DECLARACIÓN
DEL INSTITUTO DE FILOSOFÍA PRÁCTICA ACERCA DE UN BAUTISMO CON DOS “MAMÁS” Y UNA
SINGULAR MADRINA
“Su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se
volvieron estúpidos… por eso Dios los entregó a pasiones infames; pues sus
mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza”. San Pablo, Epístola a los Romanos, l,
21/22 y 26.
I
Pareciera que en esta
decadencia argentina nunca vamos a tocar fondo. Hace poco, hemos vuelto a ser
famosos en el mundo por un hecho gravísimo ocurrido en la Catedral de la Ciudad
de Córdoba, Provincia homónima, con la responsabilidad directa de su Arzobispo.
De nuevo y hasta ahora, silencio de los muchos que deberían aclarar el asunto;
silencio (habitual) del Episcopado, silencio de las universidades “católicas”,
silencio de los abogados “católicos” y otras corporaciones profesionales,
silencio de las academias “católicas”, silencio de las asociaciones de
familias, acerca de una cuestión de inaudita imprudencia e inmoralidad.
Silencio de la bobería, y de otros, que no son precisamente bobos, sino
cómplices.
II
En la citada Catedral, el
5 del corriente se ha celebrado el bautismo de la pequeña Umma Azul; Umma,
nombre que hasta ahora conocíamos en alguna perra o gata. Como todo ser humano,
la beba era capaz de recibir el sacramento y, desde entonces, es no sólo
criatura, sino hija de Dios. Ha nacido a una nueva vida, la vida de la gracia,
liberada del pecado original, quedando configurada por Cristo “por el carácter
indeleble”, y acogida por la Iglesia. Hasta aquí, todo es alegría, más allá del
nombre extraño que le podrá traer en la vida algunas dificultades. Además
U.M.M.A. son las siglas de la Unión de Mujeres Musulmanas de la Argentina.
III
Pero acá empiezan las
peculiares circunstancias del caso. La bautizada es fruto de una fecundación
artificial y nunca conocerá a su padre biológico, reducido a ser un buen
proveedor de esperma, pero, en cambio, tendrá dos “mamás”, la real y la
conviviente, en hoy legalizado ayuntamiento, quien, en la realidad, es, para la
criatura, una extraña. Es el caso inverso del de Tobías, ese niño que fue
gestado por una madre portadora en la India, a la cual nunca conocerá y
adoptado por una pareja homosexual, homenajeada por el gobierno de nuestra
C.A.B.A. (Ciudad Apóstata de Buenos Aires).
Si algún día, Tobías y
Umma se conocieran, se casaran y complementándose sexualmente tuvieran hijos,
sería la revancha del orden natural. Al fin y al cabo, Tobías ni Umma son
culpables de haber llegado al mundo por caminos retorcidos.
IV
Pero todavía hay más, pues
estas dos “mamás”, que manifiestan su adhesión a la cultura “gay” y la soberbia
de ser lesbianas, provocando el furor de los habitantes de la isla griega de
Lesbos, han elegido como madrina a nuestra presidente, de quien debimos
ocuparnos varias veces, porque pretende ser teóloga, filósofa, científica, y
ahora, madrina. Bautismo en la Catedral, con un padrinazgo tan importante ¡Qué
tal!
Evidentemente, que no
estamos ante un caso común, sino muy especial, en el cual debe ejercerse la
prudencia, auxiliada por su virtud anexa, la “gnome”, que se ocupa de
situaciones extraordinarias, en las cuales son a veces insuficientes las reglas
comunes.
Pero, empecemos por las
reglas comunes, las primeras que debería conocer, observar y hacer observar el
arzobispo Ñañez, que se encuentran en el Código de Derecho Canónico, para
interpretarlas después, discriminando y si hace falta, utilizando los
argumentos “a simili”, que extiende el campo de la norma y “a contrario”, que
lo restringe.
V
El art. 851 inc. 2°
dispone: “los padres del niño que va a ser bautizado, y asimismo quienes
asumirán la función de padrinos, han de ser convenientemente ilustrados sobre
el significado de este sacramento y las obligaciones que lleva consigo”.
El art. 855 aconseja:
“procuren los padres, los padrinos y el párroco que no se imponga un nombre
ajeno al sentir cristiano”.
El art, 868 inc. 2°
advierte que para bautizar lícitamente a un pequeño se requiere “que haya esperanza fundada de que el niño va
a ser educado en la religión católica; si falta por completo esta esperanza
debe diferirse el bautismo”.
Respecto a los padrinos,
el art. 874 inc. 1° requiere que el padrino “tenga capacidad para esta misión e
intención de desempeñarla”, y el inc. 3° exige que “sea católico”, y lleve “una
vida congruente con la fe”.
Con relación al caso de
una madre soltera, el art. 877, inc. 2°, dispone que “se ha de inscribir el
nombre de la madre, si consta públicamente la maternidad o ella lo pide”. Es el
caso más parecido, pero de ninguna manera idéntico, pues en su génesis habrá
fornicación, adulterio o implantación de semen, pero no existe el ayuntamiento
lésbico. Estamos pues ante una situación nueva.
