Las palabras ambiguas de parte de las más altas autoridades de la Iglesia, para la prensa, son lo que esta necesita para crear más confusión de la que ya existe sobre la doctrina moral católica. Acá un ejemplo del efecto que ocasiones estas declaraciones.
[PCI
– 30-07-2013]
No es lo que el Papa dijo, pero era obvio que era lo que se iba a
interpretar
Nadie con responsabilidad tiene
derecho a ser ingenuo. El Papa menos que nadie. Lo que dijo sobre “no ser quien
para juzgar a los homosexuales” iba a ser interpretado como una legitimación de
la homosexualidad de boca, nada menos, que del Papa... Los efectos están a la
vista en todos los medios de comunicación, y en la pobre feligresía. No solo
entre los que ya aspiraban a una “autorización” de esta perversión moral, sino
aún entre los que la condenaban y defendían el orden natural en la legislación
civil. Han quedado desarmados.
Francisco ha hecho en el campo
moral lo que Juan Pablo II en el histórico: ha quitado autoridad a los
defensores de la Iglesia y su doctrina. Es un antecedente horroroso. Y
lamentablemente nos
va dando razón de lo que anticipamos cuando fue elegido Papa, esta vez en
virtud de sus antecedentes, ahora por hechos y realidades evidentes. ¡Dios nos
ampare! Recemos intensamente por el Santo Padre, por su propia alma y por las
almas de los fieles que corren riesgo gravísimo de condenación.
Sirva este ejemplo, de los tantos
que circulan por los medios, para ilustrar lo dicho:
Un ex sacerdote gay
mendocino, que dejó los hábitos tras confesar su orientación sexual,
escribió una carta al papa Francisco en la que le instó a adecuarse “a los
nuevos paradigmas del mundo contemporáneo” después de que el Pontífice
asegurase que no juzga a los homosexuales.
Andrés Gioeni, quien cambió el
sacerdocio por el trabajo de actor y escritor, celebró “el aire fresco” que ha
supuesto la llegada de Francisco al Vaticano, pero advirtió “que queda mucho
camino por recorrer”.
En diálogo con LA NACION, dijo: “Le
escribí porque creo que es un atisbo de esperanza en la respuesta que dio sobre
no juzgar a los gays. Veo humildad y apertura en él”. Cuando habla de
apertura se refiere, más que nada, a cuestiones vinculadas a la “moral sexual”.
Consideró que en este encuentro con los jóvenes el Papa podría haber
dicho algo acerca del preservativo, por ejemplo. “Los jóvenes no van a dejar de
tener relaciones sexuales y por este mal mensaje de la Iglesia se pueden
generar enfermedades graves”, cuestionó.
Además, se refirió al control de
la natalidad. “Debería revisarse la prohibición de los métodos anticonceptivos,
ya hay teólogos de la Iglesia que piensan muy distinto a las leyes que rigen”,
dijo. Habla con conocimiento de causa: se ordenó de diácono, luego de sacerdote
y ejerció el sacerdocio durante dos años y medio.
“Alguna vez fui sacerdote
católico, pastor, compartí ese ímpetu misionero y esa necesidad de reclamo de
apertura eclesial. Hasta que decidí abrirme a un costado cuando descubrí mi
propia tendencia homosexual y admitir mi imposibilidad de ejercer el ministerio
pastoral en celibato”, admitió Gioeni en la misiva, publicada en su cuenta de
la red social Facebook.
“Me atrevo a hacerme portavoz de
una gran porción de personas que pertenecemos a la comunidad homosexual. Y
simplemente, con humildad, pedirle encarecidamente que incentive, estimule,
promueva y acompañe una mayor profundización en la Teología moral sexual acerca
del lugar y la experiencia de la persona homosexual”, solicitó el ex sacerdote,
quien explicó que se siente “feliz y realizado” tras llevar diez años viviendo
con una pareja del mismo sexo.
NUEVOS PARADIGMAS DEL MUNDO
Gioeni dejó claro que no pretende
que el nuevo pontífice renuncie a la doctrina eclesiástica sino que “la ayude a
seguir creciendo y adecuándose a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo
que nos desafían a encontrar nuevas respuestas”.
“¿De verdad el amor de dos
personas, siendo del mismo sexo, no demuestra ni reflejan nada del amor de
Dios?”, cuestionó el actor, quien preguntó también si “la Iglesia con sus
silencios va a permitir que se sigan estigmatizando a tantos jóvenes en tantos
países donde se siguen asesinando solamente por su tendencia”.
Gioeni se despidió pidiendo a
Francisco que ayude a la comunidad homosexual a descubrir por dónde puede “transitar
la fe” sin renunciar a su “experiencia de amor”.
Durante una rueda de prensa a
bordo del avión de regreso a Roma desde Río de Janeiro, el Papa aseguró este
lunes que no juzga a los homosexuales.
“Si una persona es gay, busca al
Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la
Iglesia católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que
deben ser integradas en la sociedad”, dijo Francisco.
Anexo Stat Veritas. El efecto Francisco en algunas portadas de la
Prensa nacional y española: