Masonería
pide al Papa superar diferencias
ROMA, 10
(ANSA)- El Gran Maestro de la Gran Logia de Italia, Gian Franco Pilloni, envió
una carta al papa Francisco en la cual le pide poner “fin a las divergencias
que aún hoy levantan un muro” en las relaciones de ambas instituciones.
“Con extrema
conmoción e infinita alegría me dirijo a Usted Santidad para hacerle un humilde
pedido a fin de que se actúe para poner fin a las divisiones que se interponen
a las relaciones entre la Iglesia Católica y la Masonería, con la esperanza de
que finalmente pueda reinar la justa serenidad entre los dos componentes,
poniendo fin a las divergencias que todavía hoy levantan un muro entre las
relaciones”, escribió Pilloni en la carta difundida hoy. Un real pedido de paz
y de aceptación, que asegura fundar en base a valores y principios comunes.
“No somos un
componente adverso a la Iglesia Católica por Usted dignamente representada,
todo lo contrario”, asegura el Gran Maestro.
Pilloni agrega
que “nuestros caminos son paralelos, de hecho pensamos como Ustedes en la
totalidad de los problemas que aquejan a la sociedad contemporánea, como
Ustedes actuamos por un mundo de paz y por el respeto del Ser Humano sin
distinción alguna y el respeto absoluto hacia todas las religiones”.
La historia de
la diatriba entre la Iglesia y la Masonería comienza el 28 de abril de 1738,
cuando el papa Clemente XII, con la Carta Apostólica “In eminenti”, pone en
guardia a los creyentes contra la Masonería, desde entonces condenada por
varios Papas en 600 documentos. En 1983 desapareció del nuevo Código del
Derecho Canónico la palabra “excomunión” contra los masones. El 26 de noviembre
de 1983 Joseph Ratzinger, el entonces Prefecto para la Congregación para la
Doctrina de la Fe, confirmó el juicio de la Iglesia sobre las asociaciones
masónicas y la prohibición permanece vigente, bajo pena de exclusión de los
sacramentos.
En la carta
enviada a Jorge Bergoglio por el "Serenísimo Gran Maestro de la Gran Logia
De Italia UMSOI" (Unión Masónica Bajo Estrecha Observancia de Iniciación),
se pone el acento en las consecuencias que ese cierre causó por años.
“La posición
que la Iglesia tuvo y tiene todavía penaliza a los Hermanos Masones de Credo
Católico, obligándolos a profesar la fe al margen de la Iglesia y haciéndolos
sentir casi intrusos o fieles poco deseados”, sostiene Pilloni.
“Le pido a
Usted, Santidad, un esfuerzo por eliminar completamente las superadas
intolerancias hacia nosotros, públicamente, aceptándome, luego de esta súplica,
a Usted, transformar nuestros ‘Templos’ en Templos por la Paz, lugares de
encuentros, lugares de testimonio de los más altos y elevados sentimientos de
solidaridad y hermandad humana”, enfatiza en la misiva. GR-ADG/ACZ
10/10/2013
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