A continuación publicamos una carta de lectores que no ha sido publicada y, a nuestro parecer, vale la pena que la acerquemos a nuestros lectores.  
Carta de Lectores enviada al diario La Nación el 2 de noviembre de 2011
 (No fue publicada)
  
"Falacias sobre el aborto"
 Sr. Director:
Abortar no es interrumpir. Un partido de fútbol se interrumpe para  reanudarlo luego. Una conversación es interrumpida con la posibilidad de  continuarla más tarde. La lectura de un libro puede ser interrumpida y  retomada después. Pero una mujer no puede “reanudar” su embarazo luego  de un aborto. El reemplazo de esta palabra pretende disimular la  naturaleza de esta acción, suavizándola ficticiamente. El aborto no es  la interrupción sino la destrucción del embarazo: la muerte del bebé.
Segundo. No existe un “aborto terapéutico”, porque la terapéutica es  una parte de la medicina que enseña los preceptos y remedios para el  tratamiento de enfermedades (RAE). Tampoco un “aborto quirúrgico” porque  la cirugía tiene por objeto curar las enfermedades por medio de una  operación (RAE). Pero el embarazo no es una enfermedad: adjetivar  benévolamente la palabra aborto obedece a la estrategia ya descripta.  Está claro que no es un “procedimiento médico”. Es un procedimiento que  realizan algunos médicos, no todos: lo cual es muy distinto.
En  tercer lugar: no es una cuestión de clase económica o social, como  artificialmente se ha planteado. Todas las madres tienen el mismo deber  de proteger la vida del hijo que llevan dentro, sean de la condición que  sean y con independencia de las posibilidades económicas. La dialéctica  entre “aborto clandestino de la mujer pobre” y “aborto clandestino de  la mujer rica” no resiste la menor confrontación, puesto que asegurada  que sea la naturaleza criminal del aborto provocado, su protección legal  siempre es una injusticia.
Sólo puede defenderse la  indefendible decisión de abortar a través de una deliberada distorsión  de las palabras y mediante una inescrupulosa movilización del  resentimiento clasista.
Juan Carlos Monedero (h)