“Un NO puede transformarse en un SÍ; puesto que un NO, es todavía una afirmación del contrario. Hay una sola cosa (si a osadas se le puede decir “cosa”) que permanece estéril por siempre jamás, por inexistencia, porque es una mentira con apariencias de ser: es el SÍ-Y-NO de la neutralidad. Y en el Apocalipsis el Cristo-Verbo nos confirma que a los neutros, lejos de proferirlos, los “vomita de su boca”.