[Romereports.com – 02-08-2013]
Millones de musulmanes viven los últimos días del mes del
Ramadán, y el Papa Francisco envió un mensaje en el que
alienta a extender la educación para promover el respeto mutuo entre
cristianos y musulmanes.
En el mensaje, el Papa explica como su patrón, San Francisco de Asís, fue un ejemplo a seguir con sus invitaciones al diálogo entre las dos religiones.
El Papa dijo que el diálogo se basa en enseñar y promover el
respeto por la otra religión, especialmente a las generaciones más jóvenes.
En su mensaje, el Papa expresó además su sufrimiento por los ataques a líderes
religiosos y a los lugares de culto.
Cada año, el Vaticano felicita a los musulmanes al término del Ramadán.
Sin embargo, el último Papa que firmó este mensaje personalmente fue
Juan Pablo II en 1991.
TEXTO COMPLETO DEL MENSAJE
A los musulmanes del mundo entero
Es para mí un gran placer daros mis
felicitaciones con motivo de la celebración del 'Id al-Fitr, que concluye el
mes del Ramadán, dedicado principalmente al ayuno, la oración y la limosna. Se
ha convertido en tradición que, en esta ocasión, el Consejo Pontificio para el
Diálogo Interreligioso os envíe un mensaje de buena voluntad, acompañado de un
tema propuesto a la común reflexión. Este año, el primero de mi Pontificado,
decidí firmar yo mismo este tradicional mensaje y enviároslo, queridos amigos,
como expresión de aprecio y amistad para todos los musulmanes, especialmente
aquellos que son líderes religiosos.
Como todos sabéis, cuando los Cardenales me
eligieron como Obispo de Roma y Pastor Universal de la Iglesia Católica, escogí
el nombre de “Francisco”, un santo muy famoso, que amó profundamente a Dios y a
todo ser humano, hasta el punto de ser llamado “hermano universal”. Amó, ayudó
y sirvió a los necesitados, a los enfermos y a los pobres; también se preocupó
mucho de la creación.
Soy consciente de que, en este período, las
dimensiones familiar y social son especialmente importantes para los
musulmanes, y vale la pena subrayar que hay ciertos paralelos en cada una de
estas áreas con la fe y la práctica cristiana. Este año, el tema sobre el que me
gustaría reflexionar con vosotros y con todos los que lean este mensaje, y que
afecta tanto a los musulmanes como a los cristianos, es la promoción del
respeto mutuo a través de la educación.
El tema de este año quiere destacar la
importancia de la educación en la forma en que nos comprendemos unos con otros,
sobre la base del respeto mutuo. “Respeto” significa una actitud de amabilidad
hacia las personas para las que nutrimos consideración y estima. “Mutuo”
significa que no se trata de un proceso unidireccional, sino de algo que es
compartido por ambas partes.
Lo que estamos llamados a respetar en cada
persona es ante todo su vida, su integridad física, su dignidad y los derechos
que de ella manan, su reputación, su propiedad, su identidad étnica y cultural,
sus ideas y sus decisiones políticas. Por esto estamos llamados a pensar,
hablar y escribir del otro en un modo respetuoso, no sólo en su presencia, sino
siempre y en todas partes, evitando críticas injustas o la difamación. Para
lograr esto, tienen un papel fundamental la familia, la escuela, la enseñanza
religiosa y todo tipo de medios de comunicación social. Si nos referimos ahora
al respeto mutuo en las relaciones interreligiosas, especialmente entre
cristianos y musulmanes, estamos llamados a respetar la religión del otro, sus
enseñanzas, símbolos y valores. Un respeto especial se debe a los líderes
religiosos y los lugares de culto. ¡Cuánto dolor causan los ataques a uno u
otro de ellos!
Claramente, al mostrar respeto por la
religión de los demás o manifestar los mejores deseos con motivo de una
celebración religiosa, simplemente tratamos de compartir la alegría, sin
referencia al contenido de sus creencias religiosas. En cuanto a la educación
de los jóvenes musulmanes y cristianos, debemos formar nuestros jóvenes a
pensar y hablar de un modo respetuoso de otras religiones y de sus seguidores,
evitando ponerlos en ridículo o denigrar sus creencias y prácticas.
Todos sabemos que el respeto mutuo es
esencial en cualquier relación humana, sobre todo entre las personas que
profesan una creencia religiosa. Es así como puede crecer una amistad sincera y
duradera.
Al recibir al Cuerpo Diplomático acreditado
ante la Santa Sede, el 22 de marzo de 2013, les dije: “No se pueden vivir
auténticas relaciones con Dios ignorando a los demás. Por eso, es importante
intensificar el diálogo entre las distintas religiones, pienso en primer lugar
en el Islam, y he apreciado mucho la presencia, durante la Misa de inicio de mi
ministerio, de tantas autoridades civiles y religiosas del mundo islámico”. Con
estas palabras, quise subrayar una vez más la gran importancia del diálogo y de
la cooperación entre los creyentes, sobre todo entre cristianos y musulmanes,
así como la necesidad de fortalecerla.
Con estos sentimientos, renuevo mi esperanza
de que todos los cristianos y musulmanes sean auténticos promotores del respeto
mutuo y la amistad, especialmente a través de la educación. Os expreso, por
último, mis mejores deseos y oraciones para que vuestras vidas puedan
glorificar al Altísimo y dar alegría a los que os circundan.
¡Feliz fiesta a todos vosotros!
Desde el Vaticano, 10 de julio de 2013