Mientras la Iglesia de Francisco le
abre las puertas y se muestra “inclusiva” y “tolerante” con los herejes y
heterodoxos, con las ideologías de
la izquierda atea y con los sodomitas,
castiga a los católicos de la Tradición.
Verificamos otro nuevo ataque, en este caso, del obispo de Campana Oscar Sarlinga, el cual, lanza un
decreto en sintonía con la reciente notificación
del obispo Marcello Semeraro.
Nota de Página Católica, 02-Nov-2014.
Nota de Página Católica, 02-Nov-2014.
SARLINGA ATACA A LA FRATERNIDAD
amenaza con la excomunión
a los que asistan a sus Misas
Sarlinga, adversario de Bergoglio
en su tiempo, acaba de rendirse incondicionalmente ante Francisco. Pendía sobre
él una “visita fraterna”, al modo caritativo con que la ejerce el Turista
de la Eterna; y su último decreto debe ser algo así como la paga que lo
redimirá.
¿Cómo pensar de
otro modo frente al decreto cuya parte resolutiva copiamos abajo, en el que
amenaza con sanciones a quienes asistan a las misas celebradas por sacerdotes
de la Fraternidad San Pío X?
Sobre todo cuando estas
consideraciones son iguales a las que ha efectuado el ordinario de Albano,
Italia, para decretar hace poco más o menos lo mismo que su colega argentino;
siendo como es Secretario del Grupo de los 8, nueve con él, que asesora a
Francisco en el gobierno de la Iglesia.
Bergoglio copia a Perón en
sus retorcidos manejos políticos. Como dice el conocido cuento que retrata los
procedimientos del gobernante argentino, amaga por derecha para girar a la
izquierda.
Inmediatamente después de que
Fellay fuera llamado a Roma para oír palabras conciliatorias, salen dos
obispos, uno cercanísimo a Fracisco y el otro sometido por él, a amenazarlos
con el cisma y la excomunión.
Pues no nos engañemos, estas
disposiciones son las herramientas con que antaño solía disciplinar el General,
y ahora transmiten el siguiente mensaje fraterno a la Fraternidad: ¡O se rinden
o declararé el Cisma lo cual me permitirá excomulgar a quienes se les acerquen!
Pero tanto el obispo de Albano,
Mons. Marcello Semeraro, como Sarlinga ahora comenten un error: La Pontificia
Comisión Ecclesia Dei, una instancia más alta que ellos, ya se expidió
positivamente sobre el derecho de oír misa en los prioratos de la Fraternidad.
Y el cardenal Ratzinger, como Prefecto del Santo Oficio, declaró inválidas unas
excomuniones decretadas por razones parecidas, por el Obispo de Honolulu.
Claro que ahora, en la era de la
misericordia, el derecho canónico sirve más o menos lo mismo que un rollo de
papel higiénico, sino menos.
Ya se dijo que el Sínodo de los
Obispos exaltó los ánimos, no era para menos. Frustradas en sus intenciones,
las “locas” están histéricas; y eso es bueno, muy bueno.
P/d:
Por las penas con que amenaza, parece que para su excelencia reverendísima es más grave el que un fiel asista a una misa católica, que el que un obispo haya convertido su anatomía en un florero a cargo de su chofer; o que otro se haya ido a practicar gustosamente el adulterio a una de las playas más caras y exclusivas del mundo, con una mujer a quien él mismo casó. Por no mencionar el abandono que hizo nuestra conferencia episcopal en pleno, de uno de sus miembros en medio del campo de batalla.
Por las penas con que amenaza, parece que para su excelencia reverendísima es más grave el que un fiel asista a una misa católica, que el que un obispo haya convertido su anatomía en un florero a cargo de su chofer; o que otro se haya ido a practicar gustosamente el adulterio a una de las playas más caras y exclusivas del mundo, con una mujer a quien él mismo casó. Por no mencionar el abandono que hizo nuestra conferencia episcopal en pleno, de uno de sus miembros en medio del campo de batalla.
Vea el texto completo del decreto AQUÍ,
o más abajo
En razón de lo precedente, visto y considerado. Por las presentes letras declaro:
Los
sacerdotes de la “Fraternidad Sacerdotal San Pío X” no deben celebrar en
iglesias, oratorios y otros lugares de culto católicos en nuestra diócesis de
Zárate-Campana. Tampoco les es lícito ofrecer o dispensar a los fieles
católicos la celebración de los otros sacramentos, incluidos la reconciliación
(cf c. 966) y la celebración de matrimonios (cf. C. 1108) los cuales últimos,
en estos casos, serían además inválidos, en razón de no contar con las
facultades que se requieren.
-No es
lícito a los fieles católicos participar de la celebración de la misa en estas
condiciones, ni requerir ni recibir sacramentos por parte de los sacerdotes de
la citada “Fraternidad Fraternidad Sacerdotal San Pío X”, incluso en lugares
privados tomados como lugares de culto, sin excluir, en caso de pertinacia,
también las penas ferendae sententiae que puedan aplicarse, con el espíritu
eclesial y de tutela de los fieles.
-En caso de
rompimiento de la comunión eclesiástica por los fundados motivos arriba
mencionados, para luego ser readmitido en la Iglesia católica se requerirá un
itinerario personal de reconciliación (y eventualmente de levantamiento de la
censura canónica), según la disciplina aconsejada por la Santa Sede y la propia
establecida por el obispo diocesano.
Expreso el
sincero y ardiente deseo de dejarnos iluminar por el Espíritu Santo “para que
el mundo crea” (Cf Jn. 17, 21) y para que resurja el diálogo en la Verdad y en
el Amor, y prime “la caridad de Cristo que nos urge” como nos enseñó San Pablo
Apóstol, en virtud de lo cual pido la poderosa ayuda de la Virgen Madre de
Dios, Madre de la Iglesia.
Comuníquese
y archívese.
+Oscar
Sarlinga
Dadas en
Campana, sede episcopal,
a 3 días de
noviembre de 2014
Por otro lado, la agencia de
noticias que desinforma vinculada al episcopado, AICA,
02-Nov-2014, habla de “validez” de las “celebraciones lefebvristas”, la cual nunca ha sido desconocida por la autoridad con respecto a los bautismos y la misa, cuando al menos, debería precisarse sobre la “licitud” de las mismas. Una
muestra más de la incapacidad (o quizás adrede) desinformación de estos medios para comunicar: