abiertas para acoger a quien llama»; Iglesia que deberá «buscar y acompañar a la humanidad de hoy, con las puertas abiertas, ya que con las puertas cerradas se traiciona a sí misma y a su misión y, en vez de ser puente, se convierte en barrera». Estas fueron sus valientes palabras.
La carta estrictamente personal, de un grupo de Cardenales dirigida a Usted, fué pasada a la imprenta anticipadamente a la encíclica Laudato Si' en clara violación los principios de un periodismo ético.
Tales grupos conservadores postulan una vuelta al modelo de Iglesia del pasado, concebida como una fortaleza cerrada más que como «un hospital de campaña con las puertas abiertas para acoger a quien llama»; Iglesia que deberá «buscar y acompañar a la humanidad de hoy, con las puertas abiertas, ya que con las puertas cerradas se traiciona a sí misma y a su misión y, en vez de ser puente, se convierte en barrera». Estas fueron sus valientes palabras.
2.
Recordamos a los que se le oponen las cosas más obvias del mensaje de Jesús
Las actitudes
pastorales del tipo de Iglesia propuesto en sus discursos y en sus gestos simbólicos
se caracterizan por el amor cálido, por el encuentro vivo entre las personas y
con Cristo presente entre nosotros, por la misericordia sin límites, por la “revolución
de la ternura” y por la conversión pastoral. Esto implica que el pastor tenga “olor a
oveja”, porque convive con ella y la acompaña a lo largo del camino.
Lamentamos que
tales grupos conservadores, lo que más hacen, es decir no. No a la comunión de
los divorciados vueltos a casar; no al reconocimiento de los
homoafectivos; no a cualquier apertura al mundo que implique
cambios sustantivos.
Tenemos que
recordar a estos hermanos las cosas más obvias del mensaje de Jesús. Él no vino
a decir no. Al contrario, él vino a decir sí. San Pablo, en la segunda epístola
a los Corintios, nos recuerda que "en el Hijo de Dios todo ha sido sí...
porque todas las promesas de Dios son sí en Jesús" (2Cor 1,20).
En el Evangelio de San Juan, Jesús dice explícitamente: "Si alguno viene a mí, yo no le rechazaré nunca" (Jn 6,37). Podía ser una prostituta, un leproso, un teólogo temeroso como Nicodemo: a todos acogió con su amor y su misericordia.
En el Evangelio de San Juan, Jesús dice explícitamente: "Si alguno viene a mí, yo no le rechazaré nunca" (Jn 6,37). Podía ser una prostituta, un leproso, un teólogo temeroso como Nicodemo: a todos acogió con su amor y su misericordia.
3. La
característica fundamental del Dios de Jesús
La
característica fundamental del Dios de Jesús, "Abba", es su
misericordia sin límites (Lc 6,36) y su amor preferencial por los pobres, los
enfermos y los pecadores (Lc 5,32; 6,21). Más que fundar una nueva religión con
feligreses piadosos, Jesús vino a enseñarnos a vivir y a realizar los bienes de
su mensaje central, el Reino de Dios, que son: el amor, la compasión, el
perdón, la solidaridad, el hambre y sed de justicia y el hacernos sentir hijos
e hijas amados de Dios.
4.
Cuando prevalece el poder, desaparece el amor
Los intentos
de deslegitimar su modo de ser Obispo de Roma y Papa de la Iglesia universal
serán vanos, porque nada se resiste a la bondad y a la ternura de las que Usted
nos da un ejemplo espléndido. Por la historia sabemos que cuando prevalece el
poder, como a ellos les gustaría que prevaleciese, desaparece el amor y se
extingue la misericordia, valores centrales de su predicación y de la de Jesús.
5.
Queremos mostrar total apoyo a su persona y ministerio
En este
contexto, nosotros cristianos abiertos a los desafíos del mundo actual, ante la
nueva fase planetaria de la historia y las amenazas que pesan sobre el
sistema-vida y el sistema-Tierra, valientemente señaladas en su encíclica
Laudato Si' sobre "el cuidado de la Casa Común", queremos cerrar
filas a su alrededor y mostrar nuestro total apoyo a su persona y a su
ministerio, a su visión pastoral abierta de Iglesia y a la forma carismática
por la cual hace que sintamos nuevamente a la Iglesia como nuestro hogar
espiritual. Y tanta gente de otras Iglesias y religiones y del mundo secular lo
apoyan y lo admiran por su manera de hablar y de actuar.
6. La
Iglesia católica es hoy del Tercer Mundo, no euerocéntrica ni vaticanocéntrica.
No está
desprovisto de significación el hecho de que la gran mayoría de los católicos
viva en las Américas, en África y en Asia, donde se constata una gran vitalidad
y creatividad en diálogo con las distintas culturas, mostrando múltiples
rostros de la misma Iglesia de Cristo. La Iglesia católica es hoy una Iglesia
del Tercer Mundo, pues sólo el 25% de católicos vive en Europa. El futuro de la
Iglesia se juega en estas regiones donde el Espíritu sopla con fuerza. No darse
cuenta de este hecho es seguir siendo eurocéntrico y vaticanocéntrico.
La Iglesia Católica no puede ser rehén de la cultura occidental, que es una cultura regional, por grandes que sean los méritos que haya acumulado. Es necesario que se desoccidentalice, abriéndose al proceso de mundialización que favorece el encuentro de culturas y caminos espirituales.
La Iglesia Católica no puede ser rehén de la cultura occidental, que es una cultura regional, por grandes que sean los méritos que haya acumulado. Es necesario que se desoccidentalice, abriéndose al proceso de mundialización que favorece el encuentro de culturas y caminos espirituales.
7. A Vd.
le toca lo que al Maestro y los apóstoles: ser malentendido, calumniado y
perseguido.
Querido Papa
Francisco: Usted participa del destino del Maestro y de los apóstoles, que
también fueron malentendidos, calumniados y perseguidos.
Pero estamos
tranquilos porque sabemos que Usted asume tales tribulaciones según el espíritu
de las bienaventuranzas. Las soporta con humildad. Pide perdón por los pecados
de la Iglesia y sigue los pasos del Nazareno.
Queremos estar
a su lado, apoyarle en su visión evangélica y liberadora de la Iglesia, darle
coraje y fuerza interior para actualizarnos, con palabras y gestos, la
tradición de Jesús hecha de amor, de misericordia, de compasión, de intimidad
con Dios y de solidaridad con la humanidad que sufre.
8. Con
Vd. queremos seguir mostrando que el Evangelio es una propuesta buena para toda
la humanidad. Estamos a su lado.
En fin,
querido Papa Francisco, siga mostrándonos a todos que el evangelio es
una propuesta buena para toda la humanidad, que el mensaje cristiano es una
fuerza inspiradora en el “cuidado de la Casa Común” y generadora de una pequeña
anticipación de una Tierra reconciliada consigo misma, con todos los seres
humanos, con la naturaleza, y en especial con el Padre que mostró tener
características de Madre de infinita bondad y ternura. Al final, juntos
podremos decir: “todo es muy bueno” (Gn 1,31).