VI
Gracias a nuestro caro
amigo Samuele Cecotti, conocimos los comentarios acerca del caso efectuados por
Christian De Benedetto en “Corrispondenza Romana”, el 10 del corriente, en un
artículo titulado “Scandalo nella cattedrale di Cordoba”. En el mismo señala,
con toda razón, que la arquidiócesis de Córdoba “habría podido establecer un
lugar más apartado y modesto para la celebración del bautismo e imponer la
máxima discreción, habría podido señalar más de una objeción relativa a la
elección de la madrina, vistas las objetivas y públicas posiciones asumidas por
ella en abierto contraste con la doctrina católica. En vez, ¡nada de eso! ¿Por
qué la arquidiócesis de Córdoba acepta reconocer a Umma como hija de las dos
mujeres, cuando es hija de una sola de ellas y de un padre ignoto? ¿Esto transforma
en madre de Umma a la segunda mujer? … La primera en hablar de ‘madres’ fue Rosana Triunfetti, responsable
del Servicio de Comunicación Pastoral de la arquidiócesis de Córdoba.
Esto nos deja perplejos constituyendo
un real reconocimiento a la reivindicación gay a la progenitoriedad”.
¿No advierten Monseñor
Ñañez y el párroco de la catedral que han sido usados con una finalidad
mediática de propaganda inmoral y después arrojados como si fueran
preservativos? ¿No se dan cuenta que han permitido que se instrumentalice un
sacramento? ¿Ignoran que la circunspección y la cautela forman parte de la
prudencia en su dimensión imperativa, que es la más importante? ¿Ignoran que no
son los dueños ni administradores, sino custodios de un lugar sagrado, consagrado
como catedral? ¿No hubiera sido prudente como señala De Benedetto fijar un
lugar apartado y modesto y exigir privacidad y reserva?
VII
El Catecismo de la Iglesia
Católica, destaca el papel de los padrinos quienes “deben ser creyentes
sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo bautizado, en su camino de la vida
cristiana” (n° 1255).
Cuando Dios, tal vez harto
de sus entuertos, convocó al ex presidente Kirchner a su presencia, emitimos el
24 de enero de 2011, una declaración titulada: “El legado de un perverso”;
pero el muerto nos legó a su mujer, de quien dijo con toda su autoridad de
próximo oriental y contertulio, el presidente uruguayo José Mugica, “La
vieja es peor que el tuerto”. En la misma, decíamos entonces: “hemos
asistido este año a la muerte de un hombre perverso, quien ocupó la primera
magistratura de nuestro país, y que al acabar su período legal, la siguió
ejerciendo de hecho, convertida en ’bien ganancial´. hasta su último día
terrestre”.
Hace muchos años, Ramón
Maciá Manso, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Oviedo,
publicó un artículo titulado Perversión y conversión, en el cual describe al
perverso, identificado con el hipócrita moral; afirma que hay personas que “sabiendo
que hacen el mal, dicen que hacen el bien, y si esto no es creíble, alegan un
buen motivo para hacerlo”. Y así, “en nombre de la libertad se puede
atropellar la libertad de otras personas… en nombre de la justicia se puede
cometer la injusticia… en nombre de la ética se puede destrozar y aniquilar la
ética. En nombre de determinados derechos humanos se pueden violar otros
derechos humanos e incluso los mismos de que se habla… en nombre de la libertad
sexual se puede hacer ostentación de las mayores cerdadas ante quienes no
quieren verlas… El hipócrita moral es un taimado que engaña a quien no descubre
sus ardides e indigna a los que se dan cuenta de su pretensión de engañarles”
(Verbo, Madrid, n° 265/6, 1988).
¿Cuáles fueron los frutos
del árbol de los Kirchner? Los analizamos entonces en una serie de apartados:
a) Discordia.
b) Sodomonio.
c) Corrupción moral y
cultural.
d) La economía “al revés”.
e) Escandaloso incremento
patrimonial.
f) Atentado a la justicia
distributiva contra los jubilados.
g) Inseguridad galopante.
h) La droga instalada y la
promoción del juego.
i) Dos pesas y dos
medidas, incluso en los tiempos procesales.
j) La Argentina en estado
de indefensión.
Todo esto ha continuado y
agravado en el gobierno de la “madrina”, que en estos años de gobierno
unipersonal demuestra que “es peor que el tuerto”. Es más soberbia (no se le
ocurrió anotarse en nuestro curso “La revolución de la humildad” y ni siquiera
pedir el material), más egocéntrica, más verbosa, más irresponsable, más
imprudente, más caprichosa, más insoportable.
Por todo lo expuesto,
entendemos que no reúne las condiciones exigidas por el Derecho Canónico para
el padrinazgo, el cual, como nos decía el antiguo párroco de San Isidro
Labrador, con más de sesenta años de experiencia en la materia, es la clave
para encarar los bautismos difíciles con responsabilidad, guiados por la
prudencia y la “gnome”.
Le pedimos a Dios que
proteja a la niña bautizada, que crecerá en un ambiente extraño a la verdad y
al bien; y a su ángel de la guarda para que se emplee a fondo para cuidarla de
semejante “madres” y de tan singular “madrina”.
Buenos Aires, abril 15 de
2014.
Bernardino Montejano
Presidente
Juan Vergara del Carril
Secretario