Los Católicos que retienen algún
sentido real de su Fe están siendo escandalizados por las palabras y hechos del
hombre actualmente sentado en la Sede de Pedro. Uno casi se pregunta si fue
puesto allí para destruir lo que queda de la Iglesia católica. Como un
verdadero hijo del Vaticano II, él se aleja de Dios y se vuelve hacia el
hombre. Aquí por ejemplo están las primeras nueve de once citas claves
extraídas (no por mí) de una entrevista dada por Francisco el 24 de Septiembre
al editor ateísta de un diario italiano :
Las citas 2 a 5 conciernen a la
Iglesia (resumo): 2 La administración de la Iglesia debe
ser más horizontal, menos vertical. 3 La Curia Romana
lo es demasiado para su auto-servicio. Debe salir hacia la gente. 4 El
Papa no debe ser más un rey rodeado por cortesanos lisonjeros. 5 Demasiados
sacerdotes lo son para su auto-servicio y son así obstáculos para la
Cristiandad. Ahora bien, citas como estas obviamente agradarán al
público moderno democrático que nunca gustó de ser dicho qué hacer por la
Iglesia oficial, pero, ¿son estas citas honestas o justas con respecto a los
innumerables Papas, Curias, Administraciones y Sacerdotes que se sucedieron
antes de Francisco por 1900 años, manteniendo la estructura de la Iglesia para
la salvación de las almas? Por el contrario, ¿dejará Francisco detrás de él
cualquier estructura aún en pie, cualesquiera almas salvadas?
Las citas 1 y 6 conciernen al
mundo: 1 Mientras esté yo de guardia la Iglesia se quedará
fuera de la política. ¿Para dejar a los hombres democráticos lanzarse
ellos mismos al Infierno? 6 Los dos problemas peores de hoy
en día son el desempleo de los jóvenes y la soledad de los viejos. Ahora
bien, estos son dos problemas humanos reales de hoy en día, pero ¿porqué? ¿No
es porque precisamente hombres de Iglesia como Francisco dejan la política a
los políticos, poniendo al dinero por encima de la gente joven? ¿Y porque
hombres de Iglesia como él rechazan imponer aquellas leyes de la Iglesia que,
manteniendo a la familia unida, la ayudan a cuidar a la gente vieja?
Las citas 7 y 9 conciernen a la
religión: 9 Jesús nos dio un solo camino de salvación,
amarnos los unos a los otros. Pero, el amor al prójimo sin que el amor
a Dios venga primero, se vuelve en odio al prójimo, por ejemplo el Comunismo. 7a Convertir
a la gente no tiene sentido. ¡Tiene el mayor de los sentidos, si, como es
el caso, nadie puede llegar al Cielo sin creer en Dios y en su Divino Hijo,
Jesucristo! 7b Todos nosotros debemos mezclarnos juntos y
movernos unos a otros hacia el Bien. Pero, debemos todos movernos unos a
otros hacia Dios. ¿Qué más es el Bien? Si Francisco no menciona a Dios, ¿quien
va a creer en Dios?
La cita 8 es la más grave de
todas: 8a “Yo creo en Dios, no en un Dios católico, no hay
ningún Dios católico”. Esto es gravemente engañoso. Cierto, Dios es el Dios
de todos los hombres, pero El instituyó para todos los hombres una religión, y
solamente una religión, y ella es la religión católica. Así, el Dios del
catolicismo es el único y únicamente verdadero Dios. 8b “Jesús
es su encarnación, mi maestro y mi pastor, pero Dios el Padre, Abba, es la luz
y el Creador”. También gravemente engañoso. ¿No es que ese “pero” sugiere
que Jesús no es el Creador? ¿Cree Francisco que Jesús es algo más que solamente
un hombre? 8c “Cada uno tiene su propia idea del bien y del
mal y debe elegir para seguir al bien y para combatir al mal tal como él los
concibe”. Esto para nada es engañoso. Esto es la negación de toda moralidad
objetiva, la negación de todos los principios de la moralidad Católica. Esto es
una invitación a todos los hombres para que hagan lo que les plazca.
Proviniendo del hombre que por todas las apariencias es el Papa Católico, esto
es pura locura.
El Papa Francisco puede alegar
que él está tratando de llegar al hombre moderno, pero llegar a él sin Dios es
tan sólo, para ayudar a un hombre que se está ahogando, tirarse a un río
peligroso sin una cuerda atada a la orilla. No se hará otra cosa que ahogarse
con él. Su Santidad, ¡usted no está ayudando; está ahogando!
Kyrie eleison.
Mons. Richard Williamson, “Comentarios Eleison”, N° 327, 19 de Octubre de 2013.