Como ya hemos publicado algunas
veces, AciPrensa es un medio de
comunicación que deforma y omite noticias que no le convienen a su postura
modernista. Aquí, una noticia aparecida en el Blog Secretum
Meum Mihi, 16-Mar-2014, que muestra claramente lo poco confiable que es
dicho portal de noticias.
Además, recordamos, que el mismo
papa Francisco en una entrevista
concedida al periódico Corriere Della
Sera, 05-Mar-2014, y simultáneamente a La
Nación, 05-Mar-2014, ha declarado con respecto a la relación del cardenal
Kasper que “hizo una hermosa y profunda presentación”.
En su habitual “punto de vista”
de Mar-04-2014, el Sr. director de Aciprensa abordó el tema “El
Cardenal Kasper y la Comunión a los Divorciados”. Insolitamente encontramos
la siguiente afirmación (extracto citado en el audio inserto, énfasis añadido
en el texto transcrito):
En la
conferencia finalmente, hubo muchas especulaciones, se dijo que el
cardenal Kasper propuso “sí, hay que darle la comunión a los divorciados” y que
el Papa aplaudió...ehh...en un periodiquito por ahí salió, giró mucho por
internet, en una sola fuente. Esto es falso, no fue así. Pero sí existió una
propuesta de parte del cardenal Kasper respecto de la posibilidad de darle la
comunión a los divorciados vueltos a casar.
Bueno, es probable que el Sr.
director de Aciprensa haya leído una sola fuente, a la cual
califica de “periodiquito”, y a la cual no atribuye ninguna credibilidad, pero
el encomio de Francisco a la relación del card. Kasper en el sínodo
extraordinario sobre la familia existió (ver entrada relacionada aquí),
fue publicada por el propio boletín oficial
diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Feb-21-2014 (ver captura de
pantalla en la imágen siguiente).
Información que fue retransmitida
en diferentes idiomas por el servicio de información del Vaticano, V.I.S. (español, inglés,italiano, francés),
es decir, una segunda fuente de carácter oficial.
Obviamente no hay evidencia de que Francisco haya aplaudido en el sentido estricto, literal y restringido de la expresión, pero de que ponderó y encomió la relación del card. Kasper, al punto de perder el sueño, no hay duda.
¿Con qué cara se atrevería alguien a afirmar “esto es falso, no fue así”, cuando las evidencias son tan dicientes?