Los llamados “ortodoxos”
orientales, tras ver el desastroso “carnaval” litúrgico oficial, oficiado en
las JMJ de Río de Janeiro, comentan su parecer al respecto de esta irreverencia
indecorosa y abusiva llevada a cabo por obispos y por el mismo “obispo de Roma”.
El Blog InfoCaótica, 05-08-2013, hace una interesante
publicación al respecto.
El autor de la entrada que
traducimos es el sacerdote ortodoxo Stephen Damick. Si el ecumenismo realmente
se ordena a la reunión de todos los cristianos en la única Iglesia, habrá de
tener en cuenta la visión de los acatólicos sobre lo que dificulta su
regreso.
Se dice que la reforma
litúrgica de Pablo VI tendió un puente hacia los luteranos. Pero lo cierto es
que su aplicación dinamitó otros puentes que nos vinculaban con los ortodoxos.
Y a la vez reforzó sus prejuicios anti-romanos.
El testimonio
de Whiteford es una muestra del “coste ecuménico” que implica el
carnaval litúrgico unido a la estupidez pastoral. ¿Servirá como llamado de
atención para los corifeos del optimismo compulsivo?
Obispos danzantes... Por el P. Andrew Stephen Damick, para Orthodoxy &
Heterodoxy: Doctrine matters. Traducción
exclusiva para Info-Caótica. [Sobre los obispos danzantes, hay otra entrada
relacionada aquí.]
Incluso si, de alguna manera, pudiese
convencerme de los dogmas exclusivos de Roma, cosas como la de arriba
son la razón por la que nunca podría convertirme en católico romano. Me
han dicho los defensores de Roma que cosas como éstas son en realidad “abusos” y
que la “verdadera” cultura y culto romano no deberían ser así. Pero si un
evento católico, global y de primer orden, como la Jornada Mundial de la
Juventud (este video es de la JMJ 2013), tiene como protagonistas a los mismos
sucesores de los apóstoles danzando así frente al mismísimo Papa, ¿dónde está
exactamente la cosa oficial y verdadera? Esto que se ve me parece lo
suficientemente oficial.
He conocido a más de una persona que se
convirtió al catolicismo romano por lo que había leído y que, entonces, cuando
vio este tipo de cosas (o, incluso, la insulsa liturgia cuasi-luterana
que constituye la mayor parte del culto de los católicos actuales), terminó
yéndose. Puedo entender a alguien que deja la religión después de experimentar
el abuso (aunque preferiría verlo pasarse a alguna forma de religión no
abusada), pero es difícil argumentar que la liturgia de Roma que uno ve
en casi todos lados sea un abuso, particularmente cuando se muestra
mundialmente con el visto bueno y oficial del Vaticano. La eclesiología romana,
con su énfasis en el Papado, hace aún más difícil que el argumento
contrario suene convincente. Si el Papa mismo lo consiente, es muy difícil
argumentar que lo que se ve en este video es un abuso.
Y también encuentro difícil preguntarse
cómo podría Roma regresar a su antiquísima tradición litúrgica, la que San Juan
de Shanghai y San Francisco, entre otros, dijeron “es mucho más antigua que
cualquiera de las herejías”.
Se puede leer más sobre este tema
en Orthodoxy and Heterodoxy, la contribución del P. John
Whiteford con el título Unfortunate Trends in the Roman Catholic
Church (Desafortunadas
tendencias en la Iglesia Católica Romana).