“Quia per incarnati Verbi mysterium, nova mentis nostraæ oculis lux tuæ claritatis in fulsit: ut dum visibiliter Deum cognoscimus, per hunc in visibilium amorem rapiamur”.
“Pues por el Misterio del Verbo, ha brillado a los ojos de nuestra alma un nuevo resplandor de tu gloria, para que, conociendo a Dios bajo una forma visible, seamos atraídos por Él al amor de las cosas invisibles”.
Misal Romano, Prefacio de Navidad.
“¿Qué mayor gracia de Dios pudo brillar para nosotros que, teniendo un hijo unigénito, lo hiciera hijo del hombre, y del mismo modo, pero al revés, hiciera hijo de Dios al hijo del hombre? Busca el mérito, busca... el motivo, busca la justicia, y ve si encuentras otra cosa que no sea la gracia”.
San Agustín, del Sermón 185, 3.