El Card. Sean O’Malley, Arzobispo de Boston, Estados Unidos, y miembro del grupo de ocho cardenales escogido por Francisco para que lo ayuden en las reformas de la Curia, ha concedido una entrevista a The National Catholic Register, Mar-20-2014. Sobre tema de mayor actualidad traducimos la siguiente respuesta:
El Papa Francisco ha expresado compasión por los católicos que no pueden recibir la Eucaristía porque se han divorciado y vuelto a casar, y algunos obispos alemanes dicen que la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio debería ser modificada. ¿Puede darnos alguna información sobre este tema, el cual será abordado en Sínodo extraordinario sobre el Matrimonio y la Familia en 2014?
La Iglesia no va a cambiar su doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio.
Habrá un esfuerzo para ayudar a esas personas que han tenido un matrimonio fallido, y se tratará de filtrar a través de formas [de considerar] lo que se puede hacer. El Santo Padre está ansioso de discutir eso, pero creo que es prematuro hacer cualquier pronóstico sobre la forma en que acabará.
La simplificación del proceso de nulidad sería un maravilloso primer paso para hacer frente a un muy crucial problema pastoral para la Iglesia.
Noticia aparecida en Secretum Meum Mihi, 20-Mar-2014.
Nuevamente por razones “pastorales”, aunque se afirme que “la Iglesia no va a cambiar su doctrina”, se termina afectando al dogma de indisolubilidad, como afirmaba el periodista Roberto de Mattei en un artículo que podemos leer aquí. La llamada “simplificación del proceso de nulidad” (léase posible ablandamiento), como “primer paso” (¿cuáles serán los siguientes?), terminará la indisolubilidad matrimonial en la praxis. Aunque se afirme que no se tocará la doctrina, en la teoría, terminará siendo afectada en la praxis, como ha venido ocurriendo con otros temas doctrinales que han sido transformados por razones “pastorales”.
